No podía respirar, no veía más allá de la oscuridad.
¿Quién hay ahí? Porque siento que no estoy sola. Pienso en Blake. Me pregunto dónde está. Y también el por qué estoy aquí.
¿Cómo he llegado aquí? Vuelvo a plantearme.
El lugar se ilumina, es lo que logró ver a través de la pequeña tela que se encuentra cubriendo mis ojos.
¿Qué está pasado?
Escuche pasos aproximarse a mí. Intento mover las manos, las piernas, pero estoy atrapada. Más bien, estoy atada a una silla de madera.
Deje de moverme, y me detuve a escuchar. Solo pasos, aproximándose cada vez más.
Me planteé el por qué los pasos no cesaron, quizás estaba dando vueltas alrededor mía, aunque no pude saberlo, no podía descifrar qué ocurría, el miedo jugaba siempre una mala pasada.
Se detuvo, cerca mía, sentí su perfume, era dulce, y aquel aroma me era familiar. Conocía a esa persona, pero no diferenciaba quién podría ser.
Recibí un golpe en la mejilla, e hizo que mi garganta gimiera por el profundo dolor que me causó el golpe de sus nudillos.
Alguien me arrebató la venda de los ojos. Al principio la luz me cegó, me dejó sin a penas visión. Pero poco a poco la recobré, y pude ver quién estaba allí, frente a mí. Más bien, quiénes.
Unas horas antes
Después de cantar y bailar en la ducha con unas canciones que ni siquiera conocía, pero aún así puse todo mi esfuerzo, Blake y yo fuimos a desayunar unas ricas tortitas a un restaurante cerca de casa. Las disfrute tanto que podría seguir comiendo, pero Blake debía irse al entreno y yo había quedado con Abby en el centro comercial.
Había recibido decenas de mensajes de ella preguntando cómo me encontraba, qué estaba comiendo, cuánto había dormido y otras muchas como esas. Estaba histérica, y a mí comenzaba a enervarme tanta atención. No me gusta ser el centro de atención, y que además se comiencen a preocupar por mí. Ella no debería perder tiempo en mí.
También, mi querido y respetuoso acosador había intervenido en esta maravillosa mañana con uno de sus mensajes tan típicos.
- No podrás huir, esta vez no.
No mentiré, sus palabras aterraban pero qué podía hacer. Pensé tanto en cómo librarme de él o ella, pero nada era apropiado o legal. Por favor, que alguien detenga la parte psicópata y asesina de mi cerebro.
Nunca me consideré una persona valiente, de hecho, creó que no lo soy. Así que no sabía cómo afrontar esto sola.
Blake me dejó en el centro comercial, un poco extrañado por mi actitud, y mp puedo negar que yo también lo estaba. Estaría con Abby, estaría bien con ella, pero aún así tenía ese temor, ese presentimiento, de que algo no iba bien.
Horas después
Abby y yo llevábamos tantas vueltas en ese lugar que me había aprendido hasta las salidas de emergencias. Necesita un descanso, más bien, tirarme en la cama. No puedo quejarme demasiado, habíamos hecho un pequeño descanso para comer, pero de igual modo estaba al borde de un colapso debido a una actitud excesiva de sueño.
Me acerco a casa.
- ¿No quieres qué te acompañe?
- Abby, estamos delante del edificio.
- Te podría ayudar con las bolsas.
- Es ropa, además llevo solo un par.
- Bien, nos vemos, cariño, cuídate.
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𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚄𝙽𝙾 •2• ✔
Romansa☾︎ 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊 ☽︎ *EN EDICIÓN* Eran únicos juntos, inigualables separados y tan distintos al compararlos. Bella y Blake eran jóvenes e inexpertos en el amor, y eso conllevó a que los baches fueran algo primordial en su relación, y a causa de...