Les contaré la historia de una niña, de una niña que creia en el amor, en la justicia, en que todos los sueños se cumplían... Esa niña se llamaba Ella. Ella era muy hermosa, de mejillas rosadas, cabello rubio como el oro, y unos brillantes ojos celestes. Muchas personas juraron ver el cielo en sus ojos, en ese iris de un color tan claro, tan inocente, lo juraron mucho. Demasiado. Quizás por eso su madrastra, llena de odio y envidia, decidió ocultarla. Quitarle ese brillo... Bien, volvamos a la historia que ya me estoy adelantando.
Ella tenia una madre, algo muy normal, todos tenemos una, pero la madre de Ella era muy amable. Siempre la llenaba de abrazos, le hacia cosquillas, besaba su frente, la acurrucaba contra su pecho y le cantaba sobre historias de princesas y guerreros, dragones y reyes, y sobre reinas malvadas con finales tristes. Ella la amó mucho, tal vez por eso fue que se la quitaron. La vida te quita las cosas que amas. Todo a lo que tienes cariño. Y no puedes decirle nada sea justo o no.
Cuando Ella tuvo nueve su padre volvió a casarse, mujer alta, rubia, ojos azules. Muy parecida a su madre. Su madrastra trajo dos niñas, sus hijas: Drizella y Anastasia. Ellas eran hermosas, tanto como Ella, pero sus hermanastras temían que las opacara. Guardaron su miedo hasta que el padre de Ella murió. Entonces con ayuda de su madre la convirtieron en Cenicienta... Y no me refiero a una princesa, si no en una sirvienta. La llamaron asi por estar cubierta casi siempre de cenizas y polvo.
Cenizas. Y. Polvo.
Creo que todos estamos de acuerdo en que la joven Ella merecia algo mucho mejor. Digo, ella lo perdió todo. Su familia, su casa, su vida. Al menos Ella debió tener un poco de amabilidad, algun cumplido, una persona que la quisiera, pero nunca la dejaron salir. Y en su propia casa no lo obtuvo. Todos se olvidaron de ella.
Y ¿Saben que es lo peor? Lo peor es que cuando creyó que por fin seria feliz, que el mundo decidió darle lo que merecia, y que el amor llegó a su puerta... Bueno, resulta que la magia solo dura hasta las doce.
Con cariño:
Cenicienta.
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Érase una vez una princesa
Fantasía¿Qué pasaría si Cenicienta enloqueciera? ¿Si todo lo que sufrió con sus hermanastras la convirtió en una persona vengativa? ¿Y si su príncipe azul la engaña con una de sus hermanastras? ¿Sera posible que la magia del hada ya pasó? La verdad es que h...
