Capitulo 5

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La rubia solo asintió y justo cuando se estaba dando la vuelta la pelirroja extendió su píe, justo donde estaba por caminar la rubia haciendo que cayera a la piscina...

La rubia cayo a la piscina y para su mala suerte estaba demasiado onda y además ella no era buena nadando, haciendo que la desesperación la invadiera y cada vez se fuera hundiendo más, gritaba y grataba con todas sus fuerzas, pero lo único que la pelirroja hacia era reírse en su cara.
El pelinegro al escuchar los gritos de desesperación de la rubia salió de la casa rumbo hacia la piscina, en la cual encontró a la rubia luchando por un poco de aire.

-¿Qué rayos paso?- pregunte acelerado el pelinegro mientras se quitaba su saco.

(Agan de cuenta que esta de día, que no estan esas personas, y se esta quitando su saco de esmoquin)

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(Agan de cuenta que esta de día, que no estan esas personas, y se esta quitando su saco de esmoquin)

-¿Dime que no piensas mojarte solo por salvarla? -dijo la pelirroja de forma egoísta.

-Obviamente lo hare, no ves que se esta ahogando- informo obio el pelinegro, para luego saltar a la piscina.

El pelinegro nado un poco hacia donde estaba la rubia ya inconsciente, y la tomo en sus brazos, para después sacarla de la piscina, e irse rumbo a su habitación con ella en brazos.

-¿Dónde rayos vas?- pregunto la pelirroja caminando tras de el

-Esta inconsciente la llevare a una habitación- informo subiendo las escaleras

-No era suficiente con sacarla del agua- dijo con sarcasmo la pelirroja

-Eres increíble- dijo frustrado, mientras entraba a su habitación

-¡Hey! ¿Si sabes que hay habitaciones de servicio? -grito frustrada la pelirroja desde la sala al ver como su novio entraba a aquella chica a su habitación 

El pelinegro la acostó en su cama, y le dio pequeños golpes en el pecho, lo que hizo que la rubia escupiera el agua que tenia almacenada en sus pulmones, y al abrir sus ojos se quedo impactada y sentía que no se podía mover, ya que tenia al pelinegro literalmente a centímetros de ella.

-Ya estas bien- dijo el pelinegro con una sonrisa

-Yo...-dijo tartamudeando- ¿que paso?- pregunto mirando a su alrededor

-te caíste a la piscina- pero tranquila, ya estas bien- dijo mirándola a los ojos, así se quedaron por un par de minutos, ambos chicos se encontraban perdidos en la mirada del otro, era como si sus corazones se sincronizaran cada vez que se miraban, tal y como paso el primer día que se vieron.

-yo, creo que tengo que irme- dijo la rubia rompiendo las miradas.

-Ya puedes irte a tu casa a descansar- informo con ternura el pelinegro- si quieres puedes usar mi baño, para darte un baño- dijo

-Muchas gracias Señor, iré por mi ropa y ya regreso- dijo con una sonrisa tímida

-Esta bien, pero no me digas señor, dime Jughead estamos en confianza- dijo

-No lo se...- dijo no del todo convencida

-No e preocupes ni por Darla, ni Cherly, no te dirán nada- dijo restándole importancia alguna

-Bueno, Jughead -dijo con una sonrisa

La rubia camino hacia la puerta y justo antes de caminar a la escalera, se encontró con la pelinegra.

-Creí que necesitarías esto- dijo entregándole su vestido

-¿Cómo?- pregunto algo confundida

-¡¡¡Vamos!!! vi que Jughead te trajo a su habitación- dijo con una sonrisa picara-y en sus brazos-dijo golpeando levemente mi hombro.

-Creo que lo estas malinterpretando ,accidentalmente me cai a la piscina, y el me trajo a su habitación, para curarme nada mas- resto importacia la rubia

-Bueno si si como digas - dijo divertida- vi como te miraba, además asen linda pareja- dijo

-No soy de esas el tiene pareja- dijo la rubia

-¿Hablas de Cherly?- pregunto divertida

-¿A caso tiene otra prometida?- pregunto divertida la rubia

-El solo se casa con ella por pena o algo así, no por que la ama- afirmo la pelinegra

-¿Y como sabes eso?- pregunto la rubia cruzándose de brazos, mientras alzaba una ceja

-Eso no importa, lo que importa es que, se nota que le gustas, su mirada hacía a ti lo dice todo- dijo

-Ni en mi sueños el saldría con alguien como yo- mejor ire a darme una ducha- dijo la rubia caminando nuevamente hacia la habitación del pelinegro.

Al entrar a la habitación, la rubia noto que el pelinegro no estaba, así que supuso que había ido a otra habitación a bañarse o algo así, por lo que entro al baño el cual era literalmente del porte de su habitación, ósea demasiado grande, la rubia entro a la regadera, y comenzó a pensar sobre as palabras que la pelinegra le había dicho, era demasiado loco pensar que ella le gustaba a aquel chico, simplemente le parecía imposible, un chico guapo y millonario enamorado de una simple sirvienta -Eso solo pasa en los cuentos de hadas- se repetía la rubia, tratando de ignorar los sentimientos que en ese instante estaba sintiendo.

Por el otro lado el pelinegro estaba en la ducha, de uno de los varios cuartos de su mansión, perdido totalmente en sus pensamientos, como era posible que la mirada de aquella chica que lo dejo hipnotizado en aquel burdel, sea idéntica a la Betty, de repente tuvo una mezcla de emociones, sentía como si corazón le perteneciera a alguna de las dos, pero era algo tan pero tan loco, ya que cada vez que pensaba en aquella chica, también pesaba en Betty, y cada vez que pensaba en Betty también pensaba en la chica misteriosa ¿Por qué?- se pregunta el pelinegro, pero una cosa si sabía, y era que estaba mas que decidido a encontrar a la chica con el antifaz pase lo que pase, estaba decidido a encontrar el amor...

La rubia, había ya terminado su baño, así que salió de la regadera, pero al salir se dio cuenta de que su ropa no estaba en el baño. -Mierda- se dijo a si mismo, ya que se había dado cuenta de que lo dejo en la cama del pelinegro.
Así que decidió salir, busco una toalla, se la puso, y salió, sin pensar que se encontraría con la presencia del pelinegro con una toalla la cual solo cubría su regazo...

Así que decidió salir, busco una toalla, se la puso, y salió, sin pensar que se encontraría con la presencia del pelinegro con una toalla la cual solo cubría su regazo

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𝔹𝕖́𝕤𝕒𝕞𝕖 "𝐋𝐚 𝐂𝐞𝐧𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐚"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora