Luego de años de contener sus emociones, Kageyama Shigeo, también conocido como Mob, al fin es libre de sentir lo que lo lleva a descubrir que tiene sentimientos hacia su maestro, Arataka Reigen, quien es mucho mayor que él. Pero también descubrirá...
Sintiéndose satisfecho con los acontecimientos del día, Shigeo llegó a su casa, realizó su rutina de ejercicios en su habitación tras lo cual tomó un baño y se sentó en el sofá con una toalla en el cuello y una botella de agua.
Ritsu estaba junto a él, viendo televisión mientras comía chocolates. En cuanto su hermano tomó de la botella, se la quitó y bebió un sorbo también.
—Si quieres agua puedo traerte una botella—le reprochó el mayor recibiendo la suya de vuelta.
—Solo quería un poco para bajar el azúcar.
Shigueo bebió nuevamente bajo la mirada atenta de Ritsu.
—¡Agh! Ahora sabe a chocolate—se quejó.
Giró la cabeza hacia su hermano que sonreía con un ligero rubor en sus mejillas. No entendió el por qué, pero no le dio mucha importancia.
—¿Ya te comiste tus chocolates, hermano?
—Sólo los que me dio Hanazawa.
Ritsu se atragantó comenzando un ataque de tos que preocupó a Shigeo quien le pasó su botella de agua. Una vez más bebió de la ella.
—¿Cómo que Teruki te dio chocolates?
—Sí, nos encontramos a la salida por casualidad.
<<Por casualidad, ¿eh?>>pensó Ritsu sintiéndose molesto al pensar que él mismo no se había animado a regalarle chocolates de San Valentín.
Permanecieron juntos viendo la televisión hasta la hora de dormir.
Mientras Shigeo se acomodaba para conciliar el sueño, Hoyuelo lo interrumpió con un bombardeo de preguntas.
—Creí que te confesarías hoy. ¿Por qué no lo hiciste? ¿Cambiaste de opinión? ¿Acaso fue por la tarjeta?
—Hoyuelo, trato de dormir—murmuró dándole la espalda.
—Está bien. Es mejor que mantengas tus opciones abiertas. Que descanses.
<<¿Mantener mis opciones abiertas?>>
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