10) Cubriendo por conveniencia

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Ambos jóvenes se separaron al quedar sin oxígeno, Lixabeth sonrió ampliamente pero Tom la miró serio, no entendía el motivo de su sonrisa.

- ¿Quien dijo que yo quiero ser tu amante? - espetó molesto y Lixabeth sintió vergonzoa.
Ella misma se levantó y sus cabellos se tornaron azules con verdes.

- l-lo siento - susurró y quiso salir corriendo pero Tom la tomó del brazo y la detuvo.

- ¿Puedes explicarme los cambios de color en tu cabello? - Lixabeth se puso roja de la vergüenza y tocó su cabello.

- no, no debería - susurró con la mejillas rojas y Tom frunció el ceño, él quería saber porque cambiaba seguidamente.

- lo voy a averiguar Rosier, es muy curioso como cambia de la nada misma - los cabellos de Lixabeth se tornaron verdes y Tom sonrió ampliamente.

- no, por favor no lo hagas - rogó con miedo y Tom acarició su cabello.

- el verde es miedo, también puede ser desesperación - susurró analizando las escenas dónde lo vió color verde.

- mí hermano sabe controlarlo, es horrible que todos tus sentimientos se vean en tu cabello - ella bajó la mirada triste y su cabello se tornó azul.

- azul es tristeza o angustia - continúo él y ella frunció su ceño, ¿Para que quería saber eso él? Lixabeth comenzaba a sentirse molesta con Tom.

- deja de adivinar mis sentimientos - dijo molesta y su cabello se tornó rojo, Tom sonrió más que contento al darse cuenta.

- rojo es enojo o furia - susurró riendo y ella apretó sus puños con fuerza.

- ¡No soy un maldito fenómeno! - gritó harta y Tom la tomó de la cintura.

- haber que color es ahora - la besó bruscamente y bajó sus manos a las caderas de la chica.
Lixabeth sintió vergüenza pero luego correspondió.

Tom se separó de ella y miró su cabello, por unos segundos se volvió violeta pero luego fue azul intenso.

- no soy un juego, no juegues conmigo y mis sentimientos - susurró antes de transformarse e irse volando.

Tom vió como el ave se fue y suspiró, esa chica era distinta a todas las compañeras de casa.
Parecía derramar dulzura y ternura constantemente.

- ¿Abraxas sabe de esto? - preguntó una voz a sus espaldas y Tom giró rápidamente.

- ¿Porque sabría? No hay nada que saber, solo bese a tu hermana, nada más - quiso alejarse y no hablar más pero Vladimir lo siguió.

- ¿Solo la besaste? No eres de esos Tom, a mí no me mientas - Tom se detuvo y miró a su amigo.

- ¿Que insinúas? - Vladimir sonrió ampliamente y acarició su mentón como pensando en algo.

- no diré nada, si vuelves a hacerme mis favores - propuso y Tom frunció el ceño -

- ¿Me vas a cubrir por conveniencia? - preguntó queriendo reír de la estupidez de su amigo.

- vamos Tom, sé que mí hermanita te gusta, la muy estúpida es linda y más de uno le tiene el ojo puesto - inconcientemente los puños de Tom se cerraron con fuerza.

- ¿Y a mí que? Ella puede hacer lo que le venga en gana - Tom comenzó a caminar de nuevo pero Vladimir volvió a hablar.

- entonces ¿No te molestará que Abraxas la obligué a tener sexo con el? Es más, ya estará con ella - los intensos ojos oscuros de Tom se clavaron en los de Vladimir y frunció el ceño fuertemente.

- es su prometida, no es asunto mío - contestó dando media vuelta y se marchó.
Vladimir maldijo a su amigo, necesitaba que lo ayude a borrar la memoria de las chicas que abusaba por las noches.

Lixabeth pasó de largo su sala común y fue directo a su cuarto, hoy tampoco tenía hambre y solo quería estudiar.
Se quitó su túnica, los zapatos, la corbata, tomó sus pergaminos y comenzó a hacer lo que no terminó en clase.

Las horas pasaban y ella miraba constantemente su chimenea, tenía la ilusión de que Tom llegue.
Suspiró resignada y guardó sus cosas, eran altas horas de la madrugada así que todos debían dormir.

Salió de su cuarto y bajó las escaleras hacia la sala común, necesita agua.
Oyó voces y frunció su ceño, ¿Hay personas despiertas aún? Se asomó y vió en los sillones a varios chicos.
Entre ellos estaban Vladimir, Avery, Mulciber, Lestrange, Abraxas, Tom y dos chicas.

- ¿Se te perdió algo? - preguntó su hermano haciendo que todos se giren a verla.
Tom cambió su semblante a serio y Abraxas sonrió ampliamente.

- no la molestes - dijo la chica castaña y Vladimir rodó los ojos, Lixabeth notó que estaban bebiendo y algunos de ellos se notaban ebrios.

- ¿Que pasa princesa? ¿No puedes dormir? - Abraxas se levantó casi cayendo sobre Melanie y se acercó a Lixabeth.

- so-solo quería agua - susurró avergonzada y evitó mirar a Tom, él en cambio tenía sus ojos clavados en ella.

- aquí tienes - le ofreció la castaña y ella lo tomó timidamente.

- Black deja de tratarla como a una niña, ya es grande - Vladimir regañó a la y está se molestó.

- me iré a dormir - murmuró Melanie y se fue molesta con Vladimir.

- yo también - Avery se fue seguido de Mulciber, Lestrange y la chica extraña para Lixabeth.

- ¿Estás mejor? - preguntó Abraxas y la rubia asintió.
Dejó el vaso sobre la mesa y quiso irse pero los brazos del rubio la rodearon impidiendo que lo haga.

- Tom ¿Sigues sin aceptar mí propuesta? - susurró Vladimir y Tom frunció su ceño.

- claro que sigo sin aceptar la estúpida propuesta, ella no me interesa - contestó él pelinegro de igual modo.

- como digas - Vladimir se puso de pie y le sonrió a Abraxas - no hagan mucho ruido, cuñado - palmeó el hombro del rubio y se fue.

Quedó un ambiente tenso en la sala, Tom bebió lentamente el whisky y evitó mirar a Lixabeth.

- ¿Escuchaste eso? Será mejor que no grites tanto - susurró Abraxas en el oído de la rubia y ella sintió escalofríos.

- ¿Que? ¿Porque? - preguntó sin entender y Abraxas carcajeó sonoramente.
Tom la observó y notó el cabello de la joven tornarse verde.

- eres tan inocente - susurró roncamente y besó el cuello de la chica haciéndola dar un salto del susto.

- A-abra-xas - tartamudeo la chica con sus cabellos intensamente verde.

- vamos, aquí no - el rubio la jaló con él escaleras arriba y ella miró con súplica a Tom.

Tom la miró serio y vió como su cabello se tornaba azul con verde.
Lixabeth estaba asustada y se sentía triste porque nadie la ayudaría.

Abraxas la adentró a su cuarto y cerró la puerta con seguro, ella intentó sacar su varita pero él se la quitó rápidamente.

- lo haré suavemente princesa, no tengas miedo - él levantó el mentón de la chica y la besó suavemente.

A pesar de la delicadeza que él tenía con ella, Lixabeth no paraba de llorar.

- no quiero, déjame - insistió una vez más y él frunció su ceño.

- te dije que seré suave - susurró besando su cuello y la tiró sobre su cama, ella intentó alejarse pero Abraxas ató sus manos a la cama.

- aún no estoy preparada - suplicó una vez más entre lágrimas y él sonrió ante tanta ternura.

- eres demasiado dulce para esta vida, debes aprender que no todo es bueno - sonrió ampliamente y besó nuevamente sus labios.

Tom solo continúo bebiendo y tratando de no hacer una estupidez.

Amortentia (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora