A la carrera

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MIA

Nos despiertan a las seis y media para desayunar. La competición empieza a las nueve.

Por la mañana solo tengo que correr los 400m, pero esta tarde son los 800 y los 1500 y, mañana por la mañana, los 400 metros vallas y los relevos de 4x400.

Chris correrá hoy todas las de velocidad, esta tarde los 100m vallas y mañana los relevos.

Es el único que parece tranquilo en el comedor que no tiene nada que ver con el alboroto de la noche anterior. Casi todo el mundo guarda silencio.

- Podéis dejar de mirar a los chicos y concentraros- escucho decir a uno de los entrenadores de otro equipo a sus chicas, que se habían girado todas al ver pasar a Chris.

Está en mi mesa y lo veo comer como si no hubiese comido en meses.

- ¿Podrás correr comiéndote todo eso? – le pregunta Ray.

- No podré si no me lo como- responde bebiéndose un vaso de zumo de un trago.

Realmente casi todo es fruta, con unas tostadas y zumo.

Lo veo calentar y nunca lo he visto tan concentrado en nada. Es como si no estuviera aquí.

Repite los movimientos a cámara lenta una y otra vez.

Todas lo miran, pero es como si él no fuera consciente. Admiro su capacidad para concentrarse en lo que le importa.

- Mira, aquí llegan los ojeadores de las universidades- me dice Tiffany.

No es la primera vez que los veo, pero sí que es la primera vez que me importa. Sé que no conseguiré una beca con mis notas.

Yo todavía no he comenzado a calentar, todavía me falta más de una hora para mi prueba.

- Mira, está ahí- dice uno de los ojeadores a otro.

- Tendría que estar en el preolímpico. Fue una pena que no compitiera el año pasado- dice el otro.

- Ahora hay que ver cómo está después de un año sin competir.

- Ahora lo veremos. Si es como yo creo. Me han dicho que haga lo posible por llevármelo.

- Si es como tú crees, no lo tendrás fácil. Tendrá más ofertas y no te lo dejaremos así como así- los dos hombres ríen.

No tenía ni idea de que podía haber estado en el preolímpico. Él no me lo ha dicho.

Su primera prueba son los 100m y gana con facilidad, Ray queda el tercero por detrás de Kallaghan, que felicita a Chris al llegar a la meta.

Todos los que estamos esperando, celebramos la victoria de nuestro equipo y los dos se acercan a nosotros.

El entrenador los felicita primero y les pide que se preparen para la prueba de los 200m.

- ¿Qué tal con Kallaghan? – pregunta el entrenador.

- Creo que puedo con él en las de velocidad. Ha crecido y creo que es menos rápido- dice Chris con confianza.

- No te confíes.

Yo he empezado a calentar y los veo preparados para los 200. Estoy con Carol y con Tiffany. Aprovechamos para estirar y ver la carrera.

Esta vez gana con más ventaja. Va aumentando la ventaja a medida que aumenta la distancia.

Me siento orgullosa de él y no sé el motivo.

Va consiguiendo puntos para nuestro instituto y facilitando el pase a la final para el interestatal.

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