Capítulo: 28. Variscita

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Lan Xichen tomó asiento dentro de su habitación y procedió a leer la carta.

Su hermano menor le describía cómo estaba la situación en la secta, el resultado de las últimas cacerías, el manejo administrativo y otras cosas más, que demostraban que Wangji estaba bastante capacitado para liderar Gusu Lan.

Eso era un consuelo para Zewu-jun porque, a pesar de que apoyaba el espíritu libre de su cuñado temía que Wangji se desobligara de la secta y dejara todo sobre los hombros de su tío en su ausencia.

Pensando en su tío, buscó si había escrito algo de lo que habló con él o alguna advertencia al respecto.

Encontró un apartado donde escribió sobre lo que su tío había dicho después de leer su carta, en pocas palabras su tío estaba decepcionado, no por lo que él había pensado al principio, y le advertía que Lan Qiren iba a estar presente para la celebración pero con la intención de hablar tanto con el líder Jiang como con él y que luego de la celebración lo llevaría de vuelta a Gusu Lan para que retomara su puesto sin contratiempos.

A decir verdad, eso no le sorprendía.

Al final de la carta, Lan Wangji le aseguraba que tendría su apoyo pasara lo que pasara.

Lan Xichen dobló la carta y suspiró.

Se asomó a la ventana para ver que el cielo comenzaba a desplegar su manto de estrellas.

Estos últimos días fueron maravillosos al lado de Jiang Wanyin. El hombre más joven se había demostrado más alegre, menos arisco, hasta no había girado su anillo en su dedo como solía hacerlo cuando algo lo molestaba.

Cuando Xichen había hablado con Wangji sobre sus sentimientos, se había reprochado el hecho de que había pasado muy poco tiempo para asegurarse que estaba sintiendo algo como amor por la otra persona. Su pequeño hermano lo había mirado de una manera que si fuera otra persona se hubiera reído en su cara, por lo que solo atinó a soltar un bufido. Luego con mucha paciencia le había explicado que cuando uno se enamora no puede elegir de quién lo hace y menos controlar el tiempo para hacerlo, solo pasa, y que eso también estaba bien.

Lan Xichen más que nadie sabía cómo su didi había sufrido durante el proceso de aceptar sus sentimientos, por eso confiaba en su guía.

Su único temor era que ese sentimiento fuera unilateral, por más que Wangji le hubiera dicho que Jiang Wanyin posiblemente solo estaba pasando por la etapa de negación, aún así tenía dudas, pues su miedo radicaba en que sólo lo estaba tomando como un proceso de amistad, así como él mismo lo hizo al principio, más aún con su reciente declaración.

Decidió dejar de pensar en ello, era hora de cultivar, luego se daría un baño e iría al Zilìan para su momento familiar como todas las noches.

—Zizhen, ¿Sabes cómo va la señorita Li con la historia que le conté? —dijo el ex Patriarca mientras terminaban de limpiar el lugar de la energía resentida

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—Zizhen, ¿Sabes cómo va la señorita Li con la historia que le conté? —dijo el ex Patriarca mientras terminaban de limpiar el lugar de la energía resentida. Fue una buena noche de cacería, habían acabado con varios cadáveres andantes.

Small Purple Clouds (XiCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora