Mafia 刀 かたな Katana [Kookmin] ©

Capítulo 3

Sobresaltado Jimin no pudo recordar cómo fue el que terminó ya que lo único que recuerda es el llegar al hospital seguido de que fue sujetado por dos sujetos pero después de eso ya no recuerda más. 

— No te hare nada por ahora si mantienes tu boca cerrada ante lo que viste o escuchaste— Jeon tomó un cambio de pijama dejándolo justo en la cama— Ahora ponte esto y vuelve a dormir—.

Jeon salió de la habitación y se fue a su propia habitación. Jimin se quedó un poco confundido por todo lo que pasó en un abrir y cerrar de ojos. Tomando el pijama que le fue dejada se vistió, una vez vestido salió de la habitación para curiosear la casa. 

La casa o más bien departamento es de un tamaño grande además de que Jimin pudo observar la estructura de este. Entrando en lo que parecía ser la sala donde se escuchaban voces de varias personas hasta que se acercó más y pudo ver a unos sujetos a los que reconoció como los que lo cenaron. 
Intimidado Jimin pensó que lo mejor sería retirarse del lugar así que retrocedió.

—No trates de huir chico o el jefe se enoja— Le dijo un chico de rasgos asiáticos más preciso un japonés alto y blanco. 

Jimin pudo sentirse intimidado por este al ser un desconocido pero no lo sintió al contrario el tono de voz del chico es clamada y precisa.

— Solo quiero observar el lugar, estoy un poco aburrido— Se expreso para que el contrario comprendiera que el estar en una habitación solo era en cierta parte muy aburrido.

El japonés le preguntó si quería tomar algo o algún bocadillo a lo cual Jimin asintió con la cabeza. El japonés lo llevó hasta la cocina donde antes de entrar le advirtió que no hiciera caso de lo que las personas que estaban en el lugar dijeran. Entrando en la cocina, todos los presentes en dicho lugar rápidamente posaron su mirada en Jimin a tal punto de hacerlo sentir incómodo. El joven invitó a Jimin qué tomara algo señalando el la alacena y el refrigerador.

— ¡Wow!, mira nada más lo que tenemos aquí, un lindo conejito— Hablo un tipo japonés más bajo de estatura pero con un físico grande. — Parece que el conejito del jefe se hará en los pantalones— La forma en la que decía cada palabra era más que una burla para Jimin quien trataba de permanecer al lado del otro japonés hasta que esté habló.

— ¡Yato déjalo en paz!, él jefe me encargo de él y no me importa que seas tu si es así al que tengo que golpear — Con voz fuerte el japonés contraatacó al otro quien rápidamente borró su sonrisa cínica.

Jimin ignoró al sujeto llamado Yato y simplemente pasó de largo para poder tomar un pan con jalea y un vaso de leche. Todos observaron los movimientos que hacía este pero igual no le dirigieron la palabra.