CAPÍTULO 22

17 3 0
                                    

MIA

Creo que no he agradecido a mamá lo suficiente que hiciese lo posible para dejar que estuviera con Chris en casa de Katie.

- Bueno, tampoco fue algo totalmente altruista. Jason pasó aquí la noche- me lo cuenta como si me pidiera permiso.

- Mamá, Jason puede venir cuando quiera, creo que no debe preocuparte que esté yo o no. Me parece muy bien que hagas tu vida. Eres una mujer joven y muy guapa. Tienes que ser feliz y si Jason te hace feliz, a mí me parece genial.

- ¿Cuándo te has hecho mayor? – Me pregunta dándome un abrazo.

- Creo que a lo largo de los últimos diecisiete años.

De camino al instituto veo que Chris aminora el paso para encontrarme en el semáforo de siempre.

- No digas nada, escóndelo con disimulo- susurra y me da un sobre de papel.

No tengo tiempo ni de responder, comienza a caminar rápido y se aleja de mí.

Me quedo con el sobre en la mano y lo guardo en el bolsillo de mi chaqueta. Entro al instituto y voy directa al baño. Tengo dos minutos para leerlo sin llegar tarde.

"No vamos a poder vernos en toda la semana. Lissy ha complicado mucho las cosas en casa y mi padre sospecha. Perdona que las cosas sean así, pero volver al internado me da pánico. Di a Katie que avise a su padre, que no haga nada de momento, al menos que pase la competición de este fin de semana. Pase lo que pase, recuerda que siempre serás solo tú."

Odio a esa niña. No tiene derecho a complicarle la vida. Imagino que habrá estado intentando convencerlos de que estamos juntos o algo parecido.

Hablo con Katie y le enseño la nota a escondidas antes de entrar en clase. Envía un mensaje a su padre en ese mismo momento.

- Katie, Chris piensa que, si su padre se enfada, no le dejará competir. Intenta que tus padres lo entiendan. Os lo está pidiendo él.

- Pero, es tan injusto- dice enfadada- ¿Qué tiene de malo que estéis juntos? ¿por qué no quiere que sea feliz?

Entramos en clase y Chris ya está sentado en su sitio. Parece muy serio, ni siquiera me mira y se comporta así durante toda la mañana. Incluso en la clase de economía parece distante.

Durante la última clase, nos rozamos sin querer y se aparta. Se pone en pie y pide permiso para salir de clase.

¿Qué le está pasando? Quiero aferrarme a la última frase de su nota. "Pase lo que pase, siempre serás solo tú", sin embargo, ahora mismo me suena a despedida.

No viene al entrenamiento, que para mí es desastroso y tampoco lo veo en el súper gracias a Luna y el cambio de horarios.

No me gusta trabajar con ella. Intenta evitar sus tareas y acabo trabajando por las dos.

- Mia, ¿está todo bien? – me pregunta mamá durante la cena- Pareces un poco ausente.

Desde luego que mi estado de ánimo de hoy contrasta con la felicidad que sentía ayer después de haber pasado el fin de semana con Chris.

- No sé lo que le pasa a Chris, creo que tiene problemas y me ha dicho que no podemos vernos y ni siquiera me habla en clase.

Le cuento lo ocurrido en la última clase y lo que ha hecho Luna en el súper para que nos cambien los horarios.

- Sabes que no hace falta que trabajes, podemos apañarnos. Si no te sientes bien allí, céntrate en estudiar y en tus entrenamientos.

Mamá siempre me ha dicho lo mismo. Que no necesito trabajar, pero yo no quiero ser una carga para ella y ahora me gustaría poder mantener mi coche. Quiero ahorrar algo para la universidad y que no tenga que pagármelo todo.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora