Mi Planeta es un Crepúsculo.

Capitulo 11.

-¿Como rayos terminamos en esta situación?- preguntó Bella en voz baja y temblorosa.

-Ay, no sé. Tal vez cuando decidiste que seria divertido comprar un libro referente a una historia de terror- dijo la rubia con sarcasmo, la castaña abrió la boca indignada.

-Tu te ofreciste a acompañarme- le echó en cara.

-Si, imagínate a ti sola en esta situación- idealizo Evolet echando una mirada a sus espaldas.

Los tres hombres claramente borrachos aun las seguían a al menos diez metros de distancia, las intenciones de todos ellos ponían alerta a la rubia, podia sentir claramente lo que ellos querian hacerles. Bien podían echarse a correr, los tipos estaban muy ebrios y no las alcanzarian, pero el problema era que la calle en la que transitaban estaba completamente vacia, apenas y se vislumbraban unos semáforos y aun no sabían como llegar al restaurante en el cual habian pactado encontrarse con las chicas.

-¿Y ahora que haremos?- preguntó Bella despues de un silencio desesperamte.

La rubia no le respondió, simplemente acomodó la mochila de Bella en su espalda, apretando mas las correas para que no se safaran. Si tenía que golpear algunos traseros lo haría. Sin importarle si quedaba expuesta delante de Bella.

-Si tengo que golpearlos. Lo haré- aseguró.

-¿¡Estas loca!?- exclamó en un susurro- Pueden hacerte daño- dijo preocupada.

-No importa...

Echó un ojo a sus espaldas percatandose de que los hombres estaban mas cerca de lo que le gustaria. Tendria que patearles el trasero como estimó.

-¡Hola, linduras!- gritó uno de ellos.

Ellas no respondieron simplemente siguieron caminando, cuando casi estaban por llegar a la esquina de la calle, dos hombres mas salieron en la vuelta, acorralandolas en un círculo.

-¡Pero mira que lindas!- gritaba un de ellos.

-¡Estan hermosas!

-¿¡A donde van, hermosas!?

Gritaban todos mirandolas como si fueran un pedazo de carne fresca.

-¡Sueltame!- espetó Bella cuando uno de ellos quiso tocarla.

-¡Pero estas hermosa!- se quejó el tipo queriendo tocarla.

Evolet fue mas rapida y tomó su muñeca antes de que posara sus manos sobre su amiga.

-Te dijo que la dejaras- dijo entre dientes.

-¡Que ruda! Así me encantan- canturreo un tipo dándole una palmada en el trasero. Mientras los demas reían.

Evolet abrió los ojos a mas no poder, no creyó lo que aquel tipo habia hecho.

-No acabas de hacer eso- dijo Evolet soltando la muñeca del tipo que queria tocar a Bella y encaró a quien la habia tocado.

-Si, lo hice, muñeca- aceptó el tipo riendo secundado por los demas.

Evolet sonrió con malicia.

Sin que el tipo se lo esperara, Evolet le arremete un puñetazo en el estómago haciendo que él se doblara hacia enfrente, mientras que ella al mismo tiempo alzaba una de sus rodillas rompiendo su mariz al instante, el tipo se tambaleo hacia atras, mientras que ella sin remordimiento ni pena, le atenaza otro puñetazo en la cara haciendo que el cuerpo de ese asqueroso cayera hacia el asfalto.

-¡Ahg, maldita!- se quejó el hombre aún en el suelo.

-Lo soy, querido- aceptó.

-¡Maldita, perra!- gritó otro de ellos tras de ella intentando tomarla por el hombro.