Capítulo 21: El inicio del amor ~Tres~

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Si le preguntaran a Hanazawa Teruki cuándo se enamoró de Kageyama Shigeo, el contestaría sin dudarlo que fue cuando lo vio reír por primera vez. No fue cuando se reunieron con el funcionario del gobierno, sino mucho antes. Un momento fugaz tras la derrota de Garra.

Teruki había invitado a Shigeo a su casa, pero el azabache siempre le respondía que tenía que trabajar. Sin embargo, en un día libre, accedió a visitarlo. El rubio eligió una película de comedia de la que habían estado hablando anteriormente y se sentaron juntos en el sofá. Sin embargo, no importaba qué tan divertida fuera, su amigo a penas si sonreía.

—¿Estás aburrido, Kageyama-kun?

—No, la película es divertida.

—Entonces, ¿por qué no te ríes?

—Esto...

—Vamos, ríete un poco.

Comenzó a hacerle cosquillas mientras el otro chico luchaba por no reír y zafarse de sus manos. Cayeron sobre el sofá. Teruki continuó con su ataque hasta que logró su objetivo. Simplemente no puede describir lo que sintió al ver y escuchar la risa de Shigeo, con su cabello agitado por sus poderes. Sólo fueron unos segundos porque ante la sorpresa detuvo las cosquillas y un instante después se escuchó el estruendo de los objetos cayendo al suelo.

—E... Esto... Lo siento, Hanazawa-kun.

Quiso bajarse del sofá, pero fue detenido a tiempo antes que pusiera su pie sobre un vaso roto.

—Hay vidrios por todos lados.

—Lo siento... Tendré cuidado. Iré por una escoba para recoger esto.

—¿Pero qué dices?—el rubió rió un poco—. Sé que te gusta hacer todo de manera complicada, pero yo no.

Usando sus poderes, Teruki levantó cada fragmento de vidrio reuniéndolos en un solo grupo y lo llevó a la cocina donde se deshizo de él. Al regresar al sofá, vio a su amigo avergonzado.

—L... Lo s... Siento, Hanazawa-kun. Prometo pagarte por los daños.

—Así que esto es lo que sucede cuando te ríes.

El azabache asintió.

—No te preocupes. No me molestaría que destruyeras mi apartamento si con eso puedo verte reír de nuevo.

Shigeo no pudo evitar sonrojarse y es que su amigo tenía cierto encanto difícil de ignorar. Antes de darse cuenta, el rubio se sentó junto a él y lo abrazó. Fue el primer abrazo y Teruki se hizo adicto a ellos. Luego de eso, el más alto escuchó con atención la explicación de Shigeo sobre sus poderes, o al menos lo que entendía de ellos. Y le explicó lo que sucedía cuando quedaba inconsciente y perdía el control.

—Kageyama-kun—Teruki se veía triste—. Perdóname por llevarte hasta ese punto cuando nos conocimos. No tenía idea de lo horrible que es para ti.

—Eh... No, no te preocupes, Hanazawa-kun—Shigeo agitaba sus manos nervioso—. Tu no lo sabías, además... Ahora somos amigos.

—Sí, y yo ya recibí mi merecido—Teruki se reía de sólo recordarlo.

—Lo siento...

—No te disculpes. Vamos a dejarlo en el pasado.

Shigeo asintió con una sonrisa.

—Kageyama-kun, te prometo que si alguna vez vuelves a entrar en ese estado, yo haré hasta lo imposible por detenerte.

Los ojos del azabache se abrieron muy grandes. Pero, ¿podría su amigo ser capaz de detenerlo?

El significado de un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora