Capítulo 30

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Estaba de nuevo en esta plaza, me gustaba estar acá porque significaba que la iba a ver, y me generaba una buena sensación este lugar, no como el otro. Sé que en algún momento en este lugar también fui feliz.

Tenía muchas cosas que contarle, necesitaba un consejo de mi mamá, creo que la iba a necesitar siempre, toda mi vida aunque no estuviera.

Cómo cada vez que estaba acá, tenía un faso en la mano y me sentía pleno. Estaba totalmente tranquilo porque la podía sentir cerca mío.

- Hola Mateo, ¿cómo estás? - esa voz, la que aunque pasaran un millón de años y se me fuera de la mente, sé que igual la reconocería si la escuchaba.

- Hola mamá, bien, ¿Vos cómo estás? -

- Buen hijo, estoy muy feliz. - sonreí porque suponía porque lo decía - Me encanta esa chica para vos, creo que es ella - me reí.

- Es ella ma, creo que estoy enamorado, me pego fuerte esta piba - me sonrió y me sentí flotando.

- Yo sé que es ella, no la dejes escapar -

- No quiero que se vaya a ningún lado, estoy realmente feliz después de tanto tiempo - me colgué pensando en lo hermosa que era Manuela - ¿Sabes una cosa ? Siempre pensé que no iba a encontrar una persona que compartiera conmigo todo de la forma que lo hago con ella, es mi cable a tierra, cuando pienso que todo se va a hundir, me tranquilizo y pienso que cuando se termine el día, ahí está ella para calmar la tempestad en la que esté metido. - suspire - Igual me da miedo, sigo pensando que cuánto más alto vuele, más dolorosa va a ser la caída y me genera    pánico -

- ¿Por qué estás siempre pensando en lo malo ? - me levantó la cabeza para mirarme - Disfruta de lo hermoso que estás viviendo con ella, qué pasa después ya verás, disfruta cada momento al máximo. Quien te dice, quizás se ella la que se termine casando y teniendo hijos con vos, no lo sabes Mateo - en el fondo sabía que ella tenía razón.

- Si puede ser, pero siento que no es culpa de ella, soy yo que estoy tan roto por dentro, pase tantas cosas que me cuesta pensar que merezco esta felicidad. - apague el faso - Ya no fumo tanto, ella esta consiguiendo que encuentre mi paz tan solo hablándole, que ya no necesito andar fumando para estar tranquilo, la necesito a ella -

- Me alegra escuchar eso. - largo una carcajada y yo la mire, se estaba volviendo loca creo - Si vos la dejas, yo ya sé quién fija le pregunta si quiere ser su novia - ahora el de la carcajada era yo, porque sabía de que estaba hablando, Emilio.

- Tu otro hijo está esperando que ella le diga que se casan prácticamente, me la quiere robar. Pero es eso lo que me enamora de ella, que sea capaz de llevarse bien con todo mi entorno y particularmente con el. - pensé - El otro día experimenté con ella los celos, no puedo creer lo boludo que me hizo -

- No es ser boludo, se llama amor hijo, estás enamorado de esa chica y no queres perderla. Pero tenes que estar seguro de ella y confiar. Ella también está enamorada yo lo sé, lo intuyo - sonreí - Ya es hora de que me vaya. No te olvides de ser feliz hijo, tenes que aprender a dejar los rencores atrás para poder serlo.- cada vez entiendo menos lo que me dice.

- Te amo ma, gracias por estar en este momento para mi. -

- Siempre con vos hijo -

Me desperté feliz, me encantaba la sensación que me generaba saber que ella sabía del momento que yo estaba pasando y que podía compartir con mi mamá mis momentos de felicidad.

Hoy seguramente sea un gran día, últimamente mi vida iba viento en popa, era feliz y todo se lo debía a Manuela.



















Enamorada de esto literalmente
Nada más que decir 🤭

Tus ojos guiándome ~ Trueno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora