Los cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real.
¿No?
Pero un caso sería...
Luego de un largo rato con Jug en su oficina, ambos fuimos por Juniper a la escuela y después llegamos a casa y yo me comencé a arreglar. Entre a la ducha y después de unos minutos seque mi cabello, y busque en mi closet algún vestido, y por primera vez podía decir que no sabia que ponerme, y no porque no tuviera, si no porque esta vez tenia ropa a montón ya que cuando me mude aquí , Jughead me llevo a algunas Boutiques para comprar ropa y aunque yo no soy de comprar demasiada ropa pero, también fui con Verónica la cual escogía todo lo que veía.
Tome un vestido azul con flores, me lo puse y me maquille natural, solo coloque en mi rostro algo de base y labial, me puse unos zapatos y joyas, y al escuchar el coche de Jughead estacionarse baje rápidamente hacia al jardín.
-Dios Amor te vez preciosa- se acercó a mi para besarme
-Tu igual- lo bese con ternura- ¿Dónde te arreglaste?- pregunte arqueando una ceja
-Me arregle en casa de Archi- ¿Vamos?- abrió la puerta del copiloto para mi
-Contigo donde sea Jones- bese sus mejillas y me subí al auto- ¿Dónde iremos?- pregunte mirando a mi alrededor
-A un evento, es algo así por agradecimiento por el apoyo que aun sigue recibiendo" Misterius gril"- me miro
-¿Wuau aun sigue a la venta?- abrí mis ojos con gran asombro
-Claro, seguramente también los conquistó con sus encantos como tú a mi- me vio con dulzura- Ya llegamos- estacionó el auto frente un lugar que no pude reconocer
-¿Que es este lugar?- pregunte mientras bajaba
-Ya lo veras no comas ansias Cooper- guiño un ojo.
Me tomo del brazo y entramos a lo que parecía ser un club nocturno o algo así, me sorprendió un poco pues allí no había nada de inversionistas o personas importantes se podría decir, me llevo de la mano hasta un pequeño callejón que daba a una puerta secreta en la que nos esperaba un guardia, nos saludo cordialmente y entramos y definitivamente quede impactada pues estábamos en nada mas y nada menos que en una taberna.
-Bienvenida a la Boonui- susurro a mi oído mientras comenzábamos a bajar y todos clavaban la mirada en nosotros.
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-Este lugar está hermoso- miraba a todos lados
-No mas que tu- susurro con lujuria a mi oído.
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