CAPÍTULO 31

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MIA

Hemos llegado al final de curso. Nuestra ceremonia de graduación. Hemos terminado el instituto y espero nerviosa junto a todos mis compañeros que todo empiece.

Me abrazan por detrás y sonrío.

- Ya estamos aquí, llegué a pensar que no lo conseguiría, pero estabas tú- Chris me susurra al oído. Sigue haciéndolo como antes, como siempre y me vuelve loca.

La voz de la directora nos interrumpe llamándonos a todos para que ocupemos nuestros sitios.

Veo a mamá sentada sonriéndome y, junto a ella está Jason que, después de unos meses de ir y venir de su apartamento a nuestra casa, se decidió a mudarse con nosotras por un motivo que ya empieza a ser evidente. Voy a ser una hermana mayor.

También está mi padre, al que ya no llamo idiota tan a menudo, junto a Kaitlin y Junior, que me saluda agitando las manos de manera exagerada.

Todo ha cambiado mucho desde diciembre.

El primer día que Chris y yo entramos juntos al instituto, cogidos de la mano, comenzaron los rumores y los comentarios sobre las apuestas de los chicos.

No me importaron en ningún momento porque Chris estaba a mi lado y era feliz, los dos lo éramos.

Paso un par de mese en casa de sus abuelos, hasta que se decidió a hablar con su padre y aclarar las cosas. Ahora vuelve a vivir en la casa de al lado, con su padre, Kath y las dos niñas y, aunque Lissy sigue siendo una pequeña bruja, ya no le hace caso y parece casi un juego entre ellos. Rosalyn le adora. La niña saltó a sus brazos el día que Chris volvió a casa y le confesó que había entrado en su habitación cuando se fue al internado y que había leído su ordenador. Ella fue la que me envió el correo electrónico que se quedó en la bandeja de salida cuando John fue a buscarlo porque, confesó, quería a Chris en casa y supo que yo iba a ayudarlo.

No quise ir en navidades a ver a mi padre, no quería alejarme de Chris, pero vinieron ellos y tuvimos una cena muy rara en casa con mamá, Jason, mi padre, Kaitlin y Junior y, fue especialmente extraña porque lo pasamos bien.

En enero ya no había rumores, todos se habían acostumbrado a vernos juntos y ya no eran grupos de chicos y chicas, pues Ray y Katie habían comenzado a salir juntos y, bueno, ahora nos habíamos convertido en algo así como una pandilla de amigos.

Competimos en el interestatal y no ganamos como equipo, pero quedamos terceros y pude presentar a Chris a mis amigos de siempre.

Los dos tuvimos ofertas de universidades con becas muy interesantes sobre la mesa y acordamos decidir libremente, sin influir uno en el otro, pero el destino volvió a jugar con nosotros.

Él tenía muy claro desde pequeño en qué universidad quería estudiar, en la misma que sus padres, en la ciudad en la que se quedaron a trabajar, se casaron y formaron su familia y, en la que ambos murieron y yo, bueno, sé que mamá ya no está sola, pero no quiero separarme de ella ahora que voy a tener un hermanito, quiero formar parte de su vida.

El resultado de todo es que los dos nos quedamos en casa, bueno, yo me quedo en casa de momento y Chris se mudará con Luke al inicio de curso, pero estaremos juntos.

Comenzaremos la universidad en septiembre, pero eso quizá os lo contaré en la segunda parte.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora