CAPÍTULO 27

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CHRIS

Me despierto temprano para ir a entrenar con Mia. Va a ser el primer rato que estaremos juntos en toda la semana y no puedo evitar estar nervioso.

Justo cuando me dispongo a salir, mi padre me coge del brazo.

- ¿Dónde crees que vas?

- Voy a entrenar al bosque.

- Ni lo sueñes. Dame tu teléfono.

- Lo he dejado arriba.

- Bájalo.

- ¿Qué pasa?

- Bájalo

Tengo un mal presentimiento que se confirma cuando entro de nuevo en la cocina y veo allí a Lissy sentada con la cabeza muy alta.

No puedo decir nada. Entrego el teléfono a mi padre.

- ¿Cuánto tiempo has estado mintiendo? ¿Así es cómo pretendes que confíe en ti?- Me enseña el teléfono de Lissy con el video en el que salto la valla.

No tiene nada, voy a negarlo todo hasta que veo la siguiente foto. Somos Mia y yo besándonos en el bosque.

- Te dije que nada de chicas.

- Ella no es una chica más. Está solo ella, te lo prometo.

- No me valen de nada tus promesas. Se te han terminado las tonterías. Te vas ahora mismo.

- ¿Qué? No puedes hacerme esto. Lissy, ¿por qué lo haces?

- Déjala, ella no es la culpable de tus mentiras.

- ¿Te ha dicho toda la verdad? A lo mejor la que debería ir a un internado es ella.

- Ya le he explicado que intentaste que no se lo enseñase chantajeándome.

- ¿Qué? No puedes creerla- estoy fuera de mí- ¡No mientas!

- ¡Ya está bien! Ve a recoger tus cosas, nos vamos.

- ¡Eres una psicópata! ¡Me expulsaron por defenderte!

Mi batalla está perdida de antemano. Mi padre me empuja hacia las escaleras.

- Mia me está esperando- No creo que eso ayude, pero se me parte el alma imaginándola esperándome al pie de la colina.

- Esa niña es una golfa más. No vas a volver a verla, nunca. No pisará más esta casa

¿Cómo se atreve Kath a meterse en esta discusión?

No tengo tiempo a responder, mi padre me arrastra hasta la buhardilla y me encierra allí.

- Ve recogiendo tus cosas.

No pienso hacerlo. No me voy a ir de esta casa.

Ha pasado una hora y sigo aquí, sentado en la cama llorando. Todo se ha terminado.

Si me lleva ahora al internado, se acabó todo, no me graduaré, no iré a la universidad, perderé la beca. Mia, no la veré más y todo lo demás deja de ser importante.

Si me escapo de casa, me libraré del internado, pero también perderé todo lo demás.

Escucho voces en la calle. Es Mia que ha venido a buscarme. Tengo que hablar con ella. necesito verla.

Consigo abrir la trampilla con una navaja. No es la primera vez que me deja encerrado y aprendí a abrirla hace tiempo, solo que me lleva un buen rato conseguirlo.

Latidos SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora