CAP 2

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                                                          CAP 2

-¡ES UN  MALDITO IDIOTA! -Grito mientras me levanto de la cama. Joshua no ha parado de hacer fiestas desde que se mudó. Me digo a mi misma que debo calmarme y no ir a incendiar su casa directamente. Pero la tentación es grande. No volvimos a hablar desde aquel día donde lo conocí; mis padres lo conocieron, y  siempre que tienen la oportunidad, lo saludan. Él chico definitivamente sabe como impresionar a las mujeres, porque lo hizo con mi madre. Desde que lo conoció, no para de hablar de su atractivo y lo amable que es. Siempre que la escucho ruedo los ojos unas veinte veces.

Ellos no son los típicos padres que digamos, si alguna vez pienso en salir a bailar, o irme a alguna discoteca con mis amigos, ellos van a estar más felices que ganar la lotería; es tan patético. Pero aun así, los amo. Ella piensa que me avergüenzo por como soy; hasta me doy cuenta que a veces siente pena por mí, por el hecho de que tengo serios problemas con mi cuerpo y mi sobrepeso, pero en absoluto eso me afecta para socializar, bueno, tal vez un poco, pero quiero creer que es porque no necesito ni veo la necesidad de hacer muchos amigos.

Me levanto de la cama y veo que el reloj marca las 2:54 a.m, mis padres ya se habrán ido al aeropuerto hace una hora, tienen un viaje de una semana por vacaciones, me pidieron ir, pero, saben que soy lo suficientemente independiente y cuando les dije que solo quería quedarme, no se opusieron. Y desde hoy, la casa se queda sola para mí por una semana. Hubiera estado tan feliz si no era por el caso de tener un vecino malditamente ruidoso.

Bajo las escaleras y me sirvo un vaso de agua en la cocina luego voy a la sala. Sería tan genial si ahora mismo cayera un rayo en la casa de Joshua y la incendiara, pienso malvadamente.

Miro la hora y veo que ya pasaron más 30 minutos que estoy en la sala, cambiando de canales hasta que el vecino deje de ser madiltamente ruidoso, pero por lo que veo, no lo hará hasta muy temprano de la mañana. Si quiero volver a retomar mi sueño, cosa que creo que no pasará; debo hacer algo. Es hora de que lo enfrente, una semana que viene haciendo lo mismo, pero ahora ya se las verá conmigo. Reconozco que tengo una personalidad bastante fuerte, y puedo ser muy agresiva cuando quiero. Intimidar a la gente no es un problema, mi tamaño, mis tatuajes, y la cara que normalmente pongo, ayudan. Voy arriba y me pongo un pantalón deportivo y mi polerón de Guns N’ Roses, vaya vestimenta para ir a una fiesta y pedir educadamente, entre comillas, que apaguen la música. Al salir, veo muchos autos; y por el griterío que escucho, deduzco que también bastante gente. Llego frente a la puerta y golpeo. Espero.. espero... vuelvo a golpear y espero. Genial. Nadie se atreve a abrir la maldita puerta. Estoy por darme la vuelta cuando escucho mi nombre.

-Frances? –Me giro y ahí está, siempre malditamente impresionante. Vistiendo unos jeans oscuros con una remera gris, y unos vans negros. Esos tatuajes, como los amo. Es increíble lo atractivo que se ve con algo tan sencillo. –Frances? –Repite.  –Vengo a pedir que bajes el volumen de la música o si no.. -Me callo cuando veo que le rodean dos brazos en su cintura y aparece una hermosa chica. Es como la reencarnación de Megan Fox versión rubia. Lleva un vestido rosa ajustado al cuerpo, unos zapatos rosa, colorete rosa, aros de color rosa, mentalmente ruedo los ojos porque es una típica fresita. – O.. –Ahora es él quien interrumpe. –Amber, no quieres ir a traerme una bebida? –Sonríe. Así que esta es la Amber, realmente hacen una buena típica pareja. El sexy chico de cabello rubio aparentemente chico malo por sus tatuajes, y la rubia señorita perfecta que ama el rosa. Sí, definitivamente son perfectos juntos. Ella se queja pero luego se va. –Y entonces, qué quieres Francisca? –pregunta –Soy Frances idiota, y vengo a pedir, no, a obligarte que bajes el volumen de la música –digo molesta. –O si no tendré que encargarme de que mi puño golpee tu rostro o llame a la policía.. pero considero buena opción la primera. –termino. Espero una respuesta y lo único que consigo es una carcajada, realmente se ríe y la idea de golpearlo se hace más fuerte.

-Sabes, me caes bien –dice, ruedo los ojos, como si fuera que seremos amigos. He conocido al mayor idiota del planeta, y lo peor es que vive a metros de mi casa. Estoy muy feliz. Noten el sarcasmo chicos.

–Realmente me gusta tu polerón- grita cuando estoy por llegar a mi casa. –Imbécil –grito, me doy vuelta y por esa media sonrisa en su rostro, supe que escuchó. Luego me fui a casa y no hubo más fiestas.. más música; ni Joshuas en un largo tiempo.

El Atractivo y la Gorda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora