CAPÍTULO 18

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MIA

Estoy deseando que llegue el jueves para que Chris vuelva a clase.

Todavía me queda un día por delante. No he vuelto a verlo desde el lunes por la noche.

Ayer dejé los deberes en su casa, los recogió Kath y me dijo que estaba trabajando.

Quiero que pase el tiempo rápido para que llegue la hora de ir al súper. Coincidimos los miércoles por la tarde.

En el entrenamiento muestro mi enfado con el resto del equipo por irse a una fiesta la noche antes de jugarnos la clasificación. Intento hablar con ellos antes de que lleguen los entrenadores. Quiero taparlos y no meterlos en un lío, pero no voy a dejar que pongan en juego la temporada por ese tipo de tonterías.

- Tendríais que replantearos vuestros objetivos. Para la mayoría la beca de la universidad depende de esta temporada. No creo que sea momento para pensar en fiestas en mitad de una competición- todos me miran serios. El que no quiera ganar, que sea honesto y que se retire del equipo. El domingo hicimos el ridículo en los relevos y el sábado en los saltos. Si no mejoramos no pasaremos la siguiente fase. Sé que soy la última en llegar, pero mi objetivo es ganar con vosotros.

Nadie dice nada, pero algunas caras me dan la razón y la mayoría asienten.

Es el mejor entrenamiento en lo que llevamos de curso. Todos parece que están más centrados.

En le súper nos dejan salir antes compensándonos las horas del lunes.

- Mia, tengo que pedirte un favor- me dice Chris de camino a casa- prometí a Kath que iría a la playa este fin de semana y necesito que alguien me haga el turno del sábado. He hablado con Kelly y Layla le ha pedido cambiarlo a la mañana, si pudieses hacerme la tarde.

- Claro, yo lo hago- me mira.

- Tendrás que doblar.

- Ya. No pasa nada. Tú estás haciendo todos los turnos de Luna esta semana por mí. Puedo hacerte una tarde el sábado.

- Gracias, sabes que preferiría no ir, pero fue la condición para que me dejasen ir a la competición.

- De verdad que no pasa nada. No tengo planes para el fin de semana.

Llego a casa una hora antes de lo habitual y escucho a mamá hablando con alguien, con un hombre

- Mamá, estoy en casa- digo desde la puerta para avisar.

- ¿Mia? Llegas pronto- parece nerviosa.

- He salido una hora antes por la que hice el lunes- hago tiempo dejando mis cosas antes de entrar a la cocina. Veo a mamá y a un hombre sentados en la mesa de la cocina sin nada delante. Ni siquiera café. Los he pillado.

- Mia, te presento a Jason, es un compañero de trabajo, estábamos revisando un caso.

El hombre se pone en pie. Es guapo y amable. Debe de ser de la edad de mamá, al menos no aparenta tener más de cuarenta años.

- Hola Mia, encantado de conocerte. Tu madre me ha hablado mucho de ti.

- Un placer. Espero que no te haya contado muchos secretos- bromeo y él ríe.

- No, tranquila. Solo me ha dicho lo orgullosa que está de ti- miro a mamá que se sonroja.

Esto es nuevo. Mamá en una situación que no está bajo su control. Creo que voy a divertirme a su costa.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora