Capitulo IV

47 10 27
                                    

Capítulo IV

Dylan Holsen.

Estaba sentado en unos de los asientos del salón, mirando a quien sabe qué cosa, solo tenía la mirada perdida, estaba pensando, muchas cosas en realidad, nada en concreto.

El profesor de matemáticas está dando su clase muy fluidamente, tiene un buen manejo sobre el tema. Lo apreciaría más, pero la matemática no es una de mis clases favoritas que digamos, solo esperaba con ansias que sonara la campana para irme a hacer lo que tengo pendiente.

Pero como estoy tan sumido en mis pensamientos, no me percaté que hay alguien al frente de mí sino hasta que escucho que se aclara la garganta, y entonces levanto mi vista.

—Señor Holsen, ¿podría resumirme lo que acabo de decir? —Habla mi profesor de matemáticas.

Yo me enderezo en mi asiento para ver a el profesor de frente, a decir verdad, no tengo ni la mas mínima idea que fue lo que dijo, así que solo le voy a rogar a los dioses que me iluminen, y si es posible me den una cachetada mental para no perderme tanto en esta clase.

—Bueno...Yo.... — Mierda, no tengo nada que decir.

Y como si fuera por obra mágica, la campana suena, indicando que ya su hora había terminado, todos se limitan a recoger sus cosas y a salir lo más pronto posible de ahí, y no los culpo, yo también quiero hacer lo mismo.

El profesor sin más nada que decir se gira sobre sus talones para dirigirse a su escritorio, no dice nada, y eso me extrañó un poco, pero no le tomé importancia porque solo quería salir de ese lugar. Tomo mis cosas y comienzo a guardarlas en mi bolso.

—Hey, Holsen— Una voz se escucha por el salón ya vacio, yo levanto mi vista para encontrarme con la mirada verdosa del chico de cabello plateado. — Parece que se te da bien andar distraído mirando a las personas. — Dice acercándose con una pizca de humor en sus palabras y una sonrisa que se dibuja en sus labios, que deja ver sus perfectos dientes blancos.

—No, yo...Solo estaba pensando en otras cosas. — Me limito a decir y me he dado cuenta que he dejado de guardar las cosas, ya todo estaba en mi bolso ¿Cómo no me había dado cuenta? ¿Cuándo?

El chico se acerca aún mas y me extiende su mano en forma de saludo. — Soy Allan Gray, un placer— Me dice aún con la sonrisa.

Yo solo me limito a copiar su acción—Soy Dylan Holsen. — Le digo estrechando mi mano con la suya en un leve apretón y nos soltamos.

—Se nota que no te gustan las matemáticas, ¿eh? — Me pregunta Allan, con un ápice de diversión en sus palabras.

Yo asiento — jaja, ¿se nota mucho?

—Solo un poco.

Me volteo ligeramente para tomar mi bolso y colocarlo en mi hombro.

—Eres nuevo ¿no? No te había visto antes por aquí— Me dice comenzando a caminar fuera del salón y yo lo sigo.

—Sí, soy el nuevo. — Afirmo.

—Y dime, Holsen, ¿te gusta leer? —Me pregunta el chico, es muy carismático diría yo.

Vacilo un poco antes de responder— Si, me gusta, pero no todo tipo de libros. — Digo con un encogimiento de hombros, restándole importancia.

El solo asiente— Mmm, ya.

No decimos mas nada, solo estamos caminando por el pasillo y la verdad no tengo idea a donde vamos, pero esa idea cambia cuando reconozco uno de los casilleros, mi casillero.

UNO por UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora