Mi Planeta es un Crepúsculo.

Capitulo 1.

Forks, Washington.

Ese habia sido su refugio durante los tres años que llevaba habitando la Tierra, adaptandose cada vez mas a su forma de vida, comida y otras cosas.

Dos meses despues de llegar aquí, un científico que investigaba el cráter que dejó la encontró, pero no la delató con sus colegas, mas bien la ayudó a adaptarse aquí, la ayuda a entrenar cada dia todos y cada uno de sus poderes.

Informandole sobre la historia de la Tierra y personas importantes que existieron.

Cameron Bennet, con treinta años de edad, cabellos castaño claro y ojos de miel.

Científico de la estrellas.

Preguntando sobre la vida en otros planetas a Evolet durante un año, resiviendo sus respuestas y sintiéndose ahora satisfecho por saber, ahora se dedica a ayudar a entrenar y ejercitar a Evolet, mas tambien a analisar su cuerpo extraterrestre, y cuidarla de los humanos que sospechen.

Ella ahora corría a gran velocidad por el bosque cruzando arboles y grandes piedras. Impulsandose desde los troncos de los pinos para saltar a mayor altura. Su velocidad cada dia mas iba en aumento, tanto que aveces sentía que todo a su alrededor iba a manera lenta mientras ella corría tranquilamente.

Unos segundos despues ya se encontraba frente a la puerta de su nueva casa. Entró trotando llevándose la sorpesa de ver a Cameron sentado en el sofá con su portátil en las piernas. Ella carraspeo llamando su atención, mientras tomaba de su botella de agua.

-Hola, Ev- saludo él cerrando su laptop.

-Hola, Cam. ¿Que haces aquí?- preguntó extrañada acercandose a él.

-Tenia que hablar contigo- dijo serio.

-Debe ser importante para que tengas esa cara- comento con una mueca

-Lo es. Es muy importante- aceptó.

-Bien, entoces dime- animó ella.

El científico carraspeo acomodandose en el sofá, mirando a la rubia de pie frente a él.

-Iras a la escuela- anunció.

-¿Qué?- pregunta entre risas incredulas- ¿Bromeas?

Él nego lentamente con la cabeza.

-Tienes que ir a la escuela- dijo Cameron

-¿Tengo que?- inquiere al saber que seria obligatorio.

-Si, Ev. La gente esta empezando a sospechar y sacar conclusiones. No quiero que nada sobre ti llegue a oídos de la policía- explicó el hombre serio.

-¡No puedo ir a la escuela!

-¿Porqué no?- cuestiona él.

-Porque las clases empezaron hace tiempo, y ahora estan a mitad de... amm, ¿como les llaman?... amm, a mitad de...- empezó a decir tronando los dedos y cerrando los ojos tratando de acordarse.

-Semestre- dice el científico.

-¡Semestre! Exacto- exclama la rubia- Todos me veran como la chica rara y se supone no deben notarme- acató cruzandose de brazos.

-Es mejor a que te noten alumnos, a policias- apuntó el castaño.

-Sigo sin entender- dijo con una mueca.

-Mira. Biológicamente tienes al menos 17 años, Evolet...

-¿Biológicamente?

-Si, me refiero a que tu cuerpo es de una humana de 17 años- explicó a lo que la rubia asintió- Bien. Para todas las humanas que tienen tu edad es obligatorio ir a la escuela, y si no asistes llamaras la atención de policías y nos interrogaran.