Mafia 刀 かたな Katana [Kookmin] ©

Capitulo 6

El tiempo es oro

Con un tutú rosa, sun fue dejada en su escuela de ballet, este día Kei fue el que la llevo especialmente. Ella muy feliz entro a su clase sin saber lo que pasaría al salir por esa puerta.
Jeon dentro de su automóvil espera a que la hora de la clase termine para llevar a cabo su plan.
Cuando miro el salir de muchas niñas supo que la hora había terminado, ahora solo espero el que la pequeña que miro en una borrosa foto apareciera. No tardó mucho para que ante sus ojos apareciera una hermosa niña de cabello rubio y que con ella carga una pequeña mochila. Jeon bajo de su auto, con pasos seguros camino hasta llegar frente a la niña y se agachó para verla bien.

— Hola pequeña—

— .......—

— Eres muda?—

— No, pero no puedo hablar con extraños—

— Jajaja que inteligente niña—

El tiempo es oro y Jeon lo sabe muy bien, como todo un experto de su chaqueta saco un pañuelo con el suficiente toque de alcohol para hacer que la niña se desmaye al momento de ponerlo en su boca y nariz. Todo salió como el quiso, pronto se encontraba conduciendo camino a su casa con la pequeña desmayada en el asiento de copiloto. Cuando llego a su casa se encargó de llevar a la pequeña a su propia habitación y dejarla recostada en su cama para esperar a que está despierte, después de casi una hora la pequeña recobro la consciencia.

— Hola pequeña—

— Que hago aquí?!, Papii!!! Quiero a ir con mi papá!!—

— Lo siento pero no podrás ir con tu papá, más te vale que estés tranquila o te lánzare a un río con caimanes—

— Papi..~—

De los ojos de la pequeña salían muchas lágrimas por no saber que pasa. Jeon la escaneo con la mirada y pronto se dió cuenta que está niña no podía ser hija biológica de Park, por qué la pequeña tiene todos los rasgos de un Estadounidense y Park al contrario sus rasgos son asiáticos. Se acercó más a la niña para verla más de cercas.

— Eres hija de Park?—

— Si~—

— Si eres su hija entonces por qué no te pareces a él?—

— No lo sé—

— Está bien, donde está tu madre?—

— No tengo mamá, solo dos papás—

— Dos?!—

— Si!, Papi Jimin y papá Jungkook—

—........—

Jeon se quedó algo en shock, el padre de la niña se llama igual que el. Fastidiado salió de la habitación para ir a la sala e ir preparando todo para cuando Park muerda el anzuelo.

En otra parte de la ciudad, Jimin sentía que su vida se terminaba al recibir noticia de que su hija no estaba a la hora de salida de la escuela. Mando a sus sicarios buscar calle por calle pero no lograron nada por qué al final no hubo señales de su hija. El joven al saber que su hermana tal vez fue secuestrada se sintió muy triste y rompió en llanto por miedo. Jimin por su parte está sintiendo una ira recorrer le todo su cuerpo pero también la desesperación lo invadió.

— Tranquilo Jimin, respira lentamente—

— Como quieres que me calme si mi hija fue secuestrada, ella solo es una niña!! No tenían por qué meterla entre esto—

— Jimin ya nos enfrentamos una vez a ese tipo y tenemos claro de que no anda con juegos, este tipo es de temerle, lo único que me pasa a la mente es el que fue el—

— Ese hijo de puta!!!!—

Jimin trataba de calmarse pero no le servía de nada por qué ahora mismo está desesperado por temor a que le hagan algo malo a su hija. Las horas pasaron tan lentamente para todos en la casa de Jimin, el llevarse a su hija fue el como encontrar uno de sus putos débiles. Jimin contó casa hora hasta que resolvieron una llama de un número telefónico con el que ya había cortado lazos y claro que son los rusos.

— Si quieres sana a la bebé, Park tiene que ir esta misma noche a la playa de Miami, tiene que ir solo y sin ningún tipo de arma o la niña será la que pagara por cualquier jueguito que hagan. Park tiene un cronometro desde ahorita, si al pasar las diez de la noche y no llega perderá a su amada hija—

Jimin o Kei no alcanzaron a decir ninguna palabra por qué la llamada fue finalizada. Jimin entro en una más grande desesperación y empezó a sentir irritación en su cuello. Kei por su parte se jalo de los cabellos de la cabeza por el estrés.

— Que haremos Jimin?!—

— Haremos?!, No Kei, haré yo, ya lo escuchaste, cualquier cosa pondrá en peligro a mi pequeña—

— Jimin es muy peligroso ir solo, solo te llevará a la muerte segura—

— No me importa!!, Mi hija está en peligro, doy mi vida pero que a mi hija la dejen libre—

— Entonces tienes pensado el irte ya?!—

— Si, el tiempo es oro y con cada segundo puede ser el corte de un hilo—

Kei no estaba nada de acuerdo con esta decisión pero Jimin tiene razón, cualquier truco puede poner en peligro a la pequeña .
Dando las nueve de la noche Jimin salió de su casa rumbo al lugar donde fue citado, por fuera de su ser se mantenía serio y fuerte a lo que fuera a pasar, pero en sus adentros moría de nervios y miedo por qué esta noche sea su última en vida.
Al llegar al lugar este estaba completamente vacío exepto por una camioneta que llegó a los minutos, de esta bajaron cinco personas, las cuales se acercaron a Jimin e hicieron que este se hincara el la arena mientras otro con una cinta se encargaba de amarrar muy bien las manos de Jimin, el último se encargó de amordazar la boca de Jimin y vendar sus ojos.
Lo siguiente que Jimin sintió fue el como fue subido a la camioneta. Jimin todo lo que podía ver es oscuridad tal y como la que vería después de que no maten. No pasó mucho tiempo cuando la camioneta se detuvo, a juzgar por su falta de ruido urbano, Jimin apostaría a que es a las afueras de la ciudad. Fue bajando de la camioneta a jalones fuertes en los cuales estuvo varias veces por caer al piso pero recobraba el equilibrio. El llegar a lo que parece ser una casa sintió la calidez pero lo que sintio después fue el como fue arrempujado fuertemente y termino en algo blando como una cama que sería lo más probable que es.
Pasaron largos minutos que pudieron sentirse como horas, lo único que en la habitación se escuchaba era su propia respiración o eso hasta que una puerta se escuchó ser abierta y asi mismo ser cerrada. Pisadas dirigiéndose a él resonaron en el piso, una mano se poso en mejilla derecha para después subir lentamente y levantar la venda que cubría sus ojos para ver a la persona frente a él.

—Bienvenido Park.....—