Malos entendidos

18 4 0
                                    

No consigo dormirme de nuevo. No puedo dejar de pensar en Chris. En la noche que hemos pasado juntos y en lo diferente que será hoy en el instituto.

No creo que pueda disimular y me empieza a dar miedo que todo el mundo se entere y que Chris tenga problemas.

- Has madrugado- mamá está en la cocina como si nada. No puedo creer cómo es capaz de dormir de esa manera. Supongo que debe de ser la costumbre de tantas guardias a lo largo de su vida.

- Sí, me he despertado pronto- el desayuno tiene buena pinta y yo mucha hambre.

Camino hacia el instituto esperando ver a Chris delante de mí como todos los días, pero no aparece.

Me encuentro con Katie, que me informa de los planes de esta noche y me va diciendo la ropa que piensa ponerse.

- ¡Mia! ¿Estás aquí? No me estás haciendo ni caso. ¿Qué buscas? – Vaya. Katie se ha dado cuenta de que estoy buscando a Chris.

- Sí, perdona. Es que no se me da muy bien lo de elegir la ropa, siempre me ayuda mi madre.

- Tu madre es genial, ojalá la mía se pareciese a ella. Esta tarde pasaré por tu casa para ayudarte a elegir la ropa.

Acepto su ayuda. No sé si estará mamá y no me fío de mí misma para arreglarme sola.

Entro en clase y es la primera vez en dos semanas que el pupitre de Chris está vacío. Nadie parece haberlo notado.

El profesor comienza la clase y llaman a la puerta. Es él y parece apurado. Ha venido corriendo.

- Llegas tarde, deberías ir al aula de castigo- Chris se queda parado y asiente para darse la vuelta- espera, es la primera vez este curso. Parece que te estabas reformando. Entra.

Chris entra aliviado y se sienta a mi lado sin mirarme. No sé cómo puede hacerlo, yo no puedo pensar en nadie más. Soy demasiado consciente de su presencia a mi lado.

No me habla, no me mira y está tenso, más de lo normal.

- ¿Estás bien? – pregunto en voz baja.

- Atiende al profesor- me dice con voz dulce. Eso me tranquiliza. Está como siempre.

Quiero saber por qué se ha retrasado. Parece preocupado. Me evita toda la mañana y no puedo hablar con él.

Mi oportunidad se presenta durante el entrenamiento de atletismo. Nos toca como pareja, que ya es algo habitual cada día. Nadie quiere ir con él y yo soy la nueva.

- ¿Qué ha pasado esta mañana? – pregunto mientras estiramos.

- Ahora no. Luego voy a tu casa- dice sin cambiar el gesto.

- Voy a salir con las chicas esta noche- le informo.

- Después- lo dice como si supiese que he quedado, no recuerdo haber hablado delante de él de mis planes.

- ¿Cómo te aviso?

- No te preocupes. Tengo que irme, tengo turno en el súper.

Sale corriendo del entrenamiento. El entrenador debe de saberlo pues le dice adiós con cordialidad.

Katie me está esperando a la salida para venir a casa.

Lleva una mochila con ropa y maquillaje y me parece exagerado.

Mamá todavía no se ha ido y viene a ayudarnos con la ropa y con el maquillaje.

Tengo la batalla perdida con las dos y termino disfrazada a su estilo.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora