Capitulo 3.

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Se aclaró por enésima vez la garganta para no reir.

Miró de nuevo al duo de enfrente, Edward Cullen e Isabella Swan. Le causaba mucha gracia que el vampiro quisiera matar en ese instante a la castaña. La miraba directamente amenazador como si ella su peor enemigo, e Isabella, ella fingia no prestar atención.

Por Dios, disimula un poco, hombre- dijo la rubia en la mente del vampiro, quien se sobresalto un poco y miró al frente.

¡No te metas!- espetó el vampiro aun extrañado por poder comunicarse con la rubia de esa manera.

No vas a hacerle nada- aseguró sin inmutarse al escuchar la voz molesta del vampiro en su cabeza.

¿Y tu como lo sabes?- preguntó no muy seguro al sentir tanto deseo por la sangre de la humana a su lado.

Intuición- dijo simple.

Dejó de concentrarse en la mente del vampiro decidiendo que pondria atención a la clase. Ese hombre le atraía mucho, pero no por eso lo miraría mucho ni le prestaria atención todo el tiempo, ni sentiria celos de que la castaña este a su lado y no ella.

Eso era cosa de humanos.

La campana sono minutos despues, siendo el apuesto vampiro quien se levantara un segundo antes para salir como alma que lleva el diablo de ahí. Dejando a una muy confundida humana sentada mirando como tonta el lugar por donde él habia salido.

-Socia, que mires ese lugar no te va a dar respuestas. Ni hará que él regrese- dijo la rubia burlona pasando por su lado resiviendo una mirada iracunda de la castaña quien no se digno a responder.

(((****)))

Interesante.

Era lo que habia sido la escuela para la rubia, y era lo que tenia en la mente ahora. A pesar de que todo lonque le habia enseñado, ya lo sabia gracias a Cameron. Aquí se lo habia explicado de una manera mas extensa y con mas detalles.

Rememoró todo lo que le habían infundido en cada clase, mientras caminaba hacia su auto, quitandole el seguro a sólo tres pasos antes de llegar. Al subir, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando se sobresalto.

Una mano fría fue colocada en su cuello ejerciendo fuerza, no la suficiente para matarla, pero sí para lastimarla. Giró sus ojos hacia su derecha, en el asiento del copiloto donde el apuesto vampiro la miraba amenazante, ella solto una risa burlona, haciendo gruñir al vampiro quien apretó mas su agarre haciendo que la rubia se quejara mas no quito su sonrisa.

-¿Que pasa, colmillos?- preguntó la rubia burlona- No creí que llegaríamos a la agresividad, teniamos un trato- le recordó aun sonriendo.

-¿¡Como sabes de mi y de mi familia!?- espetó él gruñendo.

-Primero: No me gruñas, idiota. Segundo: No puedo concentrarme cuando me retienes así. Y tercero: Sueltame antes de que te arranque el brazo y creeme tardará en regenerarse- enumeró la rubia mirandolo de soslayo.

-No estoy para tus juegos- espetó el vampiro.

-Y yo no estoy jugando, colmillos- aseguró la rubia ahora molesta- ¡Sueltame!- exclamó con los dientes apretados.

El vampiro aún en guardia la fue soltando poco a poco sin despegar la vista de ella. Ella era realmente hermosa, podria pasar por una vampiro, pero su corazón latía y su sangre desprendía un olor diferente, no era desagradable, pero tampoco apetitoso, era solo extraño que atraía.

Mas el vampiro, no sentia un deseo de sed, sino uno diferente.

-¿Como sabes de nosotros?- preguntó él.

Mi Planeta es un Crepúsculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora