-Volando en la oscuridad- Editado
—Bueno, ¿qué habéis pensado? — preguntó Theo enarcando una ceja.
Draco permanecía recostado en su cama, de brazos cruzados. No se había parado a pensar en un plan con detalle, pero tenía una vaga idea. Estúpida y ridícula, quizá, pero era mejor que nada.
— Hay que buscar a los hermanos de Weasel, a los gemelos— dijo arrastrando las palabras.
Blaise lo miró con aprensión. No podía creer lo que estaba escuchando.
— ¿Para qué narices quieres buscar a los pobretones?— preguntó bastante molesto.
Draco, cansado, se incorporó y se levantó de la cama.
—Te recuerdo que a mí tampoco me caen bien, Blaise, pero he oído que venden artilugios para gastar bromas. Podemos comprarles algo.
Blaise lo observó con los ojos entrecerrados.
— ¿Y no crees que verán extraño que vayamos de buenas a primeras a comprarles una de sus estúpidas tonterías? Sobretodo tú.
Draco rompió a reir. Con ironía y falsedad.
— ¿Quién ha dicho que yo vaya a ir?— dijo con altanería, pasándose los dedos por su fino cabello— Vais a ir Theo y tú.
Blaise chasqueó la lengua. No le hacía ni puñetera gracia que Draco le hablase en ese tono, pero tendría que resignarse. Sabía que los Weasley vendían todo tipo de artilugios y si quería volver a joder a la pecosa y a las demás, los iba a necesitar.
— He oído que también tienen bombas fétidas— añadió Nott esbozando una sonrisa traviesa. A él no parecía importarle ir a hacerle una visita a los gemelos. Era preferible a quedarse en la habitación y aguantar los desvaríos de Draco.
Blaise sonrió. ¿Bombas fétidas? No sonaba nada mal.
— Sí, eso podría servirnos — dijo con emoción— Esta noche vamos a darles una lección a esas listillas. Nunca más se atreverán a venir aquí.
Goyle, en cambio, no tenía muy claro cuál iba a ser su papel en todo aquello.
— ¿Y qué hacemos nosotros? — preguntó mientras devoraba unos pastelitos con Crabbe.
Draco suspiró. Iba a necesitar mucha paciencia.
—Vosotros os quedáis aquí conmigo— contestó intentando no perder la calma— Os explicaré el plan para que luego no haya problemas.
Crabbe, con toda la boca llena de chocolate, esbozó un amplia sonrisa.
— Vale.
Al ver que todo parecía estar ''organizado'', Theodore se ajustó bien la corbata y se acercó a la puerta para salir de la habitación. Blaise lo siguió.
— Bueno... nosotros vamos a buscar a los gemelos— dijo algo nervioso.
— Volveremos pronto con el regalito— añadió Blaise.
Draco asintió en silencio y ellos, sin más, se marcharon de la habitación. Estuvieron largo rato buscando a los gemelos Weasley, pero a pesar de que dieron una vuelta por el Gran Comedor, por la entrada del castillo y por el vestíbulo, no los encontraron. Sabían que siempre iban juntos así que decidieron probar suerte, adentrarse en zona prohibida y echar un vistazo en el séptimo piso para ver si rondaban por los alrededores.
***
Mientras tanto, Hermione iba caminando hacia su sala común sin poder quitarse de la cabeza lo que había sucedido en la biblioteca. Se preguntaba a sí misma cómo había sido capaz de provocar a Malfoy de esa forma. Se avergonzaba en cierto modo, porque ella no era así. Nunca lo había sido. Era la primera vez que se había atrevido a tocarle (sin contar el golpe en tercer curso) y sentía su corazón latiendo, desbocado. Pero por otra parte, no podía dejar de sonreír porque, por cómo había reaccionado Malfoy, sabía que había merecido la pena.
ESTÁS LEYENDO
El príncipe durmiente de las serpientes
FanfictionHermione, Ginny, Parvati y Lavender están cansadas de las continuas humillaciones de Malfoy y sus secuaces. Cuando descubren que Luna Lovegood ha averiguado accidentalmente la contraseña de la sala común de Slytherin, deciden hacerles una visita noc...