Encuentros clandestinos

19 3 0
                                    

MIA

Va pasando la semana y estoy más centrada en los entrenamientos para la competición. Paso más tiempo con Chris, entrenando en el bosque.

Nos hemos visto un par de veces a escondidas y hablamos en clave por teléfono.

Parece un poco más relajado, pero seguimos manteniendo las distancias en el instituto. Allí prácticamente ni me habla.

El jueves aparece en mi balcón.

- Tu madre tiene guardia, ¿verdad? – pregunta con una sonrisa.

- Sí, llegará por la mañana.

- Te echo de menos. No soporto no poder hablarte- dice sentándose en la cama.

Me sorprende la confianza con la que se mueve siempre.

- Yo también te echo de menos.

Me siento a su lado y le cojo la mano. Él me sonríe y me mira con deseo. Me alargo hasta el cajón de mi mesita y le muestro un preservativo.

Me mira sorprendido y ríe antes de tumbarme en la cama.

- Vale, venía pensándolo, pero me alegra que tomes la iniciativa- dice quitándose la camiseta.

No me espero a que me desnude, me quito el pijama y me mira.

- No sabes cuánto te deseo- susurra casi sin aliento.

- No puedo estar a tu lado sin tocarte. El instituto es una tortura

- Pienso lo mismo.

Se tumba sobre mí. No dejamos de besarnos y tocarnos. Me tumbo sobre él y vuelve a sorprenderse, pero parece encantado con la situación. Le quito los boxer antes de que pueda reaccionar.

- ¿Puedo verte? – pido. Todavía no lo he visto desnudo completamente. Siempre lo hemos hecho a oscuras o con poca luz.

- Claro, aquí me tienes, todo tuyo- me dice sonriendo.

Me siento sobre sus tibias y lo observo. Él se queda muy quieto esperando.

Acaricio sus brazos y su pecho, bajando hacia su abdomen perfectamente definido.

- Eres perfecto- susurro.

Él parece que no respira. No dice nada.

Sigo bajando y le miro a los ojos. Veo deseo en su mirada. Sin pensar, le acaricio y noto en mi mano como crece su deseo.

- Me toca- dice de repente cogiéndome y tumbándome en la cama. Me quita las bragas y se sienta igual que estaba yo.

Repite mis caricias y entiendo por qué no podía respirar. Me toca y solo deseo que entre en mí, pero se está haciendo de rogar. Parece que juega conmigo.

- Chris, te necesito- suplico.

Se tumba sobre mí y entra mientras me besa con ternura.

Estoy descansando sobre su pecho. Los dos abrazados en mi cama.

- Mia, te quiero- me dice al oído- No espero que me correspondas todavía, pero necesito que lo sepas. Creo que eres la única que confía en mí además de la familia de Luke, pero ahora no puedo estar con ellos.

- Creo que yo también te quiero, lo que siento por ti, no lo he sentido nunca por nadie.

No dice nada, solo me abraza.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora