53-Una esperanza ciega

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Me mantengo quieta, pero la risa brota de mi sin querer. Es extraño y divertido. Pronto puedo ver a quienes han entrado, son guardias alados cubiertos por ligeras armaduras y hermosos cascos resplandecientes. Entonces lo que Ali y yo pensabamos era lo correcto, Morfeo solo quiere el libro.

– No usas ninguno de mis regalos – Murmura en tono calmada, mas bien parece que solo lo dice por decirlo. Realmente no le interesa. Las personas retroceden y los guardias de mi reino desenvainan espadas mientras intentan proteger a los invitados y a mi.

– ¿Debia usarlos? – Respondo apretando sutilmente el bastón con mis dedos.

– Baja el bastón – Ordena.

Mi cuerpo se tensa pero suelto el bastón dejandolo caer al suelo y lo empujo hacia un lado con el pie.

–No mates a mi gente.

Morfeo lanza su cabeza hacia atras y grita la orden, las personas salen en una hilera ordenada y calmada. He tenido que controlarlos para que se vayan sin empeorar la habitación. – Listo – Baja un poco la daga – Solo quiero el libro, dame el libro y te dejaré ir. Lo prometo.

– Deberas esperar – Pongo una mano sobre su muñeca y la intento alejar pero él no cede. – Bella quedó en comunicarse conmigo, tu lo sabes. Enviaste la carta.

"Ella, soy yo. Cruzaré el portal" La voz de Bella se escucha alterada, bastante asustada "¡Ella, no puedo esperar! ¡Cruzaré el portal ahora! ¡Buscame!"

En la mitad del salón se levanta una ráfaga de aire, las puertas se golpean entre si y por un segundo todo se queda a oscuras. Cuando la luz vuelve hay un circulo azul que muestra el interior de un pasillo y a una joven corriendo con un vestido pesado de color amarillo. Lleva una mancha de sangre con forma de mano en la mejilla. – ¡Ella! – Grita y se lanza hacia adelante, sus brazos salen del portal sin dejar de sostener el libro. Golpeo a Morfeo en el estómago y corro hacia ella. Lo hago tan rápido como mis piernas lo permiten, evito a guardias con mi magia lanzandolos hacia atras. Es una carrera, en la que Morfeo llega antes, puedo ver sus alas moviendose por encima de mi cabeza.

No, no va a ganar. No puede ganar. Ya llegue hasta aqui, debo hacerlo hasta el final. No puedo perder.

Continuo corriendo, me preparo para atacarlo pero mis guardias me ganan. Han lanzado flechas provocando que caiga al suelo y se cubra con sus alas, los soldados de Morfeo atacan a los mios deteniendo el ataque rápidamente. Pero cuando lo logran yo ya he llegado, ayudo a Bella a levantarse y sujeto el libro con mis manos. Bella no lo suelta. Detras, en el pasillo, una figura peluda con enormes colmillos avanza. La empujo hacia adelante para ayudarla a entrar y cuando esta a punto de hacerlo jalo el libro y pateo su abdomen, la empujo hacia atrás regresandola. Puedo escuchar como grita y no me importa. Tomo el poder del libro, me concentro en su magia, en los hilos que lo conforman y puedo verlo todo, son tantas cosas, tantos futuros distintos, historias pasadas y cosas sucediendo en el presente. Cierro el portal y retrocedo, los ojos de la bestia me persiguen en mi mente, pero pronto todo cambia a una nube pesada. Es demasiada información, demasiado poder y todo me da vueltas. Este libro enloqueció a Edmure ¿Lo hará conmigo? ¿O ya estoy loca?

– Edmure y Ali no estan – Grita un soldado de Morfeo que ha entrado en la habitación. Me giro hacia él, todos lo hacemos. Hasta ese momento noto que no estoy tocando el piso. Me siento tan ligera...

Alguien da un paso al frente para quitarme el libro pero lo golpeo contra la pared, parpadeo dos veces y él hombre esta normal, asustado en su sitio esperando su oportunidad. El futuro y el presente se están confundiendo en mi cabeza. Suelto el libro, lo dejo caer al suelo y Morfeo avanza, el cabello rubio cubre los costados de su rostro, su piel es pálida y sus ojos son dos aterradores circulos de oro, pero no se ve que intentará matarme, no se ve como una amenaza. Él se queda a cuatro pasos de mi y a uno del libro. No hace movimiento alguno, solo se queda quieto. En su armadura plateada gotas de sangre se deslizan lentamente, se ve aterrador, parece una pesadilla salida de un cuento, pero se comporta normal, calmado y pensativo.

– No venimos atacar – Dice sin dejar de mirarme, yo levanto una mano y arreglo el parche en mi ojo. Mi cabello esta pegajoso por la sangre y el sudor, casi todo mi cuerpo esta de la misma forma. – Solo queremos asegurar la paz en los reinos, el libro es peligroso y lo has notado. Espero que logres entender, mi reina que el libro debe conservarse cerrado y en un lugar al que nadie pueda acceder.

Bajo mi mirada al libro, veo en el todo por lo que he luchado y lo dejo ir. Tengo el collar y ya he peleado esta noche suficiente y puedo matar a William si hace falta. Es suficiente. Si, ya di demasiado. Merezco descansar, llegar a un acuerdo de paz para mi y para mi reino. Ahora yo tengo el poder.

– Lo entiendo – Respondo – Lo entiendo.

Érase una vez una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora