Capitulo X

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Capítulo X

Jennifer Carper.

— ¿Dónde está ese jodido imbécil? —Gruñó Adrien.

—No tengo idea, le he dejado miles de mensajes y no responde ninguno, y ni siquiera me dijo a donde iría. —Digo mientras actualizo los mensajes a ver si me había respondido.

—Hizo una publicación en sus story en instagram, pero la respondí y no lo ha leído. —Comentó Lilith con la vista también en su celular.

Esta tarde en la cafetería habíamos quedado para vernos en el mismo edificio del cementerio en la noche, pero llevamos esperando a Allan dos horas y no ha aparecido ni ha respondido nuestros mensajes. No tenemos idea de donde puede estar. Él es muy puntual, pero no tengo idea del por qué no ha llegado, y eso me preocupa, él nunca llega tarde, y todo lo que hace, me lo dice, y si va a llegar tarde, pues lo escribe al grupo.

Mierda, Allan ¿Dónde estás?

—Listo, mi paciencia se agotó. — Dijo Adrien con las manos en la cabeza frustrado. — No voy a esperarlo un jodido segundo más. Vamos.

—Pero, Adrien, no vamos a empezar s...—

—Me importa una mierda, Emily— La interrumpe. — Él fue irresponsable y no llegó a tiempo, es su problema.

Dice para luego colocarse de pie he ir a una de las habitaciones de el piso del edificio, estábamos en el piso uno, en la sala de un apartamento. Todos revisando los celulares en busca de alguna señal de Allan, la cual no llega. Estaba sentada en un sillón con una tela blanca, muy cómodo de hecho. Sin embargo, el lugar a pesar de estar abandonado, está muy lindo.

—No atiende las llamadas, las corta— Dice Daniel con la vista fija en su celular.

—Chicos, — comienzo a hablar y todos tienen su atención en mi a excepción de Adrien quien se fue a la otra habitación— creo que debemos de comenzar ya, se nos está haciendo tarde y el incauto no durará mucho. Podrían reportarlo en cualquier momento y saben que eso nos podría en riesgo.

La verdad es que yo no quería comenzar sin Allan, siempre hacíamos esto de los incautos todos juntos, pero no sabía dónde estaba él, y no me dijo nada para al menos poder cubrirlo.

—Sabes, Jenni. — Habló Aron, él casi nunca habla, es el más callado del grupo. — Tienes razón, se nos está haciendo tarde y tengo que ayudar a mis padres con la remodelación del nuevo cuarto, y no quiero llegar tarde, así que...

—Bien, —Suspiró Jacob, rendido por la espera— vamos.

—Después hablamos con Allan mañana en la mañana para saber lo que pasó— Dijo Emily levantándose de su asiento para salir de la sala, todos copiamos su acción y también salimos de la misma para dirigirnos a una de las habitaciones del edificio.

Al entrar había una mesa muy larga que cubría toda una pared de una esquina a otra, sobre ella estaban los mejor objetos de he visto en toda mi vida. Había una motosierra de color azul con unos dibujitos de nubes, muy linda; también había todo tipo de cuchillos y navajas con diseños distintos y bastantes creativos, algunos eran míos, ya que las navajas eran mi especialidad; también habían como unas espadas muy filosas y puntiagudas que se asemejaban a una aguja muy grande; había unas cuantas hachas de colores y con diseños distintos, muy coloridas; y por último, habían bate con púas negras.

¿No es el paraíso?

En el otro extremo de la habitación se encontraba nuestro incauto, era un hombre, pero nosotros no matábamos a cualquiera —a veces, cuando estábamos de buenas—nosotros solo hacíamos justicia a nuestra manera y de vez en cuando, satisfacíamos gustos y drenábamos nuestras emociones.

UNO por UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora