Estos días en la facultad los había pasado re piola, cada vez me copaba mas estar con los pibes y Tania era una genia.
Hoy era mi cumpleaños, y aunque mis amigos de toda la vida y los de la facultad me insistieron, no pudieron convencerme de salir de joda. El mejor plan era pasarlo con mi viejo y mi hermano tranquilo.
- Teooooo levántate, feliz cumpleaños! - y como todos los años desde que el nació, está es la mejor forma de levantarme, con mi hermano encima mío y gritándome.
- Veni acá enano maldito - y ahí estaba, la mejor música para mis oídos, la risa de mi hermano, la felicidad de él era la mía.
- Hay lugar para mí también ahí ? - y acá entre las dos personas más importantes de mi vida, es donde soy más feliz.
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- Mateo, acordate que la semana que viene tenes las fotos en el local de ropa - dijo mi viejo mientras desayunábamos todos juntos como en cada cumpleaños.
- Si viejo, despreocúpate después de la facultad paso a buscar al enano y voy para ahí -
- Yo también voy Teo? - yo era consciente de lo que le encantaba a mi hermano acompañarme a "trabajar" como me decía siempre, yo era su ídolo, aunque él tuviera demasiado claro que nunca iba a tener nada que ver con la música, eso no era su camino como decía el.
- Si enano, vos vas a ir conmigo así que, cuando salga de la facultad te paso a buscar y vamos juntos -
- Vas a salir con los chicos Teo? Mira que no cumplís años todos los días eh ! - y ahí estaba la insistencia de siempre para que salga cuando yo no tenía ni una gota de ganas.
- No viejo ya sabes, me quedo acá, me mando un mensaje la abuela que viene más tarde, así que vamos a hacer algo acá tranqui - y me miro con esa cara que no me gustaba, porque como ya habíamos hablado muchas veces, el sentía que yo había dejado mi vida de lado por algo que no era mi culpa, y tampoco mi responsabilidad. Pero yo era feliz de esta forma, entendía su punto y sabía que tenía razón, pero por el momento lo prefería así.
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Mi abuela tita, la mamá de mi mamá estaba completamente loca y siempre salía con alguna ocurrencia nueva, desde pedirme marihuana para fumar hasta decirme que tenía que salir pero con ella claro.
Cómo todos los años cuando Camilo y Franco, mis amigos de toda la vida, llegaban el humor y las jodas de mi abuela se potenciaba. Y de esta forma volvía a rectificar que era un millón de veces más reconfortante estar acá con los míos, los de siempre a estar de joda con "los amigos del campeón".
- Ñeri vamos un toque afuera - mire a Camilo con mala cara de ante mano para que se fije que iba a decirme - Tranqui campeón solo quiero ir a fumarme uno con vos, no te voy a decir que salgamos de joda-
- Es bueno que ya lo entiendas, vamos antes de que mi abuela se de cuenta y quiera salir a fumar con nosotros - y se cago de risa, porque sabe que mi abuela sería capaz.
- Vos sabes que yo también extraño a la vieja no? - lo mire y asentí - Para mi también era como mi mamá, me la pasaba más acá adentro que en mi casa, siempre haciéndome sentir cómodo - me paso el porro para que lo prenda - Extraño desde sus cagadas a pedo por romperle algo con la pelota, hasta cuando empezamos a fumar y nos retaba por el olor diciendo que era asqueroso - los dos sonreímos - Y yo se, que no siento ni una mínima parte el mismo dolor que vos, pero amigo es hora de que empieces a vivir de nuevo, estar acá, y solo salir si tenes que trabajar o ahora estudiar, no es vida - le pase el faso, le dio una seca y siguió hablando - yo voy a estar a la par tuya siempre, porque sos mi hermano, pero esto ya no lo tolero mas, es hora de que empieces a disfrutar, salir con nosotros, conocer una mina, no sé algo. - se sentó al lado mío y me miro a los ojos - Mateo deja de hundirte solo, porque no es lo que la vieja querría, así que empeza a plantearte que vas a hacer.
Y ahí estaba mi hermano de la vida, el más inmaduro de los dos, dándome una lección de cómo tenía que empezar a levantar mis ánimos. Y quizás, con esta charla me empiece a dar cuenta que tiene razón.
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Tus ojos guiándome ~ Trueno
Novela Juvenil- Porque lo hiciste ? Yo te mostré todo lo que había adentro mío, y nunca fuiste sincera conmigo. Y en ese momento entendí que siempre la vida era una rueda donde se volvía al principio para pagar los errores.