𝚂𝙴𝙰𝙼𝙾𝚂 𝚄𝙽𝙾 •2• ✔

Capítulo 30. Un equipo

Blake

Nunca me he considerado una persona mentirosa. De echo, creó que a la mayoría de personas les caigo mal porque en algún momento de mi vida, les he herido los sentimientos por mis verdades tan cortantes. No me gusta caer bien si tengo que fingir que algo no me agrada.

No diré que no miento. Hace unas semanas estaba engañando a Mara con miles de emociones falsas para sacarle información. Pero, no es algo con lo que me identifique.

En los últimos días, he estado mintiendo a Bella. ¿Qué quiero decir con esto?

Sé cosas del tal Señor T, que quizás debería compartir con ella. Pienso en todo momento en cómo podría encontrarlo, y Bella nota mi preocupación. No quiero ponerla en peligro, o que le vuelva a ocurrir algo. Es mejor que se mantenga al margen. 

Esta mañana la dejé en casa de Fred y Abby, querían pasar tiempo juntas. Realmente, creó que es para criticarme, pero, lo dejaré estar.

Con esa excusa, he invitado a Fred a "desayunar". Debo advertirle a él, para que esté al tanto.

- ¿Señor T?

- Exacto. Es un pez gordo, según Mara. Que además, trabaja solo.

- ¿Has ido a hablar con Mara? - Se asombró.

- Un par de veces. - Respondí sin darle importancia alguna. - Tengo que averiguar quién es ese tipo.

- ¿Cómo lo quieres hacer?

- No lo sé. - Me acaricié la barbilla.

En la segunda visita a Mara, ella me había dado unas ciertas coordenadas que me indicaban el paradero del Señor T. Estaba a un par de kilómetros de la cabaña donde tenían a Bella, pero hasta ahora no me había atrevido a ir hasta allí. Me contó que él actuaba solo, siempre.

Aquella noche, cuando encontré a Bella, aquellos hombres que rodeaban la casa, solo la protegían. Nadie podría entrar, ni salir de la propiedad, debido a que se iba a cometer el asesinado de Bella, a sangre fría.

A pesar de todo lo que Mara me había facilitado, hay un aspecto de todo esto que no termina de cuadrarme. Si actuaba solo, como Mara afirma, ¿por qué razón la contrataría a ella y a Cole?

- Debemos dar con él. - Afirmó Fred.

- Sí.

Mis pensamientos y mi instinto se seguían derivando a una persona. A Trey. Quizás él no tenga nada que ver con respeto a este asunto, básicamente, porque esta en la cárcel, pero en la mente de un lunático como él, pueden haber tantas ideas conspiratorias que os sorprenderiais. Ahora, bien, si es así, juró que le pegaré un tiro. Además, no sufriría nada si él llega a morir, merece ser tratado de la misma manera que trató a Bella.

Suena egocéntrico decirlo pero ahí va. En esta sociedad todo se compra con dinero. Tengo dinero. Si me llegan a inculpar de alguna manera por atentar contra la integridad física de Trey, me importa más bien poco. Puedo comprar al juez, a los oficiales y a quién se me venga en gana. Haré lo que sea para proteger a Bella.

Asimismo, no soy peor o mejor persona por pensar o actuar de este modo. Simplemente, protego lo que considero importante. Tengo recursos para hacerlo, y no me importa utilizarlos.

Fred y yo volvíamos a su casa. Bella me había avisado de que pronto sería su cita con el médico, así que la acompañaría. Desconocía por qué motivo acudirá, porque ni siquiera estaba al tanto de ello, pero de igual manera, iría con ella.

- Nos vemos. Cualquier cosa, llámame. - Me dijo Fred, antes de salir del coche.

- De acuerdo.