Ahora sí que me mareo. Realmente me mareo. Estoy tan tensa que de seguro en unos segundos se me acalambra toda la columna.
Intento soltar el agarre de Joshua de mis brazos, pero, no lo logro. Estoy demasiado mareada, sangrando, y casi sin fuerzas por la escena con Ashton.
-Suéltame! –susurro todavía con una mano en la frente y la otra siendo apretada fuertemente por la mano de Joshua. Cierro los ojos. No puedo mirarlo. Si miro esos ojos, todo volverá a mi mente. –Ya la escuchaste, suéltala –espeta Ashton demasiado frío y serio para mi gusto.
-¿Quién demonios te crees que eres? –responde Joshua mientras me suelta y se acerca a Ashton amenazadoramente. Aunque debo decir que Joshua tiene la apariencia total de un chico malo con esos tatuajes y vestido totalmente de negro, Ashton tampoco se queda para atrás. En ningún momento se inmuta por la voz con la que le responde Joshua o por cómo se le va acercando hasta que solo quedan unos centímetros que los dividen.
Si estuviéramos en una película, yo sería la princesa, y estos dos malditos idiotas serían los chicos sexys peleando por su dama, pero, no. La realidad es otra, y si no evito esto, enseguida se desatará una escena de película.
-Oigan! Par de machos alfas, ahora mismo no es un buen momento para demostrar quién es más fuerte y bonito, así que comiencen a parar con la ridícula escenita que me están ofreciendo… Joder! –grito mientras el dolor en mi cabeza se hace insoportable y me siento en una silla que no tengo idea de donde ha surgido.
-Es bastante claro que yo gano en los dos –habla Joshua con una sonrisa bastante arrogante que ya no me tomo la molestia de odiarla. Sería absurdo. –Eso lo veremos, Ken. –masculla Ashton y eso me saca una carcajada. Eso fue muy ingenioso. Luego de unos minutos más en que Ashton y Joshua se mataban con la mirada demostrando quién es más fuerte, y yo rodando los ojos; Joshua se gira para mirarme fijamente mientras se acerca. Me tenso. Mierda. ¿Por qué siempre me tengo que tensar? –Mala copia de Jack Sparrow, ¿podrías traer algún hielo a mi chica? –jadeo sonoramente al escuchar eso al mismo tiempo que Ashton cierra los puños fuertemente. -¿Quién te crees que eres? –le grito mientras me levanto de un salto de la silla. –Tu novio. –dice seriamente. Y lo miro como si tuviera dos cabezas. -¿Mi novio? Estás jodidamente bromeando? –continúo gritando y me gano dos pares de ojos que me miran fijamente. –Que yo recuerde, en ningún momento hemos terminado. –gruñe Joshua. –Oh, por supuesto que no grandísimo idiota, no tuve la oportunidad luego de aquel día en el lago mientras abrazabas tan emocionado a aquella chica perfecta frente a tu supuesta novia. –y ahora susurro. –Porque luego desapareciste. COMO SI TE HUBIERAS ESFUMADO DEL PUTO MUNDO. ¿Cómo así podría decirte todo? Imbécil –pero vuelvo a gritar y me alejo de él para ponerme detrás de Ashton mientras le doy la espalda. Con Joshua cerca, siempre mi lado vulnerable se expone en segundos, y no quiero eso. No otra vez.
-¿Qué quieres decir con eso? –pregunta Joshua y me doy la vuelta para enfrentarlo. Miro sus ojos, y en ellos puedo ver un poco de ¿dolor? ¿Ira? ¿arrepentimiento? No me importa. Ahora mismo, lo quiero tan lejos como pueda. –Que… -trago una bocanada de aire mientras lo último digo con la voz temblando y tan despacio, que dudo que lo haya escuchado. –que si luego de eso, hubieras ido a buscarme, cosa que no lo hiciste, EN MESES, hubiera acabado lo que alguna vez comenzó. Y ahora que tengo la oportunidad, ya te lo aclaro. No tenemos nada, Joshua Jett. –digo su apellido y se tensa. Sabe perfectamente que en casos extremos lo uso. –Sabías de mis inseguridades, sabías por todo lo que he pasado y aun así te hiciste el valor de abandonarme -susurro eso y es apenas audible. Miro a todos lados y veo que Ashton ya no se encuentra en la sala, hasta que siento su presencia detrás de mí. Sé que está bastante cerca, tan cerca que si me muevo un poco, mi espalda tocara su pecho. Me giro para verlo muy tenso con la mandíbula apretada, mirando fijamente en la dirección de Joshua.
-Frances. –escucho mi nombre ser pronunciado dolorosamente y me giro para fijarme que Joshua está pálido y con sus ojos tristes. –Necesito hablar contigo, por favor. Necesito explicártelo. -¿Explicarme qué? El hecho de que jamás me hablaste de ella, bueno, realmente eso no me importa. Pero sí me dolió el observar esa imagen de ustedes dos. Son perfectos, la pareja perfecta. Lo que tú y yo jamás seremos. Por favor, no me obligues repetirlo. Yo no.. yo no quiero eso. –digo mirando fijamente al piso, mordiendo tan fuerte mis labios que puedo sentir un sabor metálico. Las lágrimas amenazan con salir, y yo simplemente quiero estar lejos de él.
Se acerca hasta quedarse frente mío y me agarra suavemente con sus manos, mis mejillas; que ahora posiblemente están sonrojadas. Mi piel se eriza con su tacto. –Esto todavía no ha terminado, Frances. Y lo sabes –susurra tan bajo para que solo yo escuche, buscando mi mirada, que evita encontrarlos pero fallo rotundamente. –Te prometo que lo aclararé todo. Esta misma noche. En tu casa. –me besa en la frente y se va, no sin antes lanzar una mirada de odio a Ashton, que sigue detrás mío como mi guardaespaldas. –Oh Dios –murmuro mientras ahogo un grito y las lágrimas comienzan a salir. He tratado patéticamente de olvidarlo, y cuando estoy por lograrlo, él aparece. ¿Por qué hace eso? Es un maldito egoísta. Y caliente.
Estoy en problemas.
Me giro para mirar a Ashton, y veo que sigue observando la puerta por donde acaba de salir Joshua. –Ash.. Yo, yo siento todo lo que acaba de pasar. No quería que sucediera eso, no pretendía armar una escena con Joshua.. Pero, discúlpame por favor. No volverá a pasar nunca más te lo –me interrumpe.
-Tú lo amas. –afirma. Me quedo pálida, y vuelvo a tensarme. –Q.. ¿qué? –tartamudeo. –Que tú lo amas. Desde que lo viste, tus ojos tomaron un brillo que nunca antes había estado ahí. Hago una mueca. –Ira. –digo con un tono más que expresa duda que afirmación.
-No puedes mentirme. Recuerda que estuve aquí escuchando y observando todo. La manera en que lo hablas, denotaba dolor, pero tu miraba expresaba todo lo contrario. Tú lo amas. –dice vagamente como si no lo importara, mientras mira para otro lado. Evita mi mirada. Yo no puedo decir una palabra. Tiene razón, sigo amando al mayor idiota. Soy una total masoquista.
-Ahora ven, que tu frente comenzará a desangrarse, y no puedes morir. ¿Quién arreglará toda esta mierda? –comenta con un tono divertido en su voz, muy fingido. Lo miro raro. ¿Qué pasa con estos dos?
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El Atractivo y la Gorda.
Romance¿Cómo tomarías el hecho de que tengas sobrepeso, y que tu nuevo vecino sea tan atractivo como si fuera el pecado en persona? Soy Frances, una chica apunto de cumplir 18 con problemas de peso, que luego conoce al ser más arrogante del planeta, llamad...