Existió una vez un hombre de cabellos castaños y sonrisa encantadora, y existió también una mujer de esbelta figura y pequeña estatura.
Existió tal vez un hombre dedicado al trabajo y a su familia, y su esposa cariñosa madre de sus hijos.
Fueron los creadores de 2 pequeñas historias de las que ustedes ya han escuchado, el hombre de los cabellos castaños y la mujer de pequeña estatura fueron padres de dos niños al poco tiempo de casados, mientras que el hombre dedicado y su esposa cariñosa al principio sólo tuvieron un niño.
La primera familia fue feliz por 4 años en los cuales no tuvieron ningún problema, ningún improvisto, ninguna tragedia. La madre había sobrevivido a dos partos peligrosos y nunca les faltaba comida que comer, pero para esto, el hombre cargaba con un secreto a la espalda.
El padre de la otra familia no tenía esqueletos guardados en su guardarropa, era un hombre de bien que amaba a su esposa y a su hijo, y que al enterarse de los trillizos que venían en camino, la quiso aún más. A él no le importaba ser una familia pobre siempre y cuando fueran ricos en amor para el uno y el otro.
El padre de la otra familia no se alegró cuando su esposa volvió a quedar embarazada. Se haló del cabello y gritó, rogó, y lloró porque había hecho algo muy, muy malo: Amaba tanto a su esposa que le aterraba la idea de perderla durante el parto, así que había hecho un pacto con el infierno en el cual ella se salvaría y tendría a los dos pequeños niños completamente sanos, pero de ocurrir un tercer embarazo, el niño resultante sería el pago. El hombre había condenado a su tercer hijo.
En la otra familia, todo iba de bien en mejor, la barriga de la mujer crecía así cómo crecían los hermanitos del niño. Pero el niño era demasiado pequeño como para entender que ahí dentro, en el vientre de su madre, estaban creciendo 3 pequeñas criaturas que le harían compañía en su vida. Aunque nadie realmente puede leer el futuro. Ocurrió a vísperas de una fecha importante que el pequeño niño emocionado hizo algo de lo cual no era consciente, algo que en definitiva fue y no fue su culpa: Había halado de la mano de su madre con demasiada fuerza al bajar las escaleras.
El padre de la primera familia estaba tan aterrorizado que para poder descansar en paz por las noches, se inventó que todo lo que había dicho y hecho había sido sólo un mal sueño, que nunca bajo la mirada y dejo de implorarle al cielo, que jamás le rogó al infierno, que jamás hizo malas apuestas y malos tratos con las criaturas de abajo. Y el feto en el vientre de la pequeña mujer creció hasta que sus pequeñas piernas y manos se formaron, hasta que daba pequeñas patadas y se encogía por las cosquillas cada que el hombre empujaba a la mujer en el columpio. Le pusieron un nombre y le hicieron un futuro espacio en sus corazones.
La otra familia perdió a uno de sus integrantes en ese trágico accidente, un pequeño varón que nunca tuvo la oportunidad de nacer, porque para nacer se debe de estar vivo, y cuando extrajeron el cuerpo del pequeño niño de dentro del vientre de ella, el bebé estaba muerto. Y el hijo mayor lo miro aterrorizado: Tan lleno de sangre y placenta y sin gritos de vida saliendo de su boca: Su cuerpo hecho un gran moratón de vasos sanguíneos y futuros rotos.
El primer niño nació bajo una promesa de un futuro intercambio: Sangre por sangre. La sangre de sus hermanos y madre a cambio de la de él.
El segundo niño creció bajo las sombras de una persecución: Brujas, las brujas se alimentan de niños.
El primer niño cogió su primera bocanada de aire en presencia de su amo, aquel dueño al que fue condenado mucho antes de si quiera haber sido concebido. El diablo juega unas jugarretas bastante macabras. El bebé fue cogido en brazos por aquel quien apesta a muerte, y fue arropado por su manto de protección: Los demonios le mantendrían vivo simplemente para alimentarse de su sangre, para nutrirse de su vida.
ESTÁS LEYENDO
Escribo pecados, no tragedias [Frerard] UBPLI1
FanfictionEllos creían que algo como eso jamás había pasado, que los pecados y las tragedias vienen de la mano. Sin excepción. Pero la eternidad es realmente larga, y la inmortalidad realmente eterna, y sería demasiado egoísta asegurar que cosas así no habían...