Capítulo 18.
Las puertas de madera blanca se abren con la fuerza de dos hombres morenos vestidos en ropa de combate romana. Sus músculos se marcan al cuero de sus atuendos, enormes y marcados como los de un toro. Son de estatura alta y entre sus gruesas manos sostienen el cuerpo delgado y pequeño de Patrick. Una vez todos los rostros se han girado hacia ellos, lo arrojan al piso como si solo fuera una bolsa de papas.
-Vaya, un invitado... -Una voz masculina se mese en el viento como si fuese el sonido de alguna de las teclas del piano. –Patrick.
El nombrado trata de incorporarse, sus manos ardiendo con el pellejo que se alzó cuando se estrellaron contra el piso. Siente los cabellos escurrirle por la cara hasta entrar algunos a su boca. Gracias al golpe se tarda unos segundos en visualizar los rostros ante los que está presente. Pero desde que escuchó la vos, segundos antes, ya lo sabe.
-Vengeance...
El hombre del cabello negro como la noche y ojos de un verde tan oscuro que causa escalofríos, sonríe.
-No, Patrick, somos amigos, llámame solo Zacky. –Le sonríe con sorna, los colmillos brillantes y blancos se dejan a la vista. –Me da gusto verte de nuevo, ¿Has adelgazado?
El rubio aprieta los dientes y los rechina. Sigue en el suelo, hincado sobre sus rodillas con una mano apoyándose y sosteniendo la mitad de su peso. Está alerta a pesar de la amabilidad de su anfitrión que sabe es tan solo una máscara que resguarda el veneno.
Las manos le siguen ardiendo con fuerza y Zacky parase saberlo porque no deja de sonreír. Los otros 4 pares de ojos le miran sin expresión alguna, como haciéndole creer que son paredes que no están ahí.
Parece funcionar porque Patrick se concentra en el hombre que ocupa el lugar en la cabecera de la mesa.
-¿Por qué no tomas asiento, Pat? Está a punto de comenzar el banquete...
Los dos hombres que lo han traído hasta ahí lo vuelven a tomar por debajo de los hombros sin cuidado alguno, torciéndole un poco los brazos mientras lo sostienen con fuerza. Fuerza que obviamente Patrick no puede superar.
Uno de ellos, que tiene el cabello negro, jala la silla opuesta a la de la que ocupa Zacky, las patas de ésta se raspan por la fricción entre su madera y el granito del piso. El otro hombre, de cabello rubio y piel morena, le obliga a sentarse junto a los demás en esa elegante fiesta.
-Bienvenido a mi parlamento. –dice el mayor mientras señala a los demás hombres y mujeres que los acompañan en la mesa.- Como ves, restan 4 asientos en mi mesa, a parte del tuyo, y quería preguntarte si sabes qué ha pasado con dos de mis invitados.
Patrick le mira directamente a los ojos, porque sabe lo que está haciendo. Están jugando al gato y al ratón, y por desgracia él ya está atrapado en el juego.
Al no contestar, Vengeance prosigue.
-¿No lo sabes? Me han contado que conoces perfectamente a uno de ellos, su nombre es Peter. –Patrick traga saliva de una manera casi imperceptible, sus manos apoyadas a los costados de sus piernas con fuerza. Se estremece al tan solo escuchar la clara referencia a su tiempo como humano.- ¿Sabes dónde está?
Patrick no dice nada, tan solo aguanta el contacto que Zacky tiene con él sin siquiera parpadear. Las pupilas ajenas lucen como las de un gato, un felino peligroso que apesta a muerte.
-Supongo entonces que tampoco sabes del varadero de Gerard Way, ¿me equivoco?.- El hombre agita tan solo una vez una campanita y otro sujeto, cuya cara Patrick no logra ver, le sirve un líquido rojo en la copa antes de irse. –Es vino –Dice, advirtiendo la mirada del rubio-. ¿Quieres probar?
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Escribo pecados, no tragedias [Frerard] UBPLI1
FanfictionEllos creían que algo como eso jamás había pasado, que los pecados y las tragedias vienen de la mano. Sin excepción. Pero la eternidad es realmente larga, y la inmortalidad realmente eterna, y sería demasiado egoísta asegurar que cosas así no habían...