Érase una vez una princesa

19-Una Larga Lista

Me levanté hace cinco minutos, han pasado solo unas horas, pero me niego a quedarme en cama mas tiempo. Un mes ha sido suficiente. Estoy cansada, claro que si, el problema es que no se quita con una siesta. Es algo mental. Realmente hay un vacio en mi, como si hubiera dejado una parte de lo que soy en algún lugar al que nunca podré volver.

Me siento en el suelo con un papel y un lapiz, empiezo a recordar y a reunir motivos para cada nombre. Ya no tengo nada que perder asi que esta vez pienso cumplir mi lista, ¿Qué mas podrian quitarme? No me queda nada importante.

Edmure toca a la puerta y le permito pasar, habíamos hablado poco antes, pero ya teniamos un trato. Él se sienta en la cama y me observa desde ahí, es alguien apuesto, inteligente y ya tenia planeado una forma de matarlo si me fallaba. Tenia una para cada persona que conocia. Nunca mas me traicionarian y si lo hacian ninguno saldria victorioso de ello. Ya no más.

– No me has preguntado pero vine porque pienso que aunque te conozco realmente no lo hago.

– Edmure, me gustaria estar sola. – Contesté mientras terminaba de trazar el último nombre – De verdad.

– No creo que quieras estarlo, a pesar de que lo digas. Tu boca miente, pero tus ojos no, princesa Ella.

Levanté la mirada alzando una ceja – ¿Lees a las personas ahora?

Edmure rió – Claramente, he servido a tres reinas y todas dependieron de mis servicios. Soy el amo de los secretos, mi trabajo es leer a las personas, justamente por eso te recomiendo que no intentes mentirme.

– ¿Porqué me mataras si lo hago?

– Ella, Ella, aun no entiendes nada – Soltó un suspiro mientras hacia una mueca – Se que vienes de un matrimonio enfermizo, pero necesito que confies en mi. Estoy siendo sincero desde el comienzo, no te oculto lo que soy, y ese tipo de relación es la que necesitamos si queremos ganar. No te pido que me ames, solo te pido que confies.

Guarde silencio mirando hacia la lista de nombres que escribí en la hoja de papel. Edmure se levantó de la cama y tomó asiento enfrente de mi, sus ojos no eran maldad pura o se burlaban, era comprensivo. Amable. Todo eso me hacia dudar de él.

– ¿Qué escribes? – Preguntó señalando la hoja.

– Una lista.

Él volvió a sonreír – Yo tambien tengo una – Levantó la manga de su camisa hasta el codo dejando ver su piel, lentamente varios nombres empezaron a aparecer y algunos estaban tachados por una línea. – El primero es quien mató a mi madre.

Me acerqué a él y toqué su piel, lo nombres no se sentian, ni siquiera habia un tacto desigual o reseco. Era como si solo hubieran sido dibujados en su piel con mucha delicadeza. Cuando lo miré a él nuestros rostros estaban cerca, pero no lo suficiente para hacerme sentir incómoda.

– ¿Tú lo hiciste?

Edmure asintió suavemente – Mi padre me enseñó.

Yo sonreí ampliamente – ¿Puedes hacer lo mismo con mi lista?

– Ire por la tinta.

Me senté en la cama mientras lo esperaba, no tardó mucho en regresar, traia un frasco pequeño en su mano y lo que parecia una aguja. Se sentó junto a mi lado y empezó a preparar todo, luego estiró mi brazo, el que yo habia elegido para esto. Cuando inició se tomó su tiempo en trazar cada letra, fue ahi que noté que Edmure tenía una caligrafía perfecta, y que cada maldito movimiento de la aguja dolía como el infierno.

– Ed – Le llamé, Edmure se detuvo un momento para escucharme – Quiero que me enseñes a pelear.

– Todo lo que desees, Ella – Edmure volvió a su trabajo y terminó el último nombre – Solo dime cuando y empezamos. – Una sonrisa creció en sus labios – Listo, ya terminé.

– Gracias, Edmure – Susurré mirando fijamente la lista – Es perfecta. Es... Justo lo que necesitaba para empezar.

– ¿Empezar qué?

Una sonrisa satisfecha se dibujó en mis labios.

– Mi larga lista de enemigos.

William
El Rey
Lady Tremaine
Drizella
Anastasia
Rey Eric
Reina Malvada
Úrsula
El Lobo
Rey Felipe
La Bestia
Dorothy
Rey Aladdin
Jafar
Maléfica