capítulo 28: Miedo Interno.

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Elsa

No había tomado nada y ya quería caerme al suelo, las vueltas que Anna me había estado dando me dejaron muy mareada y no quería decirle nada porque, a diferencia de mí, ella sí estaba ebria.

Finalmente, cuando pude liberarme de su locura, me fui disimuladamente con Jack. Él estaba solo en un rincón contestando un mensaje en su celular, al verme una sonrisa se formó en su rostro.

Se ríe, – ¿Todo en orden?

Suspiro muy cansada. – Anna me va a dar un colapso si sigo bailando.

– Supongo que entiendes porque estoy tan alejado de ella.

En eso me extiende un vaso. El olor a fresa mezclado con alcohol hacía que me arda la nariz, no entiendo cómo puede tomar eso.

– No, no quiero.. Pero gracias.

– Sólo uno y ya.

– No me gusta.

Entrecierra los ojos, – ¿Es eso o porque tu garganta de niña pequeña no lo soportaría?

– Ambas. – dije sin rodeos y él se hecho a reír. – Es que en serio no bebo, eso debe ser fuerte.

– Y lo es. – le di una mirada de "lo sabía" – Pero esta es una noche entre amigos, tienes que divertirte sin miedos o nervios.

Incliné la cabeza a un lado, – ¿Me ves con miedos?

– Hmm.. Un poco. Sí.

Y entonces, llena de dudas y confusión dentro de mí, miro a nuestro al rededor como todos están súper ebrios y felices mientras bailan al ritmo de la música fuerte. Es ahí cuando una mezcla de orgullo y adrenalina entran en mí y dejo de pensar para después agarrar el vaso que, segundos antes, Jack me había querido dar.

Me lo tomé.

El sabor fuerte a alcohol dejaba a un lado el sabor a fresa. Mi garganta me ardía como los mil demonios y aún así me negué a tomar el vaso de agua que Jack se había dispuesto a traerme luego de ver lo que hice.

– No tan rápido, Elsa. – se ríe mientras le devuelvo el vaso vacío. – No me gustaría saber que te pusiste ebria por mi culpa.

Me reí, – ¿Tan culpable te sentirías si algo me pasa o qué?

– Obvio que sí.

El brillo en sus ojos y la sinceridad en su voz no sólo me dejó sorprendida, sino que también un poco feliz. Admito que tiene mucho talento para cautivar a las chicas, si yo estoy sintiéndome así otras en mi lugar.. Seguramente quisieran besarlo.

– ¿En serio? – actúe normal.

– Sí... – hace una pausa un poco nervioso y luego se rasca la nuca. – No sé, tal vez ya esté pasado de copas y te esté diciendo cualquier cosa. Pero no miento cuando digo que me preocupo por ti y que cuando dejaste de hablarme..

Al decir eso se quedó callado. Es como si quisiera seguir diciéndome lo que por dentro siente y luego algo lo detiene. Como si por un momento el chico arrogante y mujeriego que todos conocen simplemente desapareciera.

– No debes callar lo que sientes, Jack. – le sonrío y toco su hombro para que me mire. Al hacerlo, nuestros ojos se concentran los unos a los otros y él me sonríe para luego bajar la mirada al suelo. – Si estoy hablando contigo no es para juzgarte ni nada parecido. Créeme.

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