Capítulo 26. Margarita

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Blake

Me temblaban las piernas. ¿Estaría Bella allí? Deseo que lo esté.

Quise bajar aquellas escaleras más rápido, pero las piernas me fallaban. No veía el momento de verla. El corazón se saldría del pecho. Me detuve en medio de la escalera y apoyé los brazos en la pared que había a cada lado, inspire hondo y seguí.

Realmente no sé cómo reaccionaría si Bella no estuviera allí. Me volvería loco, pero seguiría buscando así, dependa mi vida de ello.

Llegué al final de la escalera. Apreté los ojos con fuerza y los abrí.

Ella estaba allí.

Atada a una silla. Su camisa estaba manchada de sangre. Sin zapatos. Su cabello le cubría el rostro, y estaba mojado. Ella lo estaba. Temblaba de frío y parecía estar inconciente.

- Bella. - Susurre.

Corrí hacia ella. Saqué la navaja de mi bolsillo y corté lo más rápido que pude las cuerdas. Me quité la chaqueta y la envolví. Cogí su rostro con las manos y la miré. Estaba viva.

Su labio estaba cortado, su mejilla tenía un herida ensangrentada y su ceja presentaba las mismas magulladuras. Observe sus muñecas, enrojecidas y con tonos morados a su alrededor. Aquello me lastimo, demasiado.

- Bella. - Intenté captar su atención.

Abrió los ojos lentamente y me miró. Estaba tan débil que quise romper en un llanto sin fin al verla. No podría hacerle esto, ella había sufrido, muchísimo, más que yo. No podría seguir rompiendola, debía salvarla. Tenía que sacarla de allí, cuanto antes.

- ¿Blake? - Preguntó desubicada.

- Hola, mi amor. - No pude decirle nada más, tenía un nudo en la garganta.

Cuando fue consciente de que era yo, se abalanzó sobre mí. No empleó demasiada fuerza, quizás aquella fuera la única que le quedaba. La escuché llorar y no pude evitar no unirme a ella. En silencio y sin que ella se percatara.

Sus lágrimas eran tan desoladoras que comenzaron a lastimarme el corazón. No podía verla de esa manera. Me quemaba.

La abracé con fuerza, jurándome no volver a soltar jamás.

- Estoy aquí. - Acaricié su cabello. Lo besé aún con lágrimas en los ojos.

- Sabía que me encontrarías. - Me confesó. Escuché sus sollozos. Me quebré por completo.

- Te sacaré de aquí, ahora.

La levanté de aquella silla y la cargué en brazos. Subí suavemente las escaleras con ella, no quería que su cuerpo resistiera más daño del que seguramente había sufrido. Ahora, que estaba conmigo no volvería a sufrir de ninguna manera.

- Blake, la policía está aquí. - Las palabras de Fred se cortaron en el momento en el vio a Bella. - Dios mío, la has encontrado.

Bella no pudo contestarle. No era conciente de lo que ocurría. Así que sin determe y lo más rápido que pude la llevé a la ambulancia.

- Ve con ella. - Le indiqué a Fred.

No lo dudó, y subió a la ambulancia. Era su hermano, parte de su familia. Él a estado cinco años en los que yo ni siquiera fui capaz de llamarla. Se lo merecía.

- La has encontrado. - Me dijo el detective. - Te debo una disculpa.

- Unas cuantas. - Le dijo Derek.

El detective me extendió la mano y la acepté. Pero debía pegarle un puñetazo. No sé por qué no lo hice.

- Gracias, debemos irnos. - Le dije a los chicos cortando cualquier conversación con el detective.

𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚄𝙽𝙾 •2• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora