5) Tentación

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Los besos de Tom iban en aumento de temperatura, caminó hasta hacer que la espalda de Lixabeth choque con la pared.
Bajó sus manos a los muslos de la chica y alzó sus piernas haciendo que las enrede en sus caderas.

- Tom...es-pe-ra - jadeó la rubia entre besos y él se apoderó de su cuello, succionó la piel y mordió provocando los gemidos de la chica.

- te haré mia aquí mismo - susurró con la voz ronca, la pasión y el deseo lo estaban cegando.

- Tom detente por favor - susurró con la voz agitada pero Tom estaba entretenido con el cuello de la joven.

Un gemido agudo salió de la garganta de la chica cuando mordió su cuello fuertemente.
Tom la miraba fijamente, disfrutando de la imagen de Lixabeth totalmente excitada.

- ¿Te gusta? Imagina lo que será tenerme dentro, te haré mia aquí mismo mí amor, por fin mía - dejó de besar su cuello y buscó los botones de su pantalón.

- Tom espera por favor, aquí no - dijo ella en un susurro.

- ¿Porque? Quiero que seas mía - contestó él, acariciando las piernas de Lixabeth.

- será mí primera vez con un hombre, quiero que sea especial - Tom la miró por unos segundos y luego sonrió ampliamente.

- lo siento mí amor, me deje llevar - acomodó la ropa de ella y la bajó de nuevo al suelo - lo haremos muy especial, ¿De acuerdo? Te trataré como a una princesa - besó los labios de ella con suavidad y acarició su mejilla.

Cuando se quedaron sin aire, se separaron y sonrieron.
Debían volver a sus cuartos antes de ser descubiertos.
Lixabeth tomó el libro que Tom le dió y ambos marcharon hacia su casa.

Al llegar a la sala común vieron a Vladimir sentado en el sillón solo, bebiendo su whisky de fuego.

- ¿De dónde vienen? - dijo con altanería y Tom sonrió ampliamente.

- ¿Te importa? No sabía que debía darte explicaciones Rosier, ¿Pasó algo con tus brujitas y quieres que te ayude de nuevo a borrar sus mentes? - Vladimir lo miró con asombro y Lixabeth abrió sus ojos enormemente.

- ¿De que hablas? ¿Cómo que borrar sus mentes? - cuestionó Lixabeth y Vladimir la tomó del brazo con fuerza.

- no te metas Lixabeth - advirtió y Tom sacó su varita de inmediato.

- Expelliarmus - hizo volar a Vladimir con fuerza lejos de ellos, Vladimir cayó de espaldas y se quejó adolorido.

- Tom, detente - suplicó Lixabeth pero Tom fue a tomar del cuello a Vladimir.

- vuelve a tocar a Lixabeth y eres hombre muerto Rosier, estás advertido - soltó bruscamente a Vladimir y guardó su varita.

- ¿Porque la defiendes? - preguntó y Tom se giró para mirarlo a los ojos.

- porque la amo - dijo sin vueltas y tomó la mano de Lixabeth.

La llevó escaleras arriba y la dejó en su cuarto, Lixabeth no dijo nada, se había quedado sin palabras al ver tal escena y oir lo que dijo Tom.

- hasta mañana mí amor, te amo - besó sus labios lentamente y se alejó con una sonrisa enorme.

- también te amo - susurró Lixabeth pero Tom ya se había ido.

La joven se encerró en su cuarto y se cambió para dormir, pero antes de dormir leyó un poco el libro que Tom le dió.
Habían muchos hechizos malos, sobre todo, los imperdonables.
Lixabeth se vió tentada a aprenderlos pero solo aprendió uno que le gustó.

Legeremancia: es la habilidad de leer mentes sin permiso.
Mediante la cual se puede confundir a la persona, creando sucesos y recuerdo que no fueron reales.

Terminó de leer y dejó el libro, ella pensó que sería genial poder leer la mente.
Podría leer la mente de Tom cuando ya no tenga su poción.
¿Él la amaría igual?

Luego recordó lo que dijo Tom, ¿Él le borra la mente a las chicas que salen con Vladimir?
Eso era terrible, Lixabeth no lo podía creer.
¿Él le borraría la mente a ella si se entera de lo sucedido?

- esto está mal - susurró viendo el libro tenebroso.
Lo tomó y fue directo a su chimenea, con su varita prendió fuego y tiró el libro allí.

El libro se fue consumiendo y salió una llama negra que explotó, Lixabeth cayó de espaldas en el suelo y el fuego se apagó solo.

La rubia miró con asombro las cenizas y luego se levantó, no quedaban rastros de ese maldito libro.
Eso era lo mejor, así Tom no querrá hacer cosas malas.

La joven se acostó y se durmió profundamente.
Sabía que el día siguiente sería difícil, él ya no tendría Amortentia.
Ya no sería como hoy, volvería a ser el frío y alejado Tom Riddle.


...


Amaneció y Lixabeth se removió en su cama, sentía tan cálidos los brazos que la rodeaban y el cuerpo que se pegaba a ella.

Abrió sus ojos enormemente y se sorprendió al ver a Tom totalmente dormido a su lado, el joven de cabello azabache yacía sin ropa, tan solo llevaba su ropa interior y la sujetaba con fuerza.

- ¡Lixabeth, vamos a desayunar! - el grito de Druella sobresaltó a Lixabeth, Tom se removió y siguió pegado a ella.

- Tom, despierta - susurró sacudiendo su cuerpo levemente, Ton subió su pierna por la cadera de ella y se pegó aún más.

- ¡Lixabeth sal ya! - gritó Druella sin paciencia, ese grito logró despertar a Tom.
Él joven abrió sus ojos perezosamente y vió el rostro de Lixabeth.

- ¿Que haces aquí? - preguntó asustado y se levantó de inmediato.

- es mí cuarto - dijo Lixabeth poniendose de pie.
Tom miró para todos lados confundido, buscando alguna respuesta lógica ante todo eso.

Conocía a Lixabeth, claro que sí.
Cómo compañera de casa, prefecta y una de las mejores alumnas de Hogwarts al igual que él, era muy inteligente.

- ¡Lixabeth te espero en el gran comedor! - gritó Druella perdiendo la calma y yendose sin su menor.

Tom pasó una mano por su cabello con nervios, bajó su mirada y notó que no tenía ropa.
¿Que pasó? Se preguntaba una y otra vez.

- debes irte - susurró ella y Tom frunció su ceño.

- ¿Me violaste? - preguntó confundido y Lixabeth se sonrojó hasta las orejas.

- ¡Claro que no! - chilló frunciendo el ceño.
Tom la miró fijamente y luego corrió hasta la chimenea.

- esto no se queda así Rosier - la mencionó con rencor - averiguaré que pasó - robó polvo de ella y tiró el mismo haciendo que el humo verde lo haga desaparecer.

Lixabeth se quedó parada mirando fijamente la chimenea por dónde se acaba de ir su amado.
Debía enfrentarlo y eso sería muy, pero muy difícil.

Amortentia (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora