La rubia, había ya terminado su baño, así que salió de la regadera, pero al salir se dio cuenta de que su ropa no estaba en el baño. -Mierda- se dijo a si mismo, ya que se había dado cuenta de que lo dejo en la cama del pelinegro.
Así que decidió salir, busco una toalla, se la puso, y salió, sin pensar que se encontraría con la presencia del pelinegro con una toalla la cual solo cubría su regazo...La rubia se quedo paralizada admirando la belleza del pelinegro,al igual que el pelinegro izo con la rubia
-Eeee- dijo la rubia tragando saliva por la vergüenza- Yo... pensé que no estabas- dijo avergonzada
-Tranquila, yo pensé lo mismo- dijo viéndola de pies a cabeza
-Creo que me iré- dijo la rubia tomando su ropa
-No tranquila puedes cambiarte aquí, yo ire a otra habitación- solo vine por mi ropa- dijo dándose la vuelta para luego salir de la habitación, pero no antes de guiñarle el ojo a la rubia, a la cual dejo babeando.
La rubia rápidamente se vistió, y bajo por las escaleras apresuradamente, hasta llegar a la puerta de la gran casa, y justamente cuando la rubia estaba por marcharse, escucho una voz a sus espaldas...
-Yo que sepa las empleadas de esta casa se retiran a las ocho- dijo la pelirroja tras la
-Buenas tardes señorita- dijo dándose la vuelta con una sonrisa fingida- si, debería haber salido a las ocho, pero el señor Jones me dijo que podría retirarme para poder descansar- informo
-O vaya, primer día y pides día de descanso, no pensé que caerías tan bajo- dijo con sarcasmo
-yo solo sigo ordenes- dijo la rubia -bueno con su permiso me retiro- dijo dándose la vuelta
-Espera maldita criada- dijo deteniéndola jalando su cabello
-Hey- grito la rubia por el dolor
-Mas te vale que no andes echa la resbalosa con mi novio- dijo jalándole cada vez mas el cabello- o mas bien prometido-recalco la pelirroja con sarcasmo -nos casamos en un mes- dijo con un tono "dulce"
-Claro que no señorita- dijo la rubia casi en susurro, y al instante la pelirroja la solto.
-Eso espero- dijo mirándola de pies a cabeza
-Bueno ahora si me lo permite, me ire- dijo la rubia con algo de enojo, para luego darse la vuelta y continuar con su camio.
Y asi de nuevo comenzó a encaminar su camino por las grandes calles de la hermosa ciudad New York, pensando sobre todo lo que le había sucedido en un solo dia, de repente todo fue raro para ella, ella tenia sus pies bien puestos sobre la tierra y sabia que no podi si quiera fijar en Jughead por que aunque le doliera el amaba a su prometida, o bueno eso es lo que se supone ya que si estas dispuesto a casarte con alguien es por que la amas ¿No?. Y aunque eso le causara un profundo dolor, a pesar de que recién lo había conocido su estomago, no podía evitar tener esas totas mariposas que causan cuando te enamoras, y en este caso a la rubia le pasaba en recordar aquella noche, y aquel suave beso, el cual hizo que se sintiera como en las nubes, sin pensar que desde aquella noche quedaría profundamente enamorada, de alguien que ni siquiera sabia si sentía lo mismo por ella...
Al llegar la rubia a su "casa", entro como de costumbre por la puerta de a tras, e iba a subir las escaleras, sin pensar que se encontraría con la grata presencia de Evelin...
-¿Creí que hoy no llegarías- dijo Evelin con la mirada perdida en su móvil
-O Eveli!!! -se admiro la rubia mientras se ponía palida del susto
-¿Qué... -antes de la pelirroja pudiera continuar, se di cuenta de que Betty tenia puesto su vestido...
La ira invadio a la chica, y sin pensarlo dos veces comenzó a golpear a la rubia con todas sus fuerzas mientras rasgaba el vestido que cargaba la rubia, y repitiéndole la siguiente frase una y otra vez la rubia, la cual izo que le doliera mucho mas que los golpes que la pelirroja le daba..."Grábate esto en la cabeza, eres una estúpida criada, a la cual nadie nunca querrá, y eso nuca cambiara, morirás sola"
Luego de dejar literalmente inconsiente a la rubia, retomo su camino hacia a la habitación, mientras que la rubia se encontraba tirada en suelo enroscada con su cuerpo, mientras derramaba una y otra lagrima sin cesar.
La rubia seguía sin moverse pues el gran dolor que le habían provocado los golpes de Evelin no se lo permitían, pensaba absolutamente en todo, en que su vida era miserable, que no le importaba a nadie, ni tampoco tenia a nadie en su vida, simplemente para ella su persona era un estorbo en este mundo. De repente la rubia escucho un leve ruido en la puerta, y rápidamente pernso de que las demas chicas ya había regresado, a si que aunque todo su cuerpo le doliera, se levanto y subio rápidamente a su habitación para arreglarse para su show.
Por el otro lado el pelinegro se encontraba, junto con su familia y su prometida, planeando su boda la cual seria en nada mas y nada menos que en un mes, y aunque el tratara de poner toda la atención posible, no se podia sacar a Betty ni a la Hechicera de la cabeza -¡A caso estoy loco?- penso el pelinegro -¿Por qué carajos pienso en Betty y en aquella chica, como si fueran la misma persona?- volvió a pensar el pelinegro -¡¡¿Y si son la misma persona?!!- se cuestiono de la nada haciendo una leve mueca -No ,no puede ser Betty se ve totalmente angelical, no seria capaz de hacer algo así- pensó- Pero no me quedare con las dudas- se dijo el pelinegro.
A terminar toda la aburrida charla sobre la boda, el pelinegro se dispuso a ir a aquel burdel solo con la esperanza de volver a ver al amor de su vida...
El pelinegro llego al burdel, y al entrar y sentarse a una pequeña mesa, varias chicas muy guapas comenzaron a acercarse a el ofreciéndole su compañía, pero el las rechazo a todas, por que a el solo le interesaba ver a una en específico.
Ya casi eran las once de la noche lo que significaba que el espectáculo de la rubia estaba por comenzar, el pelinegro comía ansias por ver a su rubia nuevamente, pero de la nada apareció nuevamente una nueva chica, la cual era Evelin, que al ver al pelinegro, le gusto al instante, y no se iba a quedar con las ganas de mas que sea hablarle...
-Hola guapo, ¿por que tan solo? -pregunto coqueta Evelyn, sentándose en su mesa
-Discúlpame, pero quiero estar solo- dijo cortes el pelinegro
-Yo te puedo hacer compañía- dijo sin darse por vencida
-Estoy esperando a que una de las chicas aga su show- dijo el pelinegro
-¿A cual esperas?- pregunto curiosa
-A la hechicera- respondió el pelinegro con un tono enamorado
-Con que a la mugrosa esa- susurro con Enojo Evelyn- Sabes ella no dar su show hoy- mintió con sarcasmo la pelirroja
-¿Por qué?- pregunto el pelinegro
-Esta indispuesta- respondió, a lo que el pelinegro solo respondió con una mueca triste -¿Y por qué tanto interés con ella?- pregunto alzando una ceja
-No es nada- dijo con una mueca triste dibujado en su rostro- Bueno creo que me ire- dijo
-Sírvete unas copas al menos te hará bien-aconsejo siendo "amable" la pelirroja
-esta bien- respondió
La pelirroja solo dibujo una sonrisa de victoria, y se dirigió tras del escenario donde se encontraba la rubia...
ESTÁS LEYENDO
𝔹𝕖́𝕤𝕒𝕞𝕖 "𝐋𝐚 𝐂𝐞𝐧𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐚"
RomanceLos cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real. ¿No? Pero un caso sería...