Epílogo

41 6 7
                                    

Epílogo

Dylan Holsen.

11 meses después

Sentía en mis pies como las ruedas de la patineta rodaban por el áspero asfalto de la calle.

En mis oídos iban puestos mis audífonos mientras reproducía una de mis canciones favoritas. La tarareaba por lo bajo.

Las calles estaban un poco solitarias, lo cual me extrañó un poco, ya que era una hora en donde la gente transitaba mucho por las calles. Sin embargo, decido ignorarlo, tenía que llegar a ese lugar antes de que comenzara la primera clase, y no me quedaba mucho tiempo, que digamos.

Ya habían pasados once meses desde lo que sucedió, ya eso no se convirtió en más que un recuerdo.

Allan... Él también era sólo un recuerdo. Nos hacía mucha falta, pero él estaba muerto y ya no había otra solución.

Los padres de Allan se enteraron de su muerte por mensajes de su chofer y su ama de llaves. Se pusieron terriblemente mal por la muerte de su hijo, arrepintiéndose de todo lo que había sucedido y de no haber podido hablar siquiera con él.

Pero al final, todos nos arrepentíamos de cosas, pero el tiempo avanza y ya las oportunidades que dejamos pasar, no las volveríamos a obtener de nuevo.

Me bajo de mi patineta cuando llego al bosque, la tomo del suelo y la coloco debajo de mi brazo mientras camino mientras lo busco con la mirada. Ya conocía el camino, había venido aquí muchas veces después de todo lo que sucedió. Siempre vengo aquí ahora.

Entonces lo encuentro.

—Hola. —Digo al llegar.

Sé que no obtendré respuesta alguna, pero no esperaba recibirla de cualquier modo.

—Espero que estés bien, o al menos mejor que yo. —Hablo mientras tomo asiento en el suelo.

Me encontraba en el mismo lugar en donde Allan había sido enterrado. A veces venía aquí a hablarle, no estaba del todo seguro si me estaba escuchando, pero no importaba, de todos modos estaba aquí, hablándole.

—No vas a creer todo lo que ha pasado, Gray —Hablo con emoción —. Jennifer y Jacob al fin están juntos, ahora son pareja. Son muy raros juntos, pero son felices y eso es lo que importa ¿no? Todos en el grupo nos pusimos felices por ellos, incluso armamos una pequeña fiesta entre nosotros para ellos. Fue bastante lindo, la verdad...me hubiera gustado que estuvieras ahí con nosotros... conmigo. —Admito con un ápice de aflige en mi voz.

El cielo estaba un poco nublado y hacia mucho frío, pero tenía su chaqueta, aún la usaba. Se volvió mi chaqueta favorita desde que él me la dio en el callejón.

—Por otro lado —Continuo hablando —, ¿sabes de que día es hoy? _Pregunto intentando animarme —Es 27 de octubre, supongo que dirás "¿Holsen, y eso que tiene que ver?" Y ahí es cuando te digo que sí tiene mucho que ver, porque hoy es el día que nos conocimos. —Digo mientras sonrío con nostalgia —Recuerdo que estaba en el instituto y tenía que llegar a mi clase de matemáticas. Hasta que me topo con el salón y entonces tomo asiento en una de las mesas, sentándome a tu lado. Entonces volteo a verte sin disimulo alguno, "Dios, este chico es realmente lindo" pensé. Estabas leyendo un libro, tus ojos verdes azulados se movían al ras de la lectura, estabas tan concentrado que ni te diste cuenta de cómo te miraba, hasta que quitaste tu vista del libro y me miraste a mí.

»Yo me sonrojé inconscientemente porque me pillaste mirándote, parecía un idiota. Entonces giré mi cabeza hacia el frente, con la cara llena de vergüenza —Digo mientras me río de mi mismo —. Entonces te escuché reír, y pensé "¿Se estará riendo de mí?" hasta yo lo haría, de solo imaginar lo patético que me vi, me río de mi mismo. Pasé toda la clase preguntadome qué pensaste cuando me viste mirándote tan imprudentemente. Entonces la clase acaba. Pero después de unos minutos, oí que alguien habló, y eras tú, "Soy Allan Gray" Me dijiste, debiste haberte presentado como la persona de la que enamoraría hasta de la  manera de respirar. Pero ¿Cómo saberlo, no? Supongo que ninguno de los dos se imaginó que seríamos el infierno perfecto, y sí que lo éramos.

Me quedé en silencio por un momento mientras mis ojos se llenaban de lágrimas ante los recuerdos, todavía me dolía, pero ¿Cómo superar la muerte de la persona que te sacó las mejores sonrisas? No podía, jamás podría...

—Lo mas chistoso es que no sólo te conocí ese día por tu nombre —Sigo hablado —, Sino que también conocí ese lado oscuro de ti cuando fui al bosque. Ahora que lo pienso, haber seguido a Adrien ese día fue la mejor decisión que pude haber tomado, ya que gracias a eso, pude conocerte mejor. Me acompañaste hasta mi casa después de todo lo que sucedió con tus amigos que casi estuvieron a punto de matarme. Y no mentiré, tenía un miedo terrible de que me acompañaras a casa, de verdad creí que me matarías. Esa noche estaba en un debate interno conmigo mismo, pensaba "me gusta, pero él puede matarme" Me hubieras visto, te habrías reído de mi —Digo riendo —. Yo mismo me río...

»Tu risa...Dios, enserio la amaba, cada vez que te reías pensaba una manera en la pudiera hacerte reír de nuevo, porque era increíble. Tu risa era lo mejor que había escuchado. ¡Te juro que si se me hubiera ocurrido grabarla, lo hubiera hecho! Dios, la escuchara cada segundo... —Entonces una lagrima corre por mi mejilla — Y mierda, estoy comenzando a olvidarla. —Sollozo — ¿Cómo podría olvidarla? Era una de las cosas que más me gustaba de ti. No sabes lo mucho que extraño oírte reír y hablar de tus cosas. Simplemente me encantaba, tu voz era lo mejor que había escuchado... Y ahora no la volveré a escuchar más —Vuelvo a sollozar, mientras mis lagrimas corrían por mis ojos y rodaban por mis mejillas —. No te imaginas lo mucho que te extraño...todos lo hacemos.

Entonces me vuelvo a quedar en silencio, llorando ante los recuerdos. Jamás volveré a ver a la persona que amaba, y él no se imagina cuanto lo extrañaba, y cuanto lo necesitaba.

—A veces me pregunto ¿Qué estaría haciendo ahora si tú estuvieras aquí? —Sigo hablando — Seguramente ahora nos saltaríamos las clases para ir a comer sushi combinado con pizza, porque sí, esa es mi comida favorita. Y luego tal vez iríamos a ese parque por el cual caminamos después de comer la vez que me invitaste, y hablaríamos sobre nosotros...Y entonces te pediría que fueras mi novio. —Sollozo, lagrimas corrían por mis mejillas al pensar en eso. En todo lo que pudimos haber sido y no pudimos —Te diría lo mucho que te amo después de que me dijeras que sí, y te lo diría en francés, porque sé que te gusta. Y entonces te besaría...

Inconscientemente toco mis labios con las yemas de mis dedos. Extrañando el tacto de sus labios con los míos.

—Mierda, no sabes lo mucho que extraño besarte, Gray. Extraño todo de ti, y el saber que no lo volveré a tener, me quiebra por dentro. A veces me pregunto ¿esa herida sanará? No lo sé, eres inolvidable, Gray. No quiero que esa herida sane, porque no quiero superarte...no quiero olvidarte.

Y entonces mi llanto se intensifica. Esto cada vez se estaba haciendo más difícil para mí. De verdad lo extrañaba, jamás olvidaré este día, porque este día lo conocí. Este día conocí al mejor chico que pudo existir. Este día conocí a un increíble asesino. Este día conocí a la persona que me hacía feliz...

Este día lo conocí a él.

Este día conocía a Allan Gray...Y este día conocí al amor de mi vida.

Entonces el sonido de una notificación en mi celular se hace presente, sacándome de mis pensamientos. Rápidamente meto una de mis manos en mi bolsillo y saco mi celular para ver el mensaje que me había llegado.

Adrien:
Ven ahora, ya va a empezar la clase y no estás aquí.

Y espero que no tengas nada que hacer en la noche, nos reuniremos en el centro de rojo. Vamos a matar a alguien.

Yo leo los mensajes y guardo mi celular nuevamente.

Suspiro y seco mis lágrimas con la manga de la que ahora era mi chaqueta.

—Debo irme, no quiero, pero tengo que hacerlo. —Hablo mientras me pongo de pie —Nos vemos mañana, tal vez. Je t'aime, Gray.

Y sí que lo hacía. Je t'aime, Gray.

FIN.

UNO por UNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora