46-Jonathan

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Los sirvientes entran después de que Edmure habla, ponen los platos y cubiertos, ordenan los postres, caminan rápido pero tan suaves para no hacer ruido. No miran a nadie, mantienen su cabeza gacha, huyen al contacto fisico y sus palabras van acompañadas de "Mi rey" ya que solo se dirigen a Edmure.

– ¿No te gusta mirarlo, Ella? – Preguntó Edmure haciendo que levantara mi cabeza, el apunta a William – Si quieres puedo retirarlo de la mesa.

Miro a William con mas atención, su rostro esta inflamado, rojo y con muchos moretones, sus ojos apenas se ven y cuando el sirviente le da de comer apenas mueve sus labios. La mesa esta en silencio observando con diversión porque esto es un juego, empezó desde que llegue al Pais de las maravillas y no se ha detenido en ningún momento. No le entendia antes, pensé que funcionaban con alguna lógica, pero solo les gusta el drama, los problemas y la sangre. Viven para divertirse. Es todo.

– Su apariencia no es la mejor – Digo mientras regreso mi mirada a Edmure y le sonrio, puedo odiar a William y estar satisfecha con el daño que le hice pero ahora Edmure esta por encima – Pero es soportable, aunque si duele ver a mi esposo herido.

Cheshire rie. Edmure bebe un trago de su copa de vino antes de contestarme – Yo soy tu esposo.

– Por supuesto, si contamos unas simples palabras dichas en un momento de miedo – La mirada de Edmure me indica que debo callar pero no quiero. Estoy molestándolo y me gusta dar en un punto débil por primera vez y quiero ir aun mas alla, lastimarlo. – Ademas de que nuestro objeto de matrimonio, el juguete de tu hermano, se quemó en el incendio. No creo que sea válido si lo comparamos con una ceremonia y que ante todo el reino sea su reina y no la tuya – Edmure encoge su mano en un puño y aprieta sus labios de forma sútil, debo cambiar mi dirección – Aun asi, cariño me considero más tu esposa que la suya a pesar de que intentaras matarme tambien. Imagino que ganas puntos por no asesinar a nuestro hijo.

Aline suelta una risa haciendo mas incómodo el ambiente – ¡Ella es tan encantadora! – Dice dirigiéndole una sonrisa a Edmure – Pero vamos, Edmure informa a Ella y luego hablan de sus hijos.

Cheshire alzó una ceja – No creo que hablaran de eso, pececito.

– ¿No? – Preguntó ella con el ceño fruncido.

Blancanieves golpeó su copa con una uña afilada recuperando la atención de todos – Dejen que Edmure hable. Estamos perdiendo el tiempo.

Edmure me dedica una mirada larga y dura – Ella tu estas casada con William, por supuesto es solo una fachada, tanto William como tu carecen de poder. Solo ascendieron para no tener que lidiar con alguna rebelión. Estas son las reglas a tomar – Es increible como puede dar vuelta todo y hacerme enojar tan fácil. Veo que en sus ojos hay un pequeño gramo de diversión – No daras ordenes importantes sin que se te ordene, hablaras cuando se te diga y no te moveras o haras algo sin que antes se te sea orientado ¿Entiendes, cariño? – Él no esperó mi respuesta – Esta noche Dolorido viene a cenar para crear la paz, no puede mantener El pais de las maravillas y todos sabemos eso, pero su ejército de asesinos nos será útil. Tu y William se prepararan, Blancanieves les dara lo que tienen que decir y mantendrán un perfil bajo mientras yo soy quien negocia con él. – Estira su mano y la pone encima de la mía, su mirada se vuelve mas suave – Si haces algo indebido, Ella me veré en la necesidad de hacerte daño. Te pido que te controles y me dejes esto a mi.

De alguna manera su voz viaja a mi cabeza haciendome estremecer "Recuerda que yo te converti en una reina".

– Por supuesto, mi rey – Me aventuro a responder con un tono temeroso y amable. Es como si volviera a los tiempos de mi madrastra. Edmure acaricia mi mano con sus dedos haciendome sentir extraña, el problema se resolvió asi de fácil. Solo tuve que ceder... ¿Es todo lo que debo hacer? ¿Sonreír, lucir bonita y ser amable? Es lo que he hecho siempre, con mi madrastra, con William, con Edmure. Solo me cuelgo de sus brazos, guardo lo que pienso y sonrio y es justo lo que me ha traído aqui. Tal vez estuve pensando mas en la fuerza que en lo que podria hacer usando la amabilidad y a este punto no puedo dejar a Edmure en el trono tratándome como un títere asi que no importa realmente como obtenga lo que quiero mientras lo tenga. Suelto un suspiro e intento relajarme no me hará daño mientras siga sus deseos. – ¿Puedo comer ahora, mi rey?

Érase una vez una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora