CAPÍTULO 21

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MIA

Estoy deseando llegar a clase para ver a Chris otra vez. No sé nada de él desde el viernes y quiero contarle que tengo un coche nuevo que he dejado en casa resistiendo la tentación de conducirlo hasta el instituto.

Como siempre, ya está sentado en su sitio cuando llego. Agachado buscando algo en la mochila. Levanta la cabeza y lo veo.

Está guapísimo. Este fin de semana ha tomado el sol y sus ojos todavía destacan más. Me pregunto si habrá elegido a propósito esa camiseta que le sienta tan bien y que deja ver los músculos de sus brazos.

- Hola, ¿qué tal el fin de semana con tu padre? – me pregunta antes de que me siente.

- Bien, muy bien. Me ha regalado un coche- añado esto en voz baja, no quiero perder la excusa de que me lleve a casa después el súper.

- ¿de verdad? – parece decepcionado al escucharlo.

- Podremos alternar el coche para ir al súper- sugiero.

- No sé si fiarme de ti conduciendo. Ya he visto lo torpe que eres caminando.

Es su manera de hacer bromas. Lo dice muy serio, pero parece que ríe por dentro.

- ¿Cómo te ha ido en la playa?

- Podría haber sido peor.

En ese momento vemos entrar a Pete en clase después de su semana de expulsión. Chris lo mira desafiante.

- Déjalo- susurro. Instintivamente le pongo la mano en el brazo.

Se sorprende y me mira advirtiéndome que lo quite.

- Perdón- niega con la cabeza mirando a su alrededor como si comprobase que nadie lo ha visto.

- Empieza la clase. Atiende.

Estoy encantada con mi nota de economía. Nunca he sacado más de un aprobado y he conseguido un notable. Veo cómo me sonríe disimuladamente al verlo. Me enseña su sobresaliente orgulloso.

- Eres un presumido- le digo seria.

- Enhorabuena, la mitad de la clase ha suspendido- me dice en voz baja.

- Sin tu ayuda no habría podido aprobar.

Va pasando la semana entre clases, entrenamientos y turnos en el supermercado.

Intentamos robarnos besos a escondidas en el vestidor del súper o en el camino a casa. Hemos llegado al acuerdo de alternar quién lleva el coche y parece que a su padre no le parece mala idea.

- El sábado vamos a hacer una barbacoa en casa. Mi padre ha invitado a tu madre y a ti- me dice Katie el jueves- también vendrá el Doctor Prescott y vienen mis hermanos.

A Katie le encanta cualquier plan que incluya a sus hermanos. Nunca había visto una familia tan unida como ellos.

- Tengo turno en el super por la mañana.

- Bueno, vienes cuando termines.

En el súper Kelly me informa de un cambio en los turnos. Me pasa los nuevos y veo que Chris y yo ya no coincidimos prácticamente ningún día.

- Kelly, ¿Ha pasado algo? – pregunto al verlo.

- No he querido deciros nada porque, aunque me parece evidente que entre vosotros dos parece que hay algo, trabajáis muy bien juntos y os comportáis con mucha discreción, pero hay una política bastante estricta en cuanto a las relaciones personales entre los empleados.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora