Érase una vez una princesa

37-Estas Sola

Despierto en la oscuridad con mantas encima de mi pero no estoy en una cama. En realidad es solo otra manta delgada que la hierba logra traspasar y causarme molestia. Me siento lentamente y luego froto mis ojos con las manos, al abrirlos de nuevo veo que no esta completamente oscuro. La luz de la luna nos ilumina un poco. A un metro de mi esta Dorothy, puedo reconocerla por su cabello y mas alla de ella hay un cuerpo puesto simplemente encima de la tierra. No tengo que mirarlo mucho para saber que es Edmure.

– ¿Te encuentras bien? – Pregunta una voz detrás de mi y me giro para mirarlo. Es un hombre alto y de cabello rubio que le llega hasta los hombros, de facciones duras y que parecen estar congeladas en una expresión de enojo eterno. – Me llamo Artrerick, soy el rey de Oz.

Al igual que mi su ropa esta cubierta de sangre seca y tiene algunas heridas en sus brazos, pero la que destaca mas es una en su mejilla que casi toca la comisura de sus labios. – ¿Cómo llegue aqui? – Pregunte intentando ponerme en pie, en mi segundo intento él estiró una mano para ayudar a levantarme asi que la tomé. – ¿Donde estamos?

– A unos cuantos kilómetros del castillo – Artrerick tenia un tono de voz que no me gustaba – Las manos de hierro, el ejercito del rey y muchos otros de sus aliados atacaron y perdimos. Tu te desmayaste por usar con los tres que mataron a Edmure lo que sea que haces.

Suelto su mano y trato de mantenerme calmada – ¿No liberaron a los monos o sonaron el cuerno?

– Edmure es el que puede sonar el cuerno y con lo otro si, lo hicimos y perdimos a todos. Resulta que a Malefica no le agradan. – Sacó de su bolsillo un cigarro y lo encendió con la punta de su dedo dandome una mirada de vez en cuando – Vine aqui desde hace dos dias y me secuestraron, fue bonito conversar con un cuchillo en mi garganta acerca de mi vida y luego me dejaron ir justo cuando el ejercito entró, aunque claro primero me robaron. Entré al Castillo, liberé a mi corte, a mi esposa y a los putos monos, pero perdimos. Intentar ganar a una fuerza como esa seria ridículo y como soy un hombre inteligente escape y te traje aqui junto con Edmure por si acaso seguia vivo... Y sorpresa, no lo está. Nosotros partimos en la mañana cuando el mago este recuperado y luego nos vamos sin ti.

Mi mandibula se tensa un poco – ¿Me dejaran aqui?

– El rey te quiere muerta asi que a donde tu vayas él irá y no quiero esa clase de problemas. Se acabó, Ella. Tu perdiste, Edmure perdió, todo en lo que creimos y confiamos se fue – Hizo una pausa y luego dejó escapar el humo hacia mi rostro. – Nuestra alianza era con Edmure no contigo.

– ¡Ustedes atacaron!

Él lanzó una carcajada – Plan de Edmure para llevarse a Jack y enloquecer a Alicia. Mi esposa pudo haber muerto, pero ¿Sabes por qué vino incluso sabiendo el riesgo? Para liberarse del hada. A ella no le basta con un favor a cambio de lo que te da, cuando mueras tu alma es suya y la forma en que puedes evitarlo es con un intercambio. Asi que ayudamos a Edmure y obtuvimos lo que queríamos.

A este punto mi paciencia es casi nula, pero me fuerzo a seguir hablando con tranquilidad.

– Si estan de su lado deberían apoyarme.

– Edmure murió, no hay nada que hacer y como dije antes nuestra alianza es con él no contigo. No te debemos nada, Ella y te recomiendo que pronto te pongas en marcha para que no te encuentren.

Levanto mi mano para golpearlo pero él me detiene. Siento la furia creciendo en mi, es energia, es magia, es poder y pide liberarse... No lo hago. La mantengo adentro y la reservo para mas adelante, aunque pelee con Artrerick no me ayudará.

– Vete a la mierda – Respondí soltandome de su agarre – Se arrepentirán de esto.

– En ese caso me alegro de dejarte morir.

Nos miramos un momento y luego doy media vuelta, cuando lo hago me encuentro con una escena que me quita el aliento. El castillo esta en llamas. Desde donde estoy puedo perfectamente observarlo arder y solo quiero llorar. Deje a Gus ahi adentro, no me importa si se desaparece el maldito lugar por mi que lo haga, pero Gus estaba ahi guardado en una cajita para que este a salvo.

Me siento en una piedra y veo la escena totalmente inmóvil, dominada por un sentimiento que conozco muy bien. El resto de la corte de Dorothy viene a los minutos con comida y puedo escucharlos reir y comer atrás de mi, pero yo soy como una estatua ahora. No me importa lo que hagan. Ellos desaparecen antes del amanecer, cruzando un portal que crea el mago ahora que la protección ha caído, y yo sigo aqui. En completa soledad. Oficialmente todo por lo que he trabajado, las personas a las que he querido y mis sueños se han desvanecido antes de que pudiera tocarlos con mis dedos.

Vuelvo al inicio de nuevo.

Me acercó al cuerpo de Edmure después de reunir la valentia que necesito y tomo asiento a su lado, han quitado la daga y limpiado su rostro, pero la herida sigue ahi. Arruinando la calma en sus facciones. Con mi mano acaricio su mejilla, por alguna razón un escalofrio recorre mi cuerpo y en mi cabeza hay un leve susurro. Entonces suelto una risa. Me pongo de pie e invoco a un gigante pequeño para que lo lleve conmigo, no sé porqué Edmure no despierta, pero no voy abandonarlo. No es como el inicio, es mucho mejor que eso, he aprendido, soy mas fuerte y si me lo propongo podre vencer al rey en su propio juego. Solo debo caminar y pensar, huir antes de que me atrapen y después volver cuando tenga el ejército suficiente, aun tengo el reloj, el poder de crear lo que imagine y soy inteligente. Puedo arreglármelas mientras Edmure despierte y cuando lo haga voy asesinar a los que me abandonaron y a cualquiera que este en mi contra.

Coloco una sabana encima de mi cabeza y con la otra cubro a Edmure, después camino hacia abajo de la montaña mientras el gigante me sigue. El miedo a lo desconocido me va deteniendo, en ninguna ocasión salí mas alla de los jardines del Castillo y aunque me se de memoria los mapas no es lo mismo a estar aquí siendo perseguidas por personas que quieren matarme.