Cinco años despuésLa última vez que supisteis de mí fue el día después de mi graduación, cuando casi cruzó al otro lado. Pero obvie unos cuantos detalles.
Enfoquemonos en el lunes después de aquel día, donde mi mundo casi se desvaneció. Cuando él me volvió a mentir. De acuerdo, ahora os preguntaré algo. ¿Qué haríais vosotros si descubriréis a vuestra pareja con una chica en la cama? ¿Perseguiríais vuestros sueños o a ellos junto a un cuchillo? La segunda tienta, lo sé. Pero muy a mi pesar elegí la primera, no gastaría mi tiempo en ellos.
Aquel lunes fui a la cita que Fred me había programado. Marla era encantadora, amable y muy cercana. Le gustaba hacerte sentir bien, y eso me agradó bastante. Decidí no entregarle en lo que hasta ahora había estado trabajando, y cambio le ofrecí, un año después, otra historia. Donde la protagonista vivía un enigma constante, donde su vida tomó un cambio drástico y todo comenzó a ir patas arriba. Después se enamoró, el chico la dejó más plantada que un pino, y ella simplemente dejó que el tiempo lo arreglase todo. Fin.
Al principio no fue mucha la fama que tuvo el libro, pero meses después comenzaron a venderse los ejemplares como panes. Y agradecí que algo me saliera bien después, de tanto tiempo.
Decidí mantenerme en el anonimato, ya que aún cursaba en la universidad, y quería terminar la carrera. Cuanto lo hice, organicé mi primera firma de libros en Venecia, donde di a conocer por primera vez mi rostro.
Y bueno, tengo muchas novedades con respeto a Venecia. Después de terminar la carrera, me fui a vivir allí durante un año. Necesitaba un descanso, un break de todo, y el mejor lugar era con mi padre, quería conocerlo más, y saber cómo es en realidad, así que aproveche aquello para hacerlo.
Ahora, después de la firma del fin de semana pasado, me dirijo a San Francisco, mi lugar de origen, nunca mejor dicho. Estoy en el avión, releyendo mi libro, siempre me gusta hacerlo, quizás porque estoy orgullosa o porque me gusta el hecho de que mi propia historia me atrapé una y otra vez.
Al llegar di vueltas sobre mi misma en busca de Fred, el cual me dijo que vendría a recogerme. Estaba perdida, se me hacia tan raro después de un año estar aquí. Incluso escuchar a las personas hablar, me sonaba diferente.
- ¿Me firmas un autógrafo? - Escuché su voz detrás de mí.
Giré sobre mis talones y sin pensarlo demasiado lo abrace con fuerza. Lo hechaba de menos. Este año casi no hablamos, como he dicho, necesitaba un descanso de todo. Solo los llame para saber cómo están, y poco más.
Hablamos y mucho, durante el viaje. Estaba cambiado, ahora lucía más formal y puede que notara un brillo especial en sus ojos, aunque no logre adivinar qué era.
Al llegar frente a la casa que comenzamos a comparatir hace años, un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo, haciéndome sentir nerviosa y un poco incómoda. Es increíble como cambian las cosas en tan solo un año.
Fred dejó caer sus manos en mis ojos, haciendo que mi vista fuera nula.
- ¿Qué haces? - Le dije riendo.
- Taparte los ojos. - Dijo tan irónico que hizo que no parara de reír.
- Ya lo veo.
- Camina.
Camine delante suya, mientras el me guiaba para que no muriera en el intento, y tuve suerte al no caerme de frente y romperme un diente, porque conociéndome me pasaría, la suerte no me acompaña, amigos.
Todo estaba oscuro, y bueno, era normal, es de noche. Bella, y su filosofía de la vida.
Fred dejó de estar a mi lado, y mientras frote mis ojos para intentar ver algo entre tanta oscuridad las luces de encendieron.
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𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚄𝙽𝙾 •2• ✔
Romance☾︎ 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊 ☽︎ *EN EDICIÓN* Eran únicos juntos, inigualables separados y tan distintos al compararlos. Bella y Blake eran jóvenes e inexpertos en el amor, y eso conllevó a que los baches fueran algo primordial en su relación, y a causa de...