Capítulo 20

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Manuela

Hace varios días que vengo hablando con Mateo y viéndolo, cada día me parece un pibe más que interesante. Nos caemos piola, y las veces que nos juntamos la pasamos mas que bien, pero nunca pasó nada, no porque yo no quiera claro esta... sino porque nunca pinto, más que tirarnos algunos palos.

Salimos una vez con Emi que cuando se enteró que Mateo se estaba viendo conmigo me volvieron loca para salir los tres. El enano no se cansa de decir que tenemos que estar juntos con su hermano que hacemos linda pareja; y que si Mateo no me da bola, el si que lo espere unos añitos. Ese nene está completamente loco y es un chamuyero nato, no le tiene vergüenza a absolutamente nada.

Yo creo igual, que en algún momento va a pasar algo. O eso espero...

Ya estaba caminando a mi auto, era medio tarde y recién salía de trabajar; deje el auto lejos, así que tenía que caminar.

Le había avisado a Mateo que me dijo que tenga cuidado y que le avise cuando ya esté arriba del auto, como lo hacía siempre cuando salía de tarde o cuando salíamos y volvía sola, siempre tenía ese tipo de detalles.

Cuando ya estaba arriba del auto, me sonó el celular era mi vieja.

- Hola Ma, todo bien? - dije haciéndome la boluda, ya sabía porque me llamaba.

- Hola Manuela, ya sabes porque te llamo seguro - suspire porque sabía que estaba enojada - Te cuento que gracias a tu ingratitud y tus infinitas ganas de revolver la mierda, tu abuela está muy mal - se me cayo el mundo encima, mis abuelos siempre habían sido todo para mi, yo sabía que todo esto era doloroso para todo el mundo, pero no tenían el derecho de hacerme culpable de todo.

- Que le paso a la yaya - se me cerró la garganta y me empecé a sentir mal.

- Y que va a pasar Manuela ? Se enteró que andas buscando información que no tenes que tener.- ya estaba llorando, estaba muy cansada de todo esto.

- Mamá basta, por Dios, mate una persona, se murió una mujer porque fui imprudente, era chica no tenía consciencia, ahora si.- dije casi gritando - Necesito y quiero tener información de quienes son, lo necesito por favor Mamá - ya estaba desconsolada, me sentía mal.

- Ya está Manuela, hace lo que quieras. Ya me canse - y me corto.

Estaba arriba de un auto sola, llorando y sin saber que hacer.

Siempre era la misma historia, toda mi relación con mi familia giraba últimamente entorno al accidente de hace varios años atrás. Pero que me dijeran que yo era la culpable de cómo estaba mi abuela, hasta para mi era mucho.

Después de un rato llorando, sin ganas de ir a estar sola, le escribí un mensaje a mateo.

Manuela
Me acabo de pelear con mi vieja y me siento mal, podemos vernos ?

Mateo
Cómo que te peleaste con tu vieja?
Dónde estás ?
Veni a mi casa, te acordas cómo llegar?
Te mando la ubicación
📍ubicación
(Audio) Avísame cuando estés afuera y no te bajes del auto antes de que te abra.
Veni con cuidado

Después de un rato me tranquilice y me fui directo a la casa de la persona que últimamente solo me daba momentos de paz y me alejaba de todo tipo de tormentos.

Cuando llegue, le mande un mensaje para avisarle que ya estaba afuera. Mientras esperaba que me abra trate de tranquilizarme, y no pensar tanto en toda la mierda que mis viejos me tiraban últimamente.

Sentí que me golpearon el vidrio del auto y me asusté, estaba muy colgada y no me di cuenta que tenía a alguien parado del otro lado, cuando mire bien vi que era mateo, me baje rápido y lo primero que hice fue abrazarlo, era mi lugar de paz, mi escape de todo problema, mateo era todo eso que necesité y ahora con él lo tenía.

- Ei hermosa qué pasó? - me hablaba bajito mientras me acariciaba la espalda - ¿No queres contarme qué pasó? - negué sin sacar la cabeza de su pecho - Bueno no hace falta, Ponele la alarma al auto y vamos adentro que hace frío ¿si?- asentí e hice todo lo que me dijo.

Cuando estuvimos en su habitación, no volvió a preguntarme qué fue lo qué pasó. Tenía claro que para él era raro verme en esta situación pero a veces hasta el más fuerte se derrumbaba.

Después de que me contara muchas cosas para que me despejara y hacerme reír como solo él sabía, me pidió que me quede a dormir con él y yo acepté. Era la primera vez que íbamos a dormir juntos.

Me dormí en su pecho, mientras me hacía mimos en el pelo y me tarareaba una canción de cuna. Para mi esto era un sueño y no quería despertarme, era muy perfecto para ser real.

Mateo no se daba cuenta seguro pero estaba logrando hacerme muy feliz.

Tus ojos guiándome ~ Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora