No me muevo.
Estoy tan quieta como una estatua.
Su voz es tan impresionante que me derrite como si fuera un chocolate expuesto al sol. Bien que consigo pensar estupideces y no articular un jodido saludo.
-Hey... -es todo lo que consigo decir. Muy bien. Me declaro la mayor idiota del puto planeta.
Se aclara la garganta y vuelvo a mirar esos ojos.
-¿Qué haces aquí? –pregunto y aprieto fuertemente mis labios. Obviamente, vino aquí a mirar una película. Es tan obvio. Me declaro la mayor idiota y estúpida del jodido universo.
-Eh.. quiero decir... -suelta una risa. Esa risa me hace nudos en el estómago, casi igual que cuando me besó. Miro esos labios. Ni tan finos, ni tan gruesos. Perfectos. De un color tan hermoso que siento envidia. Esos labios que estuvieron encima de los míos semanas atrás. Esos labios que me quita el aliento con solo pensar en el mejor beso de mi vida, con el chico que tengo frente a mí, mirándome con una expresión divertida.
–Juro que no estoy acosándote, es pura coincidencia –expresa mientras levanta los brazos dando a entender su "inocencia.
–Ah, claro. Estaba pensando llamar a la policía justo antes de toparme contigo. -Digo seriamente. Y por un momento, ese pensamiento cruzó por mi cabeza como Flash. Suelta una corta y contagiante carcajada. Luego hay un silencio. Bueno, no necesariamente porque suena alguna canción por los altavoces que me dan ganas de quemar todo el lugar, como también se puede escuchar murmullos de personas. Aunque sólo soy consciente de la persona que acaba de invadir mi espacio personal. Tan oportuno como veo el momento, me alejo unos pasos.
–En fin –dice mientras envía una de sus manos a su cabello, desordenándolo. Mis dedos pican para volver a ordenarlos, pero me quedo quieta y cierro mis manos para contener las ganas. –Estás hermosa. –Dice sinceramente.
Y antes de poder espetar algo, escucho fuertemente esa voz chillona, joder, siempre arruina momentos la fresita.
–Josh, corazón, qué haces aquí y no allá conmig... -se calla al verme.
–Qué haces con ésta? –dice tan venenosamente que mis manos ahora realmente pican por hacer sangrar esa su maldita y perfecta nariz operada.
–Amber, pued... -y antes de que él pueda terminar la frase, ella lo agarra de la camisa y acerca sus labios a los suyos. Pude ver su maldita lengua introducirse hasta lo más profundo de su garganta. Asco.
Maldito Joshua, maldita zorra. Salgo lo más rápido de ahí.
Vuelvo al bar y veo a Jean sentado, hablando con alguna chica que su vestido ajusta tanto sus tetas que estoy segura, van a explotar. Me aclaro la garganta y sorprendentemente el deja de presar atención a la chica de tetas explosivas y la presta completamente a mí.
–Fran, sí que has tardado, eh –dice mientras choca su hombro con los míos y recuerdo del pequeño encuentro que tuve con mi vecino, y su novia, y ese beso asqueroso. Definitivamente voy a tener secuelas por esa mierda de escena. Sonrío tranquilizadoramente mientras pido un trago. Y luego otro.. y otro... y más uno.
Después de un par de tragos demás, Jean me invita a bailar y con la borrachera que llevo, acepto. Antes, va y le habla al Dj, luego me lleva a la pista de baile y la intro de Pink de Aerosmith comienza a sonar y me emociono tanto que casi me tropiezo y él me sujeta. Estamos bastante cerca, y baja sus manos a lo que sería mi cadera, supongo. Comenzamos a bailar tan pegados que comienzo a reír por lo absurdo que es, de seguro parezco un elefante aplastando una jirafa, pienso. Y él sonríe. Poco a poco se va acercando y, alarmas empiezan a sonar en lo más profundo de mi cabeza. Y luego recuerdo la escenita que tuve al salir del baño. A la mierda con todo esto.
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El Atractivo y la Gorda.
Romance¿Cómo tomarías el hecho de que tengas sobrepeso, y que tu nuevo vecino sea tan atractivo como si fuera el pecado en persona? Soy Frances, una chica apunto de cumplir 18 con problemas de peso, que luego conoce al ser más arrogante del planeta, llamad...