1) Embrujado

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Pocos jóvenes se encontraban en el club de las eminencias, el profesor Horace Slughorn daba clases particulares a los más destacados y sobresalientes.

- haré té - se ofreció amablemente Lixabeth Rosier, una joven hermosa y muy particular.

Los demás alumnos seguían hablando cómodamente con el profesor, nadie se percató de lo que la prefecta de Slytherin planeaba.

- aquí tienen - dijo colocando cada taza delante de cada persona, específicamente ordenadas.

Continuaron con la clase mientras bebían el té, Lixabeth no pudo evitar mirarlo.
Tom tomó el té y sintió un rico olor a pergaminos.

- ¿Pasa algo, Tom? - preguntó el profesor y Tom negó con la cabeza.

- no señor - emitió educadamente y continúo bebiendo ese té que le resultó tan rico.

- nos vemos mañana jóvenes, vayan directo a sus cuartos - los chicos tomaron sus cosas y comenzaron a irse del aula.

- Rosier ¿Podemos hablar? - preguntó Tom deteniéndo a la joven dama.

- claro - dijo simplemente y salieron del aula dirigiéndose a la sala común de su casa.

Ambos prefectos de Slytherin caminaron hacia su casa, Lixabeth es al igual que Tom, una joven muy talentosa e inteligente.
Su especialidad son las pociones.
Es una joven de quince años, cabello rubio, dorado como el sol, cambia ligeramente a rojo cuando está de mal humor, sus ojos son de un azul mar, tan profundos e intensos.
Sus facciones son perfectas, sus curvas bien definidas y es una chica muy deseada por la mayoría de hombres.

- ¿Que sucede Tom? - preguntó haciéndose la tonta ante la situación, Tom sintió un calor repentino y ganas de besarla.

- tengo calor - admitió él sacudiendo su rostro con sus manos.

- ¿Era solo eso? - ella lo miró incrédula y suspiró molesta.

- n-no, es que yo... - él no supo que decir así que no dijo más nada.

- iré a dormir - ella dió media vuelta para irse pero él la tomó por la cintura y la pegó a su cuerpo.

- eres hermosa, quiero besarte - susurró con la voz más ronca y ella abrió sus ojos asustada.

Le había dado la poción pero no con ese fin, esperaba que él quedé enamorado de ella.
No que la desee sexualmente, ¿Se habrá pasado? Lixabeth se había equivocado en un ingrediente, puso demás y eso causó otro efecto en Tom.

- de-debo irme - logró decir la chica que moría de nervios e intentó zafarse de su agarre pero él no la dejó.

- te espero en mí cuarto, no tardes - susurró Tom en su oído y dejó un beso en su mejilla.

Tom se fue como alma que lleva el diablo, mientras ella intentaba recuperar el aire.
Esto no era lo que esperaba, ¿Estaba mal aprovechar la falla de la poción?
Sacudió su cabeza y corrió hacia el cuarto de las niñas Slytherin.

- Druella - pronunció buscando a su hermana, la cual dormía plácidamente ¿Pero que hacía durmiendo? Pensó Lixabeth.

Se arrodilló frente a la cama de su hermana y la sacudió levemente, necesitaba su ayuda.

- ¿Que? - susurró su hermana abriendo los ojos lentamente.
Lixabeth tragó saliva y la miró algo asustada a su reacción.

- le di la poción... - soltó haciendo que su hermana se siente de un salto en la cama.

- ¡¿Que?! Ya hablamos de esto, Lix no puedes jugar con los sentimientos de una persona, que sepas hacer las pociones no quiere decir que puedas usarlas -los ojos de Lixabeth se llenaron de lágrimas y una resbaló por su mejilla.

Amortentia (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora