Todo ha vuelto a ser lo mismo que siempre. La misma rutina. La misma vida de mierda. Mis padres viajando cada vez más, por lo que escuché, mamá se está haciendo cada vez más famosa y tiene mucho más trabajo, por lo tanto, mi padre igual. La casa sigue estando sola para mí misma. Sin amigos, sin nadie. Sin Joshua. No lo he visto nunca más desde aquella última vez en el lago. Y han pasado ¿Cuánto? Dos meses? Quizá más? No lo sé. No tengo idea. Pero definitivamente vuelvo a vivir el infierno que antes. Con Jean, bueno. Él siempre estaba en los momentos que más necesitaba de alguien, y luego cuando Joshua asumió su supuesto gusto hacia mi persona, lo he abandonado totalmente. Y me siento una mierda. En todos los sentidos. Una mierda de hija, una mierda de amiga, una mierda de persona.
Soy tan malditamente egoísta. Cada vez que me siento sola, abandonada, asquerosa, siempre recurrí a Jean. El buen amigo que la vida me ofreció. Pero ahora, que Joshua me hace sentir doblemente mierda que antes, definitivamente no puedo recurrir a él, sería estar explotándolo para mi confort. Y no, en definitiva no soy una chica así. ¿Para qué negarlo? Extraño con mi vida a Joshua, al hombre que por primera vez ha podido conquistar este corazón lleno de porquería. Pero simplemente, ya no sé nada de él.
Desde aquel día, no he vuelto a verlo, no he vuelto a conversar con él. No me ha enviado ni un mensaje, no he recibido ninguna llamada. Pareciera que simplemente se ha esfumado de la tierra, de todo, de todos. De mí.
Sabías que te abandonaría. Todos los que te rodearon alguna vez, lo hicieron. Eso no cambiará.
Soy una pérdida de tiempo para todas las personas. Soy un ser insignificante, soy alguien con quién nadie se tomaría la molestia de pasar el tiempo. Mucho menos Joshua. Suelto una risa histérica mientras sigo mirando el techo de mi dormitorio que en los últimos tiempos se ha vuelto en la cosa más interesante que he hecho. Por un momento, creí que él enserio sentía algo por mí, pero como siempre, termino en decepción. Obviamente me hice muchas ilusiones en mi vida, pero con él, he sobrepasado la línea. Me he enamorado, y en definitiva, de la persona menos correcta en toda la faz de la tierra. Pero no lo culpo. No tiene la culpa de ser tan hermoso, tan imposible, tan atractivo, tan buena persona como para querer pasar tiempo conmigo, igual si fue solo por pena. Pero poco a poco voy superándolo. De llorar semanas todas las noches por su alejamiento, simplemente termino tendida en la cama, mirando al techo, y pensando qué fue lo malo que hice como para merecer una vida tan asquerosa.
-Recuerda Frances, las únicas barreras son las mentales.
Viene fuertemente a mi memoria la frase que Jean me había dicho varias veces luego de enterarme que al comienzo fui una simple apuesta para Joshua.
Y tiene razón ¿cómo podré continuar con mi vida si en mi mente todo lo que soy, se resume a nada? ¿Cómo podré progresar cuando las barreras que mi mente va haciendo cada vez más altas, continúan allí? Nunca podré superarlo si no logro convencerme mentalmente sobre eso.
Necesito cambiar. Necesito rehacer mi vida. Necesito superar poco a poco lo que me ha sucedido en la vida. Necesito malditamente buscar un trabajo. Lo primero que haré es buscar un maldito trabajo, y nada mejor que en el lugar donde me siento como si estuviera en el paraíso, donde me rodean las cosas que más me apasionan, donde me sentiría cómoda.
Llego a Woodstock, la tienda de mi vida, donde venden, discos, y varios artículos e accesorios sobre bandas clásicas del rock, y sus derivados. Entro y voy directamente al mostrador. Me topo con un bonito chico de unos 24 años tal vez, con los ojos verdes musgo bastante atractivo, que se le suma también una patética cantidad de largas y gruesas pestañas que parecería como si estuviera usando maquillaje. Su piel es de un color trigueño casi parecido al mío, pero un poco más claro, llegando al blanco. Tiene una nariz recta y pequeña, muy perfecto para ser real. Y unos labios finos, que ahora mismo está en una línea recta. En su mandíbula bien marcada tiene unas barbas bien largas que terminan un poco más debajo de su cuello, en una trencita. Bien estiloso. ¿Ya dije que soy una obsesionada por las barbas largas de los hombres? Ajá, así como los tatuajes.
Levanto la mirada a sus ojos verdes y veo que me mira de pies a cabeza desinteresadamente. Obviamente.
-Hola, vengo a buscar trabajo. Sé tratar a las personas, no necesito que me paguen mucho, y me encanta el rock. –suelto todo rápidamente para así evitar la vergüenza.
Ahora su mirada cambia de desinteresada a una interesada. Mmm, creo que alguien es de varios temperamentos. Continúa mirándome hasta que habla con la voz más malditamente sexy y masculina de la tierra. JÁ! Sonrío mentalmente de una manera diabólica, Joshua, no eres el único perfecto, nene. Pienso. -¿Qué edad tienes?
-18, a punto de cumplir 19 –Miento ya que faltan unos cuantos varios-meses para que suceda eso.
- ¿Banda favorita? –suelta secamente.
- Guns N’ Roses y Radiohead –digo con demasiada seguridad y orgullo.
-¿Debbie Harry o Joan Jett? –me tenso completamente al escuchar el apellido de Joan, quién es la tía de Joshua. Pero creo que él lo toma como si la pregunta me complicara. –No sería capaz de responder eso. –respondo secamente lanzándole dagas con los ojos y suelta una carcajada que me eriza la piel. –Muy bien, no esperaba esa respuesta. Muchas chicas de tu edad no conocen siquiera Blondie, -dice mencionando a la banda de Debbie. –Yo no soy como “las chicas” –acentúo con mis dedos las comillas. –Sí, definitivamente no. Pero puedes comenzar cuando te apetezca.
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El Atractivo y la Gorda.
Romance¿Cómo tomarías el hecho de que tengas sobrepeso, y que tu nuevo vecino sea tan atractivo como si fuera el pecado en persona? Soy Frances, una chica apunto de cumplir 18 con problemas de peso, que luego conoce al ser más arrogante del planeta, llamad...