48-Dulces trampas

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Dolorido no llega al final a la cena por lo que Edmure se pasa todo el tiempo irritado mientras comia, incluso Cheshire y su grupo guardaron silencio. William no fue llevado a la mesa, ¿Estaria muerto? Edmure no me dice nada mas de lo que yo deba saber. Al menos Úrsula me ha enseñado cosas útiles y he conversado con su ayuda con los distintos seres que hay en las celdas reuniendo cada pensamiento, cada idea y planes que ellos tienen en caso de ocuparlos a futuro, pero realmente no puedo aplicar nada con certeza ahora. Solo me queda esperar y ver el momento en que pueda tomar el control. Mientras tanto solo soy una prisionera.

– Dolorido nos mintió y ganó tiempo para defender las fronteras – Dijo Edmure de la nada, las primeras palabras que decia en toda la noche. – Cheshire iras personalmente a hacerle una visita. Llevate a tu grupo, odio tenerlo cerca.

Cheshire golpeó su plato flotante y lo regresó a la mesa – Como digas, entrar y salir. Muy fácil.

Fue lo último que se dijo, cuando Edmure terminó de comer solo se levantó y salió del comedor. Me quedé un momento a solas después de que el resto se fuera y me limite a recordar como lucia esta mesa cuando recien llegue, la noticia de la boda habia sido una sorpresa para todos y William y yo no parábamos de hablar. Me niego a pensar que todo fue por la zapatilla, pero escapar de la verdad no lo convertirá en una mentira. Me amó porque lo obligué a hacerlo y esta es la única prueba que necesito, nadie me amará o me será leal al menos que lo obligue a hacerlo. Si no me daran mi final feliz lo conseguiré yo misma o moriré en el intento.

– Edmure, necesito me ayudas ¡Ahora! – La voz no viene del exterior, esta en mi cabeza, ¿Es producto del cristal? Toco mi cuello y el pequeño cristal que utilizaba para comunicarme con Edmure esta ahi. Interesante – Tengo el libro, pero hay algo extraño en el castillo y la bestia. Dijiste que el hechizo se romperia.

– Soy Ella. – Informo y elijo palabras al azar – Edmure me dijo que te contestara, ¿Tienes el libro?

– Si, solo debo ir al portal, pero necesito hacer algo primero – Su voz suena cansada – Tengo una única oportunidad.

– Hazlo y luego envia el libro – Paso mi dedo por lo largo del tenedor – Es urgente tenerlo. Avisame a mi cuando lo enviaras. Edmure esta indispuesto.

– Gracias – No puedo evitar sonreír a pesar de que el dolor en su voz me hace sentir lástima – Estaré ahí pronto.

Dejo el cubierto sobre la mesa y me levanto, pregunto a los guardias sobre Jonathan y me dicen que ha huido, él al menos si decia la verdad, pero conociendo a Edmure morirá pronto. Pienso en como es posible que Bella me contactara, en que su conversación se desviara hacia mi y a la conclusión que llego es por el cristal, por ese pequeño cristal en mi cuello que me conecta con Edmure para hablarle con discreción. Tal vez si se desvió es porque esta alterado, lo suficiente enojado como para soportar mas. Paso la lengua por mis dientes mientras camino dandole vueltas a ese pensamiento una y otra vez hasta encontrar una solución. No puedo vencerlo con fuerza, debo enloquecerlo, distraerlo y hacerlo sufrir para evitar que se concentre. Una vez lo dijo, cuando esta cerca de mi escucha campanas. Debo lastimarlo de forma sútil.

Mis pasos me guian hasta la habitación de Edmure y toco con suavidad la puerta, esta se abre sola. Edmure esta sentado en la cama con guantes en sus manos y con la mirada perdida en su brazo, imagino que en los nombres tatuados en su piel. No levanta su cabeza cuando me acerco. – Escucho historias en este momento – Dice con lentitud – En Nunca Jamás se esta creando la Reina de las sombras, en el castillo de La Bestia el hechizo esta a punto de romperse y Alicia sigue tratando de escapar del espejo, el Rey de los siete mares ha jurado inundar el reino de Eric y el resto se preparan para una guerra.

– ¿Cómo haces para saber tanto? – Pregunto mientras me siento en el borde de la cama.

– Las historias vienen a mi, Ella y en mis peores dias en grandes cantidades. Los cazadores de historias somos como libros, guardamos información y luego la compartimos con el mundo asi no se pierden en el olvido. – Por primera vez dirige su mirada hacia mi – Hablaste con Úrsula, ¿Cierto? Y enviaste a los ratones, los he visto recorrer muchos lugares. Todo esto lo he hecho por ti, ¿Y así me recompensas? ¿Traicionandome?

Érase una vez una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora