45-Maldito Edmure

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Despierto en una habitación iluminada por la escasa luz del sol que entra por la amplia y conocida ventana, me toma varios segundos recordar lo que pasó y varios segundos mas el darme cuenta que sigo viva. Pongo una mano sobre mi frente encontrando la piel arruinada por cicatrices y que tambien falta parte de mi cabello, aunque la corona y el oro ya se no estan tiemblo por la furia que domina mi cuerpo y me levanto de la cama. No tengo muchas fuerzas para caminar, pero me obligo a hacerlo apoyándome de la pared hasta llegar al espejo. Mi reflejo me regresa la mirada y grito con fuerza empujando mis puños contra el vidrio hasta romperlo. He perdido un ojo y en su lugar hay uno falso hecho de cristal, mi piel esta hundida y marcada por cicatrices, me falta cabello principalmente de la parte de arriba. Soy un monstruo, un horrible y asqueroso monstruo.

La puerta se abre y es Edmure quien entra, usa el uniforme de los guardias y el collar del tiempo del Pais de las maravillas. Doy un paso hacia el frente, un vidrio se clava en mi pie y caigo al suelo, mis rodillas chocan contra el piso y me apoyo con mis manos para no caerme por completo. Estoy demasiado débil.

– Quite tambien la magia de Blancanieves – Dice Edmure poniendo una rodilla sobre el suelo, sujeta mi mentón y me obliga a mirarlo – Entiendo tu furia, Ella pero lo hice porque queria protegerte. Se requiere un sacrificio para pertenecer a la trinidad, el Hada Madrina lo dijo, mi plan era matarte y luego traerte de regreso aunque probablemente me odiaras. Hay mucho en juego, cariño ya no se trata de perseguir un trono, pronto habrá mas enemigos de lo que pensamos.

Aprieto mis labios evitando responder, pero presiona sus dedos a mi barbilla con mas fuerza. No me curaré de las heridas que me hice, no tengo mas magia ni puedo crear vida, y tampoco puedo defenderme. Edmure ha conseguido destruirme. Reiría sino tuviera miedo.

– ¿Por qué estoy viva? – Mi voz sale ronca producto de mi garganta seca por lo que toso un poco cuando termino e intento tragar saliva. Edmure no suelta su agarre y solo se limita a verme.

– Mi plan tenia muchas fallas, ser parte de la trinidad me impediría protegerte y estar contigo. – El color de sus ojos se apaga y hace mas suave su agarre – Ademas el Hada se quedaría con tu alma, por suerte Cheshire me advirtió de eso.

– ¿Aun crees que tenemos un futuro juntos?

Las facciones de Edmure se endurecen – Con el tiempo lograras perdonarme y entender que lo hice por nosotros.

Intento apartarme y él me deja ir, quiero levantarme pero todo el cuerpo me duele especialmente mis manos y pies. Edmure me toma de la cintura y me levanta del suelo, con cuidado me sienta en el borde de la cama. Se agacha enfrente de mi hasta quedar un poco mas bajo que mi altura, sus ojos me observan con fijeza.

– Me convertiste en un monstruo – Le digo con firmeza y brusquedad raspando mi garganta con las palabras. Duele, duele demasiado, pero necesitaba decirlo. Quiero herirlo tanto...

– Eres hermosa – Responde alzando una mano y tocando mi mejilla, las cicatrices de sus manos se sienten ásperas contra mi piel. – Puedo jurarte eso. – Bajó su mano y sujetó mi muñeca izquierda, utilizando su otra mano empezó a sacar los pequeños pedazos de vidrio del espejo que rompí. –Yo una vez me mire igual que tu, ¿Recuerdas?

Pienso seriamente en golpearlo, podria lastimar su ojo antes de que lograra detenerme, pero sé lo que puede hacer Edmure y seria tonto darle señales para desconfiar de mi. Entonces considero no responder, pero pronto se vuelve una mala idea cuando aprieta mi mano con fuerza sin importarle que estoy lastimada y yo grito de dolor. Hay un muy sútil mensaje en ello: Contesta.

– Tu lo reparaste, no es un orgullo parecer un monstruo, Edmure – Respondo en un tono muy bajo y con la mandíbula tensa, Edmure me suelta y sigue con lo que estaba haciendo. Cada pequeño pedazo que saca de mis manos duele mucho. – ¿Puedo tomar agua?

Érase una vez una princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora