CAP 5

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Lo malo de tener una madre artista, y un padre que trabaje para ella, es que siempre viajan. Lo que sucede hoy, ahora, en el día de mi cumpleaños. Ya estoy acostumbrada a esto, siempre que no están ellos es lo mismo. Mamá compra helado un día antes para que luego lo coma con mi padre viendo una película, pero ahora él tampoco está.

            Veo la hora y me levanto de un salto. Aunque no hago nada, no puedo dormir mucho más tarde. Voy al baño y me doy una ducha, al salir, me envuelvo la toalla y me miro en el espejo. Siempre hago lo mismo, siempre intento ver algún cambio en mi cuerpo, pero, no; no es que me sienta acomplejada por como me veo, pero me vendría bastante bien perder unos 30 kg. Al salir, escucho la puerta de enfrente  abriéndose. Qué demonios? No hay nadie, absolutamente nadie en esta casa a parte de yo.  Comienzo a hiperventilar, OH DIOS que no sea un ladrón!!! chillo mentalmente. Comienzo a bajar lentamente por la escalera y sin hacer el más mínimo ruido recojo lo primero que encuentro a la vista y es una.. ¿escoba? Mierda. Lentamente voy y veo a un hombre de espaldas a mí; por lo que mis ojos pueden captar, tiene un cuerpo muy trabajado, se le puede ver los músculos de la espalda detrás de esa remera tan ligera que lleva;en sus brazos lleva una cantidad de tatuajes muy calient... esperen.. Reconozco esos tatuajes. Oh mierda. Joshua se da la vuelta y me mira con los ojos abiertos. Sé exactamente lo que ve, una pelota enrollada con una toalla y una escoba en la mano. Siento mi rostro calentarse y definitivamente parezco un tomate.  Qué lindo.

Luego de un segundo, veo a Joshua tirado en el piso riendo a carcajadas,  y eso es?... salen lágrimas de sus ojos, que bello. Y yo; ahí.. parada, con una mano agarrando la escoba y la otra el nudo de mi toalla. -¿QUÉ MIERDA? –comienzo, y mientras Joshua sigue en el piso lo comienzo a golpear con la escoba, no tan agresivamente… Bueno, un tal vez utilizo un poco de fuerza.

            -¿Cómo te atreves a entrar en la casa sin permiso? –le digo –te demandaré por invasión a propiedad privada, eres un idiota, me haz pegado el susto de mi vida. –continúo, y cuando se pone de pie, mis puños reemplazan la escoba. El se levanta de un salto y me saca la escoba en un segundo, luego consigue agarrarme de la mano cuando trato de darle un empujón.

-¿Qué necesitas? –espeto. Pero antes de que diga algo, soy consciente de que sigo en una toalla. Y corro para la escalera. –Ya vuelvo -grito.

            Al volver, ya vestida con un jeans ajustado y una remera de Nirvana y mis vans negras, lo veo leyendo algo muy seriamente. Oh.. es la carta de mis padres por mi cumpleaños, pienso.

            -¿Por qué no me dijiste que era tu cumpleaños? –suelta. Parece que está enojado. –Eh, porque… eh… –tartamudeo. Agarro y lo leo.

             Hija, queremos disculparnos por no poder pasar tu cumpleaños en familia. Ya van varios años que sucede, espero que puedas comprendernos. Sabes que te amamos un montón. Espero que lo disfrutes. PD: Te dejamos el helado en la nevera. –Tus padres

Sonrío melancólicamente, siempre me dejan una carta donde me piden disculpas y me dicen que me aman. Se volvió una rutina.

            Miro a Joshua, y veo algo en sus ojos, me mira de una manera muy cariñosa, y me quedo muy quieta. Luego viene y ¿me abraza?..

Realmente me abraza. –Oh Frances, por qué mierda no me lo dijiste? –dice. –Feliz cumpleaños –susurra en mi oído y sigue abrazándome, es la mejor sensación del mundo, puedo sentir el latido de su corazón sobre mí. No recuerdo la última vez que recibí un abrazo de alguna persona que no fuera mi padre. Es una sensación muy linda. Mientras continuamos el raro abrazo, me doy cuenta que es bastante alto. -¿Cuánto mides? –le pregunto, cuando dejamos de abrazarnos. –1,90 –dice guiñando un ojo arrogantemente. ¿Y tú? –pregunta. -1,72 –le digo con una mueca. –Enana –espeta, y sonríe. –Cállate! –le saco la lengua.

El Atractivo y la Gorda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora