Los cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real.
¿No?
Pero un caso sería...
El pelinegro salió algo frustrado de su oficina, el enojaba demasiado que Cheryl llegara a olvidarse de su propia hija, el ojiverde salió de la oficina, le aviso a Archi lo que había ocurrido, y rápidamente se subió a su choche, para ir rumbo a la escuela de la pequeña, pero no antes de llamar a la pelirroja, totalmente furioso.
En la llamada: -Hola amor- saludo como si nada la pelirroja
-¿Cheryl se puede saber porque diablos no has ido a ver a Juniper a la escuela?- pregunto furioso el pelinegro
-Hey no fue mi intención, Toni me invitó a un salón de belleza y no pude resistirme a la idea- dijo la pelirroja
-¿Hablas enserio?- pregunto con sarcasmo- creo que no esta de mas recordarte que olvidaste a tu hija, como si nada sucediera- dijo frustrado
-O vamos, pudiste ir tu- dijo algo enojado
-Enserio que eres increíble -dijo con furia- te avise hace una hora que yo no podría ir por ella, gracias a las varias juntas que hoy tenía
-Hubieses mandado a Archi al menos ¿No?
-Creeme que si no hubiera sido por que Archi, Brett, y Nick, estaban en la misma junta que yo, no me hubiese molestado en llamarte -dijo enojado para luego colgar su celular
El pelinegro colgó la llamada con Cheryl bastante enojado, pues no creía que ella pudiera ser asi de esa forma con su propia hija -¿Acaso no le importa Juniper?- se preguntaba mientras manejaba hasta la escuela de su hija, y aunque estaba bastante furioso por lo que acababa de suceder, el enojo desapareció al ver a su pequeña hija, sentada en una pequeña banca en el patio de la enorme escuela, coloreando en un cuaderno.
-¿Como esta mi princesa? -dijo el pelinegro con una enorme sonrisa acercándose a su pequeña hija.
-¡¡¡Papi!!!- grito con alegría, abalanzadose a sus brazos, y el pelinegro la tomo entre ellos
-¿Como te fue amor?- pregunto con ternura el ojiverde
-De maravilla- pero...- dijo con una mirada triste
-¿Le sucede algo a mi bebe?- pregunto con ternura
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-Es que hoy mami se olvidó de mi- dijo cavisbaja
-Claro que no mi amor- dijo fingiendo una sonrisa -mami estaba ocupada y por eso vine yo -dijo acariciando sus mejillas- pero bueno, ¿Que te parece si vamos por una hamburguesa?- pregunto
-Siiii- grito de felicidad la pequeña pelirroja
El pelinegro fue rápidamente hacia un macdonals cercano, y compro una hamburguesa para su pequeña hija, ya que no le alcanzaba el tiempo como para ir a dejarla a casa, la llevo a la empresa, subió junto con ella por el asensor, y la dejo en su oficina para que pudiera comer su hamburguesa, mientras que el iba a una nueva junta.
Por el otro lado, la rubia había llegado a su nuevo lugar de trabajo, el FBI, era uno de los lugares en el cual anhelo estar, cuando saliera de prisión, camino por los enormes pasillos, en los cuales podía ver algunas salas en las que se veían a chicos entrenando, pero para su suerte ese entrenamiento ya lo había practicado todos sus años en cárcel, con ayuda de Charleston, el cual a ese punto consideraba un hermano. Pero el entrenamiento y quis su peor enemigo seria enfrentar sus demonios del pasado...
