Capítulo 21

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Me sonó el despertador y quería revolearlo a la mierda, cuando intente apagarlo sentí que tenía algo que no me dejaba moverme, y ahí recordé todo, estaba durmiendo con Manuela.

Anoche llego súper mal, no me pudimos hablar nada porque ella no podía, así que me limite a estar a la par, como supuse que ella necesitaba.

Era muy raro verla en ese estado, ella daba la impresión de que no solía ponerse mal por nada, pero el tema qué hay con su mama debe ser grave para que termine en ese estado.

Tenía muchas ganas de ir al baño, pero no quería levantarla, así que intente concentrarme en otra cosa, sino todo iba a terminar en un accidente con mi vejiga.

Después de media hora, no aguante más, trate de molestarla lo menos posible pero no lo conseguí la desperté.

- Buen día - se separo de mi - Perdón no me di cuenta que te estaba molestando-

- Hola hermosa, no me molestas pero necesito ir al baño, ya vengo - salí de la cama rapidísimo, ya no aguantaba más.

Hice mis necesidades, me cepillé los dientes, me lavé la cara y volví a la habitación, donde Manu estaba tapada y con la almohada en la cabeza porque seguramente le molestaba la luz. Me le tire encima solo para joderla.

- Sali trueno sos re molesto - parecía una nena renegando y yo me moría de risa - Uh que te causa tanto dale sos re pesado salí - intentó moverse pero no la dejaba.

- Te doy asilo en mi casa, te dejo dormir conmigo y ¿así me tratas? -

- Que decís si te morías de ganas por dormir conmigo - siguió moviéndose.

- Si queres que salga de encima tuyo me lo vas a tener que pedir de otra forma - no sé a donde quería llegar pero qué más da, que pase lo que tenga que pasar.

- ¿Cómo queres que te lo pida? - me dijo mientras me miraba a los ojos y su vista se desviaba hacia mi boca.

- Como vos quieras pedírmelo - y no lo dudo un minuto, me comió la boca. Era la primera vez que nos dábamos un beso, si bien nos habíamos tirado muchísimos palos nunca paso nada. Era un beso tierno, tenía los labios súper suaves, nuestras respiraciones estaban tranquilas. No quería dejar de besarla. Pero ella cortó el beso.

- Creo que me encanto mi forma de pedírtelo, si queres quédate donde estás te lo vuelvo a pedir - me reí y esta vez fui yo el que la beso, fue igual de lindo pero más corto, sentía que me faltaba el aire, era toda hermosa y yo estaba hecho un trolo.

Después de esos besos, nos levantamos, ella fue al baño, mientras yo acomodaba todo. Mi viejo seguramente no estaba, así que no había nadie en mi casa.

Aprovechamos a desayunar juntos. Esta chica era perfecta, besaba bien, era buena y encima de todo eso podías hablar con ella de cualquier cosa que se te cruce por la mente.

Mientras estábamos en la mesa, ella me miraba parecía nerviosa y yo no entendía porque, quizás no le habían gustado los besos y la habíamos cagado, hasta que hablo.

- Quiero decirte algo - la mire y le hice una seña para que siga hablando - Yo no sé qué sentiste vos con esos besos - hizo una pausa - Pero a mi me encantaron y no quiero que esto se arruine, pero me encantaría intentar algo no sé - y se puso colorada y a mi me causaba gracia.

- A mi también me encanto - le sonreí - Y yo pensé que ya estábamos intentando algo, desde el momento que no te pudiste resistir a mi y me besaste - logré lo que buscaba, que cambie la cara de preocupación y sonría.

- Que decís Trueno vos te morías por mis besos - hice montoncito y me mordí el labio inferior- Qué me haces montoncito nene - y me le tire encima para hacerle cosquillas y robarle algún que otro beso más, mientras seguíamos comiendo.

Cuando terminamos de desayunar, descubrí que encima jugaba a la play, después de dejarme ganar (o algo así) se tuvo que ir, tenía que hacer algunas cosas, pero quedamos con que a la noche iba a venir porque quería que me acompañe al cumpleaños de uno de los pibes, si todos llevaban a su wacha yo quería llevar a la mía.

Nos despedimos con un beso y se fue. Manuela estaba revolucionando toda mi vida...

Tus ojos guiándome ~ Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora